Creo que... Debemos ser...

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-¿Eh?. -Dijo al ver aquella cajita que, claramente, era su "regalo", por parte del conejo, movió un poco con sus manos la cajita, no sabía que contenía, era malo adivinando, pero observando su cara, no se podía negar a adivinar, a hacer su intento.
Ladeó la cabeza.
-. . . Ehm. . . ¿Una pulsera?, no, ¿un nuevo moño?. . . Eh. . .
Debían retratar su rostro en ese momento, era tan graciosa su cara que las expresiones eran simplemente cómicas, como si se tratase de cualquier colegiala intentando adivinar el regalo de su mejor amiga, aún así, era dierente, y lo sabía.
-Heh, no sé, ¿quieres que lo abra?. . . -Interrogó observando al conejo.

-Uh~ ... Entonces no tendrás es extra. Pero bueno... eres libre de abrirlo.~ Claro, si es que no te quieres quedar con esa camisa rota. -Le guiñó el ojo, le acababa de decir lo que era.
-Y sobre lo de hace rato....
Lo lamento, a veces... y con "a veces" digo Siempre... soy un tarado, y soy consiente de eso. Pero... uhg... No sé que decir... -Se acercó y le plantó un pequeño y breve beso en los labios. Le importaba poco la promesa que se había hecho el castaño a si mismo, Bonnie no lo ve, ni lo vería nunca como su jefe, así que no le importaba mucho el puesto que el castaño ocupase.

-Oh. . .-Ya había adivinado aunque no lo había afirmado bien, y por ello, la cajita era demasiado liviana, aún así, el castaño estaba consciente de que el detalle era por algo que escondía el de cabellos lavandas.
Suspiró pesadamente y, se sorprendió un poco y, sus mejillas se ruborizaron levemente, el beso en sí era algo, extraño, diferente al de los de hace unas horas, aunque estaba algo sorprendido, simplemente no podía romper su promesa, por lo que al separarse, se acercó a la frente del ojirubí y le dio un beso con cariño, buscando que comprendiera lo que trataba de demostrar con una simple acción.
-Eres demasiado curioso e interesante, ¿sabías? -Confesó el castaño.

-Uh... No, no sabía, pero gracias...~ -Levantó la mirada y sonrió. Tal vez no sería ese día, ni el siguiente ni el siguiente, pero haría lo que fuera necesario para hacer que el oso le quisiese como el quería.
-Aunque yo pienso que soy lo más fácil de entender del mundo.~
Bueno... debes cambiarte. Supongo que te veo después. -Suspiró y caminó dentro de la pizzería pensando en que nuevas interrogantes le estaban surgiendo. Pero tal vez ese no era el momento indicado para despejarlas.
-Uh~ Freddy~... -Sabía casi todo lo que se había prometido el castaño, así que no le quedaba más opción que comenzar desde cero. Le haría olvidar esa promesa aunque fuera lo último que hiciera.

Se quedó en silencio, escuchando atento cada palabra, su mirada ojiazul estaba en el crepúsculo de ese día, estaba consciente de que quizá ahora tenía un laaargo camino qué recorrer por aquellas acciones.
De ser así, no podía pasarlo del todo desapercibido, y si lo hacía, quizá se lamentaría, pero tampoco permitiría en su ser lastimar al de cabellos lavandas, y de ser así, prefiriría ser desmantelado.
Se levantó y se estiró con la caja en manos, volteando hacía donde le habían llamado, y bueno, ¿qué podía decir?, no era algoque se viera todos los días.
-¿Eh?. . .

-Verás.... eres un idiota, eso me queda claro. YO soy perfecto eso también lo entiendo, lo único que no entiendo es el porqué no te fijas para nada en mí. ¿A caso no soy atractivo?~ Confieso que me gustas, y creo ya habértelo dicho. ¿¡Cuál es tu maldito problema en aceptarme!?~ -Esas eran las declaraciones de amor nivel Bonnie, ah.~. Las esperanzas de que el oso aceptará se disminuían drásticamente, por que tal vez el castaño ya tenía algo con alguien más. Pero igual. Haría de todo para quedarse con él.

-Bonnie... -
Suspiró con pesadez y desvió su mirada para ocultar el sonrojo que se había formulado sobre sus mejillas.
-Entiende que me gustas y mucho, pero entiende... No quiero estar contigo porque no me perdonaría el dañarte -Se puso la camisa que el ojirubí le había regalado rápidamente, no quería lastimar al conejo, por eso para él era mejor comenzar a ignorarle. Así con suerte el conejo se enamoraría de alguien más y podría ser feliz sin depender de Freddy.

Carraspeo un poco y preparó su garganta para decirle al castaño algo que probablemente le agradaría, bueno, el menor suponía.
-Oye... Ya tengo la solución.... Y opino que..
¡¡Me gustas!!
¿¡Quisieras ser mi novio!?... -El conejo se sentía un tanto incómodo de preguntarle eso a alguien como Freddy, pero de verdad lo quería a si lado.

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Well~ la nueva novela ya ha dado inicio, se llama La Gala Para quien le interese. uvu

- ¡Yo domino aquí!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora