Estaba saliendo del nuevo colegio en el que habíamos empezado, allá en España y lo vi.
Vi como abrazaba y luego besaba a otra persona, a otra chica.
Vi como mi mundo se caía poco a poco, pedazo a pedazo.
Francisco siguió besando a esa chica y yo solo di media vuelta y corrí. Corrí como nunca antes, sin mirar atras, planteandome porque nunca soy suficiente para las personas, porque no moría, porque estaba tan sola.
Verdaderamente sola.
Quizás los amigos, el amor, sea todo una ilusión, pero sin ellos morimos, caemos en depresión, por estar tan solos. Necesitamos de ellos , aunque ellos no necesiten de nosotros. Dependemos hasta de nuestros padres y hermanos y yo no tenia ni siquiera eso.
Seguí corriendo, esquivando gente, mientras una lagrima caía, una tras otra.
Choqué con alguien y caí al piso. Lleve mis rodillas al pecho y escondí mi cabeza.
Comencé a llorar, a llorar porque estaba sola, porque todos me reemplazaban, porque nadie necesitaba de mi, estaba completamente sola en este mundo, y no podía hacer nada, mas que irme para siempre.
-¿Estas bien? -me preguntó una señora que pasaba.
-Dejame.
La señora me miro con desprecio y siguió su camino.
Seguía sentada en la calle, donde las personas pasaban y me miraban con ignorancia en vez de preguntarme que cárajo me pasaba, aunque si me preguntaban yo los mandaría al carajo.
Sentí como alguien se sentaba al lado mio. No quise ver quien era así que no saque mi cabeza de donde estaba y seguí mirando al piso.
-Por qué lloras? -una pequeña voz infantil llego a mis oídos.
Levante mi cabeza lentamente y lo miré, era un niño, rubio de unos hermosos ojos saltones color celeste. De unos 6 años aproximadamente.
-Y tu mamá? -le pregunte.
-Adentro de ese lugar comprando. No contestaste mi pregunta.
-Porque nadie me quiere.
-Claro que si, tu mama te quiere, y tu papa, y...
-No tengo mamá, ni papá -respondí al niño tratando de sonar amable.
-Oh, pues, Dios...
-No creo en Dios -respondí con amargura.
-Y por que? -dijo el niño abriendo más sus ojos-. Por qué no crees en Dios?
-Porque si Dios existiera, no me hubiera quitado a mi mama cuando era pequeña, no hubiera hecho que mi papá me odie, ni hubiera hecho que todos sean malos conmigo. Si dios existiría me daría esperanzas para seguir adelante pero todas las vcosas que me pasan me demuestran que no tengo que salir a delante, que lo mejor es que me muera. -trate de explicarle con palabras sencillas al niño.
-Pero tu mamá si te ama, ella está ahora con nosotros, te esta abrazando, puedo verla -sentí como unos brazos me rodeaban suavemente y como un cálido resplandor se acercaba a mi mejilla, pero allí no había nadie por supuesto. Mientras yo sentía eso salió la mamá del niño y lo agarro bruscamente del brazo mientras lo retaba por haber hablado con un extraño, divise la tienda de la cual había salido la mamá del niño 'xxx' la miré con cara de asco y lo Sonreí al niño, este me devolvió la sonrisa y sin escuchar a su mama que todavianño regañaba me dijo-: y si sienteds que nadie te quiere, empieza por quererte tú.
Lo mire impresionada y me paré dirigiéndome hacia la mamá del niño.
-Señora, con todo mi respeto, estaba hablando con su hijo, y pienso que me tendría que agradecer, porque su hijo vino conmigo cuando usted lo dejó sólo en la calle para ir a comprar porno, cuando se podría haber ido con un secuestrador, la culpa la tiene usted por ser una puta.
-Vamos Benjamín, no la escuches. -y dicho esto la señora dio media vuelta ofendida y se fue con el niño.
Benjamín...
Agarré mi bolso que estaba tirado en el piso y empecé a caminar hacia la casa, pensando en lo que me había dicho el niño, y pensando en que le iba a pedir a Francisco una explicacion.
Llegué completamente exahusta a la casa, propuesta a darme una ducha y acostarme después, pero por supuesto eso no pasó.
Había una nota arriba de mi cama, avance lentamente y me senté. Tomé la hoja doblada entre mis manos y la miré sin abrirla. Tenia miedo. Tenia miedo de que esa carta fuera de Francisco diciendo que me dejaba, que se terminaba todo que ya no me quería.
No quería abrir esa carta pero así lo hice. Sentí que no tenía mas opción.
"Querida Mía, como estas? Espero que bien porque yo lo estoy. En fin. Como lo dice en el remitente de la carta soy la hermana mayor de Francisco, y te quiero informar que con tu papá hicimos todos los papeleos y ahora van a ser legalmente hermanos adoptivos. Si, tu papá accedió a la idea de que vos y él adopten a Francisco ya que como él no estaba nunca se podían hacer compañía mutuamente. Por favor informales a Francisco de todo esto. Y gracias."
Deje lentamente la carta arriba de la cama, y me senté, traté de pensar con serena claridad, trate de calmarme y repetirme a mi misma que eso estaba completamente mal. Que mi pulso no tenia porque acelerarse al saber que iba a vivir por un largo tiempo con Francisco, pero ¿A quien quiero engañar? Estoy enamorada.