Lo siguiente puede no ser tan malo

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La pregunta que mas rondaba por mi cabeza era: ¿Y que sigue?. 

Si miras un poco, aunque sea un poco para atrás en tu vida, en tu tiempo, te topas con mucho con recuerdos, también con reflexiones, pero sobre todo, con preguntas, muchas preguntas.

Mi tranquilidad era nula viendo todo lo que sucedía a mi alrededor, mi madre estaba destrozada por la muerte de mi padre, y eso me destrozaba a mi también, el ver a mi madre llorar me destrozaba totalmente.

No me quería quedar con los brazos cruzados, acostado en una camilla, pero en el fondo sabia que no había nada mas que hacer ahora mismo, solo pensaba en las miles de preguntas que tenia, ¿Porque mi padre se fue tan repentinamente? ¿Habría sido por dinero? ¿Por problemas con alguien? Esas eran unas pocas de las muchas que tenia.

De repente llega mi madre:

-Ok, hola de nuevo, perdona por lo de antes, esto...esto es demasiado para mi, todo fue tan...tan rápido.

-Ya....

-Llame a una amiga mía, vive cerca de la ciudad, nos vendrá a buscar en su auto, es muy amable, nos prestara una pieza que tiene ella por un tiempo, mientras consigo un trabajo y empezamos a construirnos de nuevo....Ok?

-Ok...

-Vamos hijo, se fuerte, -De nuevo la misma frase- Nosotros podemos pasar esto solo tenemos pensar positivo y como dije, ser fuertes.

En eso llega el doctor.

-Permiso, Oh Hola! No sabia que había venido, vengo en un rato si quiere.

-No no quédese, -decía cariñosamente mi madre.- viene a dar información o algo?

-Si, venia a decirle a Miguel que lo darán de alta en unas horas mas, como le dije usted hace un rato.

-Se me había olvidado decirle eso a mi Miguel, gracias por recordarmelo.

-No se preocupe, ahora si me voy, en un rato mas me vengo a despedir.

-Ok

El doctor se fue de mi sala y quede con mi madre.

-Pues eso, que en unas horas mas te darán de alta y mi amiga nos vendrá a buscar.

-Ok...

-Bueno, vuelvo en un rato.

Pasaron las horas y mi madre vino a buscarme.

-Ten esta ropa hijo, vístete y cuando estés listo me avisas, estaré en la puerta.

-Ok.

Era un pantalón color negro y una polera manga larga de color verde con unas rayas color negro de decorado, muy liviana la polera, me quedo gustando, ademas los zapatos converse con los que me había pasado el accidente, estaban recién lavados, también estaban mis calcetines y boxers, recién lavados.

Me vestí y le avise a mi madre, recorrimos el pasillo, el mismo con el que soñé, y en el que me hablo el que seguro, era mi padre.

Mientras caminábamos nos cruzamos con el doctor Damian.

-Hola Miguel! -dijo con animo el doctor-

-Hola. -Dije-

-Hola Doctor! Justo nos íbamos, pensaba en que lo encontraríamos por aquí, y así fue. -Dijo mi madre-

-Bueno Miguel, te deseo lo mejor, ojala tengas suerte en tu vida y a lo mejor nos volvemos a ver, quien sabe.

-Adiós Doctor. -Le dije moviendo la mano en signo de despedida-

Con mi madre caminamos hasta la salida donde en la parte de afuera un auto rojo y medianamente pequeño estaba estacionado, en el que una mujer de pelo corto y aparentemente alta estaba en el.

-Suban!

Mi madre me indico que me sentara atrás y ella adelante para conversar con su amiga.  Yo accedí.

-Hola Clara! Como has estado? -Decía animosamente mi madre-

-Bien, y tu?

-Prefiero no hablar sobre eso.

Se notaba en el rostro de mi madre su inmensa angustia, pero en el fondo ella sabia que lo mejor ya venia, que mejores cosas nos depararan y que la suerte estará de nuestro lado.  En el camino a la casa de esa amiga, Clara y mi madre conversaron sobre todo, yo solo me recosté y mas o menos cómodo me dormí.

Inexistentes RazonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora