ʜᴀɴᴀʜᴀᴋɪ

«𝟠»

... 𝐇𝐀𝐍𝐀𝐇𝐀𝐊𝐈 𝐃𝐈𝐒𝐄𝐀𝐒𝐄... 🥀
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– no quiero! Sueltame Gonzalo!  –

–  Andrés, sueltate! No te pregunte si querías!  –

Ambos castaños luchaban por diferentes cosas, Andrés por no salir de cama y Ari lo contrario de esto. Todo se debe a que al menor de ambos le había dado una misteriosa fiebre muy alta de un día a otro, se podría decir que literalmente estaba ardiendo y necesitaba ir al médico, algo que intentaba evitar.

– Me niego! – habló dejando caer su cabeza en la almohada; así como niño chiquilto éste se agarraba de la cabecera de su cama mientras que Ari le jaloneaban de los pies.

Ya sin remedio alguno el mayor de ambos se sentó a la orilla de la cama para intentar llegar a un acuerdo con su amigo, sería difícil ya que el chico no iba a aceptar por cualquier cosa, mas sin embargo, mientras fuera al doctor valía la pena.

– Andrés –

Llamó obteniendo únicamente un silencio y una queja casi inaudible. Andrés a veces podía ser demasiado infantil algo que además de ser tierno solía ser algo fastidioso para Ari

Aún sin su respuesta, Ari se colocó a la misma altura que la cabeza de Andrés y dejó leves caricias en esta desordenando más los cabellos rizados de su contrario. Al sentir esto Andrés solo se limitó a voltear levemente y ver de reojo al responsable de cierto sentimiento en su pecho, sí, otra vez.

– Andrés, te compro lo que se te antoje, pero vamos al médico – insistió – estas muy mal... De hecho no entiendo... En serio estas en tus cinco sentidos? Es que te vez más imbécil que de costumbre – esto último con un tono divertido recibiendo por esto una queja y un leve golpe con las pocas fuerzas que Andrés tenía

Era de esperarse que Andrés cayera en la encantadora propuesta que Ari le había ofrecido y con esto confirmaba por milésima vez que el lo conocía como la palma de su mano, mas no se iba a dejar convencer tan fácil, su miedo a los médicos y la ansiedad que estos le causaban era muy alta y merecía un precio justo y elevado.

– define... Lo que se te antoje –

Ya con la mirada puesta en el castaño oscuro, se sentó en la cama esperando respuesta de su contrario, quien al escuchar esto puso cara de desaprobación y colocó una de sus manos en su frente, haciendo con esta un facepalm

– es en serio Andrés? – soltó una queja, con esto ya sabía a lo que se refería el castaño, esperaba que aceptara aquella propuesta, pero tal parece que el menor esperaba más.

– Qué? –

– eres genial Andrés... –

– lo sé, lo sé –

Lo anterior dicho era obviamente sarcasmo y Andrés por querer molestar más a Ari respondía como todo el egocéntrico que era muy en el fondo. Sin más demora y después de lograr convencer a Andrés salieron con dirección a la clínica y una vez ahí fue cuando el segundo problema apareció.

Como había mencionado anteriormente,  Andrés, además de darle ansiedad ir al médico sufría leves ataques de pánico por unos problemas que tuvo de pequeño, no muy graves, pero si lo suficientemente fuertes para dejarlo marcado y lograr que aquel sentimiento apareciera cada que iba al médico

Ari ya estaba informado de esto, así que al notar que el movimiento acelerado de la pierna de Andrés y la respiración agitada del mismo, colocó una de sus manos en uno de los muslos de éste, dando leves caricias y consiguiendo, además de un leve sonrojo por parte del contrario, tranquilizar aquel sentimiento y recibir una sonrisa dulce de agradecimiento.

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