Pareja Por La Eternidad {Bakudeku}

Capitulo: 8

La noche se acercaba en el intenso bosque, dando diferentes tipos de colores al cielo, parecidos a un mundo mágico más con los últimos cantos de las aves  para luego dar paso a los animales nocturnos.

Katsuki se sentía un poco agotado, después de mucho tiempo de haber dormido perdió un poco su estado de resistencia pero con unos días lo recuperaría, se sentía intrigado por conocer al omega que poco a poco va demostrando interés.

No sabía que podría pasar en estos días con tal declaración que dejó entre susurros, lo bueno es que no salió de su territorio y lo malo es que no lo encuentra ya que oculta su aroma haciéndolo prácticamente invisible para sus sentidos.

Cuando llego a su manada sintió algo raro, como si fuera que el ambiente cambio pero no era algo negativo, más bien algo fuera de lugar, a pasos apurados ingresó a su choza ya que la vibra era diferente.

Entro de forma despacio y alerta, al ingresar no vio a nadie pero encima de su cama había plumas de color verde, agarro entre sus manos para analizarlo.

Efectivamente eran plumas verdes con unas blancas, estaban conectadas por hilos de cuero y con unas pequeñas piedras de color verde fosforescente, es extraño pero sentía que venía de alguien especial.

Su Alfa interior estaba como un cachorro, saltando de alegría, moviéndose de un lado al otro en su cabeza.

Inconscientemente katsuki sonríe de forma suave y relajada, admirando el objeto extraño entre sus manos, quien diría que el alfa dominante estaba sonríen, su manada si lo ve dirían que es el fin de todo y que pronto verían la muerte.

(...)

Al pasar alrededor de tres días la vida comenzó a la normalidad, la mayoría de la manada han despertado y volviendo a su vida cotidiana, ayudándose mutuamente, cazando y viendo nuevos miembros pequeños corriendo entre los adultos.

Pero al pasar eso tres días katsuki recibía misteriosamente regalos, pequeños objetos extraños para él, piedras o plumas. Se sentía extraño al recibirlo, y no encontraba quien era el responsable, se sentía frustrado e irritado por que no eran miembros de su manada quien dejaba regalos, tampoco es que iba a permitirlo ya que no sentía atracción por alguien en su manada.

Tampoco podía decir que es el omega ya que no se ha presentado en el campo de flores, es la primera vez que alguien pueda traspasar el grupo de vigilancia y también de sus sentidos sensibles. Katsuki sacó una conclusión de que un humano se a infiltrado en sus tierras a tal punto de haber descubierto su manada pero lo descarto ya que no tenia aroma a humano, ese olor repugnante que lo irritaba su sensible nariz.

Es como si un ser misterioso está entre ellos sin que él o alguien más se de cuenta de su presencia.

(....)

Al pasar las semanas los regalos de katsuki continúan siendo un misterio, a consecuencia de los regalos los cambios de humor fueron más frecuentes, de estar calmado y pensativo pasaba a enojado y alerta a cada movimiento o ruido, su aroma a canela cada vez era más fuerte y territorial llegando a ser demasiado picante para la manada.

Sus amigos cercanos estaban preocupados, tanto era la preocupación que kirishima se animo una vez en acercarse, pero katsuki le mostró los dientes advirtiéndole de que no se acercara, por supuesto kirishima lo dejo en paz era la segunda vez que le mostraba los dientes de forma amenazante, la primera vez fue cuando trajo al chico que estaba herido.

Kirishima al regresar con su grupo fue bombardeado por preguntas ansiosas y preocupantes, le dio una respuesta moviendo la cabeza de un lado a otro.

"Solo déjelo que este en paz, y no se acerque a él se los digo para que no salgan heridos" dijo queriendo de que entendieran a su amigo.