El niño hada olvidado

Capítulo 45: Destino predestinado

Destino predestinado

El momento de silencio pareció prolongarse por la eternidad.

Link estaba entumecido; sintiendo como si no estuviera realmente en su propio cuerpo mientras veía el escenario de ese fatídico día desarrollarse lentamente en su mente. Los recuerdos se juntaban con cada palabra pronunciada por Yorenthall.

A Link le dolía la cabeza y tenía el pecho apretado. De repente le resultó difícil respirar.

Lo siguiente que supo fue que estaba de rodillas, mareado. Fuertes brazos lo sostuvieron alrededor de sus hombros. Era Lucía; probablemente lo había atrapado cuando sus piernas se doblaron. Arrodillada junto a él, le ofreció una sonrisa compasiva cuando él la vio.

"El tiempo pasó...", continuó Yorenthall, su voz solemne atrajo la atención de Link fuera de la espesa niebla del pasado.

El niño levantó la cabeza para encontrarse con la mirada entristecida del espíritu flotante del Antiguo Rey Dragón. El entumecimiento se convirtió gradualmente en emociones, una corriente de goteo que pronto se convirtió en una inundación cuando la verdad golpeó donde más dolía. Sus amigos del pasado, Yorenthall, Keaton y Epona también, sus vidas fueron sacrificadas o dejadas atrás solo para cumplir el destino de Link, predicho hace mucho tiempo...

Link no estaba enojado porque terminó de la manera que lo hizo; no habría conocido a Wendy ni a todos en Fairy Tail si las cosas hubieran sido diferentes. Tampoco habría obtenido los poderes que necesitaba para enfrentarse al gran mal profetizado que traería la ruina a Earthland.

Finalmente entendió que no había otra opción. Su vida como Bacon y su vida como Keaton del oscuro futuro; eran los dos caminos destinados que finalmente lo llevaron a este resultado, donde caminaría una vez más como Link, el Héroe elegido por el destino, una noción que parecía demasiado familiar. Yorenthall y Keaton el zorro ya habían determinado sus propios destinos mucho antes de la llegada de Link a su mundo; intercambiando sus vidas para traer este futuro más brillante.

Las lágrimas corrían por las mejillas de Link y él se las secó rápidamente, mientras respiraba profundo y tembloroso. Su tristeza persistía, pero ya no estaba abrumado por la desesperación mientras escuchaba a Yorenthall;

"Ese fatídico momento se convirtió en un pasado distante. Este bosque se quedó solo, para sanar, para ser olvidado. Durante quinientos años, tu cuerpo y tu alma se preservaron dentro del antiguo templo, el tiempo casi se detuvo sobre ti por la antigua y poderosa magia que aún tenía que desvanecerse. Durante mucho tiempo te habíamos vigilado, nuestros cuerpos perecieron, pero nuestros espíritus libres, nuestros deberes aún cumplidos. Hasta que llegó el momento de que despiertes y comiences tu viaje ... "

Yorenthall inclinó la cabeza profundamente, su nariz a un brazo de distancia de Link y su barbilla casi tocando el suelo. Los tres ojos de oro fundido del dragón brillaron con sumo pesar. "No puedo pedir perdón por las dificultades que tuviste que soportar. Este fue el único camino con el más brillante rayo de esperanza para este precioso mundo. Y ahora ese rayo se ha convertido en un faro. Tenía fe en que brillarías fuerte contra el gran el mal cuando había surgido por primera vez, sin embargo... hasta donde yo veía en el futuro, este momento en el tiempo donde nos encontraríamos de nuevo.

"Tu viaje aún no ha terminado, mi querido amigo. El gran mal persiste, extendiendo su corrupción. El destino final de este mundo depende de ti, pero puedo ver que ya no es una carga que debas llevar solo". Yorenthall levantó la cabeza en alto y sonrió mientras recorría con su amable mirada los otros rostros que tenía delante. "Tu vol t ierru se mantiene fuerte a tu lado, prestando su creciente fuerza a la tuya".