Dazai estaba más que confundido, en un momento se encontraba cayendo directo a su muerte y ahora está en una habitación blanca y vacía, a menos claro que ya estuviera muerto y esto era algo previo, un limbo extraño.
"Los humanos tienen mucha imaginación" girando el pelinegro se encontró de frente a una joven de cabello negro y de tez increíblemente blanca,ojos negros y una sonrisa demasiado perfecta como para ser real "No estás en el limbo, pero sí estás muerto"
"Entonces, ¿Dónde estoy?"
"En mi hogar o bueno el hogar que mi ama me dio" extendió los brazos como si el lugar tuviera algo que mostrar además de un infinito blanco.
"Tu ama debe ser muy tacaña si te dio un lugar en blanco en el que vivir"
"Ella no es, puedo moldear este lugar a mi gusto" respondió cortante "El único límite que tengo es el de mi propia imaginación" se encogió de hombros "Pero no es para conversar para lo que te traje aquí" señalo un lugar y apareció una mesa redonda con galletas y chocolate, dos sillas acolchadas a cada lado de la mesa "Ven, siéntate" sin muchas más opciones el pelinegro acepto.
"¿Entonces?" a Dazai nunca le gusto no saber nada acerca de algo, lo hacía sentir vulnerable de alguna manera.
"Tengo un trato para ti" al ver que el pelinegro no la interrumpía siguió hablando "Te mandaré a un universo distinto, con una edad distinta, con una habilidad distinta, pero parecida y con reglas que debes seguir a cambio de mantener con vida a tu querido Odasaku en este universo." Los ojos del joven se abrieron, antes de entrecerrarlos, toda su postura se tensó.
"¿Tú que ganas con esto?" para Dazai, tal propuesta no tenía sentido, la chica sonrió con su taza de chocolate en mano.
"Entretenimiento" tomando un sorbo de su taza, la chica lo miro atentamente "Mi ama y yo veremos tu vida como si de una novela se tratase, la vida de un inmortal es aburrida" dejando su taza en la mesa "Al universo que te mandaré será un tanto destino al tuyo en términos de línea de tiempo, pero en su mayor parte lo mismo"
"Excepto yo" el pelinegro ni siquiera toco la comida.
"Así es, pero tu pequeño amigo no morirá, eso te lo puedo asegurar" miro la taza con calma "Solo debes aceptar"
"¿Qué reglas?" respondió en su lugar.
"La que menos te gustará, no morir, si tú mueres, él muere al mismo tiempo que tú, Oda tendrá su vida atada a la tuya de manera muy literal" había incomodidad en la postura del joven, pero este asintió de todos modos "Deberás permanecer en la mafia, tu amigo no está obligado a eso, solo tú"
"¿Por qué me quiere en la mafia?" la chica sonrió, no amable ni tranquila, fue cruel.
"Mi ama es amable, pero primero le gusta dejar mal mentalmente a su juguete" se encogió de hombros "Además son pocos los universos donde sigues en la mafia, así que ella te quiere allí" sin dejar que el otro hable "La tercera regla es que debes como mínimo comer dos veces al día, dormir al menos cuatro horas al día y hacer una hora de ejercicio al día" el más joven le miro horrorizado.
"¿Tú me quieres matar con el ejercicio?" ella negó "Pero supongo que por Odasaku puedo soportarlo".
"Ese es el espíritu" sonrió con burla "Cuarta regla debes mejorar tu combate cuerpo a cuerpo, tu resistencia y tu flexibilidad" con cada palabra el pobre hombre parecía más cerca de morir "Quinta todos tus estudiantes y niños que estaban a tu cargo deberán estar en la mafia contigo" el macho hizo una mueca, pero no comento "Sexta y última, sé más amables con dichos niños, no te pido que los mimes ni nada, pero si los vas a entrenar no lo hagas como lo hiciste con Akutagawa y eso sería todo" la chica espero una respuesta.
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Quería morir, el universo dijo no.
RandomCuando se lanzó del edificio para morir Dazai no esperaba entrar en una especie de limbo, encontrarse con una especie de Diosa rara y ser mandado a patadas con varias condiciones al pasado en otro universo. Pero hey, Odasaku esta vivo.