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Se sentía extraño. La imagen de Ryomen había cambiado lo suficiente como para defenderlo cuando escuchaba algún rumor sobre el. No entendía por qué sentía una extraña paz cuando hablaba con el, por qué creía en todo lo que decía.

Había pasado casi un mes desde la segunda vez que lo rechazó y la primera vez que empezaron a conocerse. No hablan tanto físicamente, pues Ryomen dijo que aunque quisiera hablar con el todo el tiempo, estaba bastante ocupado, así que se dirigen cartas a casi diario.

Y eso lo hacía sentir feliz. Le gusta hablar con Ryomen el no le oculta nada, el le habla como si fueran iguales, cuando es obvia la diferencia de poder y de edad.

Toda su vida le negaron muchas cosas por el hecho de ser un Omega; nunca le gustó que lo tratarán de esa forma.

Su padre le enseño lo básico para defenderse, un entrenamiento y una técnica ritual; aún recuerda como el consejo de ancianos estallo.

Conocía un poco de lo que su padre sufría, era un Omega liderando un clan entero después de la muerte de su madre, él estaba constantemente presionado a hacer cosas de las cuales no estaba orgulloso, como prohibirle salir y prohibirle los entrenamientos, para que el estudiara las cosas básicas de un Omega.
Básicamente le enseñaban a tejer, bordar, cocinar, limpiar, maquillarse, vestirse, tocar música, hablar y como manejar sus celos; esas clases no duraron mucho, pues no era bueno en casi nada y todas sus maestras se rindieron, el jamás fue agraciado, era tosco y torpe para muchas cosas, lo único que sabía realizar era tocar el Koto y las hierbas en la cocina, pero solo eso.

Su padre dejo de obligarle a ir a las clases. De todas formas el siempre se escapaba, para entrenar con sus hermanos, todos Alfas. Su padre declaró que no se quedaría sin trabajo en las minkas y le enseño su trabajo, como relacionarse con las personas que los trataban como menos, como ocultar sus emociones, el arte de usar abanicos, la herbolaria y la energía maldita inversa. Todo para cuando cumplió 16 años lo declarará el heredero en lugar de Choso.

Todos lo trataron peor que antes. Su voz y su opinión nunca contaba en las reuniones, era ignorado y lo amenazaban constantemente; algunas veces recibió invitaciones a matrimonio, pero no era estúpido, esas declaraciones de amor a primera vista de personas con las cuales nunca hablo, eran simplemente por qué el clan Itadori mantenía la mejor de las relaciones con el clan Gojo, así como el poder militar y político que tenía. Sin mencionar lo rico que era en recursos.

Dejo de asistir a esos lugares y se quedó en las minkas, aprendió todo sobre las plantas de su clan, como funcionan, sus antecedentes, el veneno, las habilidades curativas. Estudio hasta convertirse en un buen herbolario, pero cuando quería salir de los límites que su clan le ofrecía, no pudo y no por qué su clan se lo prohibiera, sino por qué era un Omega de veinte años sin estar casado.

Después de que no logrará nada. Recibieron una carta de Ryomen Sukuna dónde decía que se asistiera a un Omega del clan para desposarlo y su padre lo obligó a ir.

Desde el momento en el que estuvo frente al Rey se dió cuenta de que seria alguien importante en su vida y un escalofrío recorrió su cuerpo, culpo al miedo; pero siempre pasaba y últimamente más seguido, con las diferencia de que antes eran fríos, rápidos y ahora son cálidos y parecen poder recorrer su cuerpo sin esfuerzo, cómo si ya se hubiera acostumbrado a ellos .

No entendía al Rey, de ninguna forma lo hacía. El era casi como lo describían, pero juraría que no era tan malo. De nuevo se encontró defendiendo al Alfa.

«Me gustaría invitarte, a mis dominios. Quiero que conozcas la biblioteca y el huerto.
—Ryomen Sukuna.»

La carta la acababa de recibir. Y no entendía. Ryomen era demasiado cuidadoso con quién entraba a sus dominios, cuando fue la habitación en la que se alojó, estaba en la frontera de sus dominios y cuando entro al palacio central taparon sus ojos. ¿Por qué de la nada quería que fuera?

Quería aceptar. Pero aún había algo, algo que le decía que Ryomen no era bueno, era una vocecita, pero el y su instinto decían lo contrario, no conocía a al Rey lo suficiente pero lo defendía; porsupuesto que era conciente de las vidas a las que arrebato y el placer que sentía, pero todos se han manchado de sangre en un mundo tan hostil.

Se recostó en la rama del árbol de cerezo, diviso el lago en el que empezó a entablar amistad con Ryomen. Amistad, nunca considero que podría tener una, y menos fuera del clan. Sonrío satisfecho.

Solo daba excusas. De un salto bajo del árbol, en el pasto había un bolso en dónde se encontraba papel y lápiz.

«Seria un placer asistir a la biblioteca de la que tanto presume y no puedo esperar admirar su huerto.
—Itadori Yuuji .»


Dobló el papel y silbo un poco. Un alcón se poso justo en la rama de la que acababa de saltar, en su pata izquierda coloco el pedazo de papel doblado. --Se puede retirar-- descargo un poco de energía maldita en el ave, la cual era una maldición, Ryomen le enseño que estaba entrenado para la mensajería.

El ave lo miro unos segundos y se fue volando.

Esperaría ahí mismo la respuesta para acordar día y hora.

Para matar el tiempo empezó a concentrar su energía, de un golpe destruyó el árbol. Respiro e hizo lo mismo pero intentando limpiar las impurezas de la energía y intentar hacerlo a la inversa, en lugar de sacar su energía, tomar la del ambiente.
Cuando se sintió preparado tocó el lugar en dónde el árbol tenía un orificio, con cuidado transmitió la energía mirando como brillaba y en dónde lo hacía el árbol sanaba.

Repitio el movimiento hasta que el ave llegó. Y en la carta se escribía un «Mañana a las doce ». No era pregunta, a él no le molestaba, pero le hizo gracia, la carta parecía estar hecha con prisa.

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Alargar la trama a lo pendejo es mi mayor pasión.

¿Por qué tan corto? Por qué no puedo Marta, tengo como noventa borradores y escribo de casi cada cosa y se me olvida la trama de esta y hago poquito por qué hueva.

Feliz San Valentín!!! Espero tengan un ganadote y que todxs les hayan dado un regalo y si no pues nimodo yo se que alguien te amara (cada día más cursi )

No poso bay 🫦

Cerezo Sangriento Donde viven las historias. Descúbrelo ahora