Inexistentes Razones

Incluso puede mejorar

Al llegar a esa casa, de mediano tamaño y aparentemente cómoda, no evite pensar en que en verdad mejores cosas venían.

Mi madre y su amiga se bajaron del auto antes que yo, después entramos a la casa y Clara llamo a una tal Sofia.

-Cuantos años tenia tu hija? -le dijo mi madre a su amiga Clara-

-Ya tiene 16, recuerdo que tu la conociste cuando apenas tenia 4 años.

-Si me acuerdo, no puedo evitar pensar en lo tierna y bella que era, y supongo que todavía es.

En eso bajo de una escalera una bella joven de largos cabellos, de un rostro esplendido, y una hermosa sonrisa.

Iba vestida con una polera negra con un estampado de un gato camuflado con el color de la polera, viéndose solo los ojos del gato, también iba con unos pantalones idénticos a los míos, no podía dejar de pensar en lo bella que era.

-Guau! ya es toda una mujer! -Decía sorprendida mi madre-

-Hola.. -Decía tímidamente a mi madre-

Se dio vuelta y al verme capte una pequeña mueca de timidez y sorpresa, como si fuera alguien muy conocido para ella.

-H-Hola...-Me saluda con un beso en la mejilla-

-Hola. -Le dije en voz baja-

Mi madre me miro con la típica cara con la simple intención de molestar e incomodar, y al mismo tiempo dándote un supuesto animo para que logren enganchar con la presente persona.

-El es Miguel, mi hijo, ojala se lleven bien.

Hubo un silencio incomodo por unos segundos.

-Bueno, los llevare a sus habitaciones.

Primero subimos las escaleras, nos llevo a una habitación medianamente grande donde había una cama de una 1 plaza y media y un armario, ahí dormiría mi madre, después nos llevo a una habitación medianamente pequeña con una cama de 1 plaza y otro armario.

Me instale en mi cuarto tranquilamente, al estar listo me recosté en mi cama y me quede mirando el techo por 5 minutos, y sin darme cuenta me quede dormido.

Me despertó esa hermosa joven, hace mucho tiempo que no despertaba de tan buena manera y con tal bello despertar.

-Oye, tenemos que ir a cenar, oye. -Me decía mientras me movía el cuerpo.-

-Q-Que? A cenar ya? Oh..hola..-decía retomando el conocimiento-

Me quedo mirando con una bella cara de timidez, como si sus palabras no salieran por alguna razón, como si no tuviera nada que decir excepto mirarme, y se quedo así como por 5 segundos.

-Oh..si..hola.., oye tienes que venir a cenar, apúrate.

Y ella rápidamente salio de mi habitación y bajo las escaleras. Se notaba que era tímida, pero yo había despertado extrañamente bien, así que en ese momento no tenia problemas en tratar de desechar esa timidez.

Al bajar vi sentados a todos en una mesa bastante grande, todos estaban sentados. Yo solo me senté y me prepare un té.

-Dormiste un par de horas. -Me dijo mi madre.-

-Creo que si, aunque me hubiera despertado por el hambre, gracias por despertarme. -Mire a Sofia solo 1 segundo y luego mire a mi madre.-

Con el tiempo, empece a pensar diferente. (esta parte puede resultar importante, tomen atención.) 

Cuando paso lo de Sofia, sentí que tenia que aprovechar esos momentos cruciales, no apresurarme, era bastante raro, como si todas las vueltas que me había dado para poder llegar a algo parecido a un hogar, hayan valido la pena. 

[Esto no es una novela romántica, así que diré las cosas sin hacer mucho alardeo, pronto se darán cuenta, ya verán rufianes]

No me gusta dar muchas vueltas, así que supongo que habrán captado el obvio sentimiento que estaba desarrollando en mi, pero vamos, que esperaban, sigamos.

Mientras estaba en la mesa, sentí una sensación de tranquilidad, como si hubiera tomado aire después de aguantarla por horas.

-¿Y como te va en la escuela, Sofia? -Dijo mi madre- La pregunta la tomo de improviso.

-Ah? oh.., Ehh.....Bien, si, tengo buenas notas, no perfectas pero me mantengo bien. 

-Estoy segura que si ella se lo propone, podría ser la mejor de su clase todos los años, pero ella no lo  hace. -Dijo Clara-

-Que dura eres, -Decía mi madre entre risas- si ella se mantiene bien y no se agobia por ello, es perfecta, lo que menos queremos es a Sofia estresada.  

Aunque no podía imaginármela estresada, notaba a Sofia un tanto seria.

No tome mucha atención ni hable mientras estaba en la mesa, es mas, la conversación que les conté fue la única a la que le tome atención.

Después de comer, fui a mi habitación y me puse a descansar, después de eso, recordé que la casa tenia un patio trasero, así que, sabiendo que ya era de noche, fui a ver.

Baje las escaleras, atravesé el living, abrí un ventanal que había, y me senté en el pasto, y mi mente quedo en blanco, mire las estrellas como por 4 o 5 minutos y en eso siento que alguien abre el ventanal. 

Era Sofia.

Se paró un par de metros cerca de mi y me dijo: 

-Me ganaste.

-Que? -Esperaba algo mas, ya saben, mas-

-Nada, puedo sentarme al lado? -me dijo con una sonrisa-

-Claro.

Se sentó y se dispuso a mirar la majestuosa imagen de una noche estrellada.

-Se que aun es muy pronto, no se nada de ti, pero, me pareces lindo y quiero conocerte. 

-QUE?!