Kate Bishop era feliz en su matrimonio aunque su esposa Yelena Belova era el mismo demonio. La rubia era una gran mujer pero tenía un poco de mal genio, y no era muy cariñosa o expresiva, Kate a veces se quejaba que nunca fue tierna.
Pero Kate tiene un gran secreto, pues desde hace ya más de 3 años recibe cartas de un extraño, o extraña, son cartas llenas de poesía las cuales le han devuelto la alegría y se preguntaba quién era su admirador/a secreto/a.
Te ofrezco entre racimos, verdes gajos y rosas, Mi corazón ingenuo que a tu bondad se humilla; No quieran destrozarlo tus manos cariñosas, Tus ojos regocije mi dádiva sencilla.
En el jardín umbroso mi cuerpo fatigado Las auras matinales cubrieron de rocío; Como en la paz de un sueño se deslice a tu lado El fugitivo instante que reposar ansío.
Cuando en mis sienes calme la divina tormenta, Reclinaré, jugando con tus bucles espesos, Sobre tu núbil seno mi frente soñolienta, Sonora con el ritmo de tus últimos besos.
Att: Tu amante
Y esa carta estaba junto con un ramito de violetas, las favoritas de Kate, son moradas obvio son sus favoritas.
K: Quién serás extraña?
Y: Otra vez los poemas y el ramo de violetas, quien te escribe tanto?
K: No lo sé
Y: -Levanta las cejas- enserio?
K: Vamos Yelly ya te lo he dicho, eres la única
Y: Ok, me tengo que ir -le besa- bye
K: Bye amor
Y: Ja, -ve las flores- con amor siempre las recibes, y como siempre sin tarjeta, quien te mandará un ramito de violetas? -se va-
A Kate a veces le preocupaba esto de que Yelena supiera de ese misterioso/a admirador/a, lo descubrió hace poco y claro no sabía que llevaba años pasando, pero también a veces soñaba, a veces se imaginaba como sería aquella persona que tanto la estima, será de pelo negro, sonrisa abierta, piel morena, de ternura en sus manos, quién será quién sufre en silencio?, quién puede ser su amor secreto?, ella no sabe nada, solo mira a su esposa y se olvida del tema del admirador/a.
Meses después
A veces tengo ganas de ser cursi para decir: La amo a usted con locura. A veces tengo ganas de ser tonta para gritar: ¡La quiero tanto!
A veces tengo ganas de ser niña para llorar acurrucado en su seno.
A veces tengo ganas de estar muerta para sentir, bajo la tierra húmeda de mis jugos, que me crece una flor rompiéndome el pecho, una flor, y decir: Esta flor, para usted.
Att: Tu amor secreto
Y: Quién te escribe versos? Quién te manda flores en primavera?
K: Desde cuándo hablas tan poéticamente?
Y: Te gusta no?
K: Yelly Boo sabes que esto es, loco, pero nunca cambiaré mis sentimientos por ti
Y: Está bien Baby Hawk, te quiero bye -la besa-
K: Que te vaya bien amor...
Más tarde
Yelena cansada del trabajo llega a su casa, deja su abrigo y mira a su esposa de reojo, Kate no dice nada porque lo sabe todo con esa mirada, fue un día difícil y no está del mejor humor, bueno eso es siempre pero está vez es peor, ella es así feliz de cualquier modo.
Y: Estoy muy cansada, iré a dormir
K: Claro, descansa amor
Y: Ajá -se va-
Lo que Kate no sabía es que Yelena no estaba cansada, ponía esa excusa para que no entrara en la habitación en un buen rato, esto para escribir el siguiente poema que le mandaría a su esposa, porque ella es quien escribe versos, ella es su amante, su amor secreto, y la pelinegra que no sabe nada mira a la rubia y luego se calla. Aunque claro escribir poemas no era fácil y debía pensar muy bien como expresarse de la mejor forma, pero le llegó a la mente una poeta, la favorita de Kate.
Una semana después
Y: Otro poema y ramo de violetas
K: Esto cada vez está siendo más constante, primero era cada fin de año, luego cada seis meses, luego cada tres meses y ahora cada semana -ve a su rubia- lo siento
Y: No no te disculpes, es más ábrelo
K: Qué?....
Y: Ábrelo porque no
K: No me vas a pedir el divorcio verdad?
Y: -Se ríe- claro que no Kate Bishop, anda ábrelo, tal vez ahora sí tenga firma que no sea un apodo
K: Ok...
La pelinegra abrió la carta y comenzó a leer, y su esposa tuvo razón, la carta estaba firmada, además de que el poema era muy hermoso.
Más amada no puedes ser, Porque te amo tanto que ya casi rompe mi corazón. Quizá pueda amarte de nuevo cada día de mi vida, Cada mañana y noche, Oh, si tan solo me lo permitieras, Qué feliz sería.
Emily Dickinson
Att: Yelena Belova
Kate no lo podía creer, fue su esposa, todo este tiempo ha sido su esposa, rápidamente dejó la carta en la mesa y se levantó para voltear a ver a la rubia.
K: Eres tú, siempre has sido tú
Y: -Se encoje de hombros- sé que no soy muy expresiva, pero porque Te amo quería empezar a serlo, y este fue el mejor modo que pude encontrar
K: Yelly Boo, es la mejor forma de demostrarme tu amor, poesía, y de Emily Dickinson además, y las flores, mis favoritas, solo tú me conoces tan bien -llorando- Te amo mi amor -la abraza-
Y: Yo también Te amo Baby Hawk, entonces... Quién te escribía a ti versos dime niña quién era?
K: Tú -sonríe-
Y: Quién te mandaba flores en primavera?
K: Tú -sonríe-
Y: Con amor las recibías, como siempre sin tarjeta, te mandaba a ti un ramito de violetas
K: Ya bésame...
Y: No tú bésame a mi...
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Ambas se abalanzan y se dan un beso lleno de amor y pasión. Yelena podría no ser muy tierna o expresiva, pero sin duda el amor por Kate la hizo cambiar, y está era la forma más romántica de empezar, con cartas llenas de poesía y un ramito de violetas.
