EL VILLANO ESTA LOCO

capitulo 30

Yeo-hee suspiró,con  su cara teñida de rojo. 

Yeo Jin-woo puso su mano en la frente de Yeo-hee debido la fiebre  no desaparecía incluso con antipiréticos, y levantó su cuerpo sudoroso.

Lo vestí y lo bajé al primer piso.  El mayordomo Kang corrió a ver a Yeo-hee, que estaba inconsciente, y respiró hondo.

Tendré el coche esperando.

Yeo Jin-woo cargó a Yeo-hee en su espalda y salió por la puerta principal.  Inmediatamente, un auto negro salió del estacionamiento y se detuvo frente a ellos. 

Coloque a Yeo-hee en el asiento trasero y recosté su cabeza sobre mi regazo  Probablemente sea porque lo presione demasiado Estaba enojado conmigo mismo por no poder controlarme.

Al llegar al hospital universitario, fue enviado de inmediato a la sala VIP.  Mientras lo recostaba en la cama, yeo jin-woo derramó lágrimas y se golpeó el pecho.

"Lo siento.  Lo siento."

pasó una mano por la frente cálida y besó a Yeo-hee en los labios.

“Nuestro Woohee es amable y no ha hecho nada malo.  Es porque tu hermano te quiere mucho.

Yeo-hee se quedó sin aliento con las mejillas sonrojadas, excitado por el calor.  Luego, en un estado de locura, dijo tonterías.

“Mi estómago está tan caliente.  hermano hielo.  Por favor, ponga hielo en el agujero”.

Yeo Jin-woo sintió pena por Yeo-hee, quien luchó con dolor.  Le dije que esperara porque le darían una inyección de antipirético así que tenía que tener paciencia. 

Pero se bajó los pantalones,y lloró.

"hielo.  Hace calor.  Siento que todo mi cuerpo está ardiendo.  Por favor, alimenta a Woohee con hielo”.

Yeo Jin-woo cerró los ojos con fuerza. 

Sabía que no debería escuchar solo está enfermo ,con un cuerpo desnudo blanco y sudoroso, pero aún así le ordené al guardaespaldas ,que esperaba afuera de la habitación del hospital, que comprara un poco de hielo.

Dirigiéndose directamente a la tienda de conveniencia, el guardaespaldas regresó en cinco minutos con un vaso de plástico lleno de hielo.

Yeo Jin-woo cerró la puerta de la habitación del hospital y se acercó a Yeo-hee, que jadeaba en la cama.  Arrancó el envoltorio y recogió los cubitos de hielo que se habían roto en formas irregulares.  Las yemas de sus dedos estaban tan frías como si estuvieran congeladas.

El orificio de Omega no estaba en celo, pero estaba bien cerrado.  Yeo Jin-woo empujó el hielo transparente dentro.

"Eh.  Frío  mmm"

Yeo-hee sacudió su cuerpo y lo hizo rebotar.  La camiseta estaba enrollada, revelando una cintura estrecha y un ombligo delicado. 

Puso hielo fresco en el agujero rojo eh hinchado.

"Ahhh.  ay, hace frio  frío."

Yeo jin-woo le frotó el estómago y dijo:
"¿Debería parar?" 

"Sí Sí.  Mi estómago está demasiado frío.   me va a dar malestar estomacal.  Por favor, caliéntame.

Yeo-hee gimió y se dio la vuelta, se puso a cuatro patas y tiró de sus caderas con ambas manos.  Por la camiseta que fluía hasta su cuello, sus pechos inmaculados y sus pezones enrojecidos por las mordidas  llamaron la atención.