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Despertarse con la luz del sol no era poco común para Dazai, lo raro era despertarse cómodo rodeado de suavidad, parpadeo aun atontado por el sueño, lo primero que vio fue a su gato mirándolo, para posteriormente lamer le la cara y saltar de la cama y pararse en la puerta del baño, como si le dijera que se dé una ducha.

"Me siento personalmente ofendido por esto te lo hare saber" expreso ofendido mientras salía de la cama, el gato le dio una mirada en blanco "Además que ropa me pongo ¿eh?"

"El humano te trajo ropa mientras dormías" la voz suave de su gato resonó en su mente.

"¿Por qué no me despertaste?" el hecho de que haya estado tan agotado para no notar cuando alguien entra es motivo de preocupación para el joven.

"No emanaba peligro o que te quisiera hacer daño"

"Aun así" suspirando fue al armario para encontrar mas ropa que le quedaba un poco grande "Pero lo hecho, hecho esta, deja ver que me pongo" miro las cuatro piezas de prendas iguales a las que llevaba, con la sola diferencia del color "No es que sea muy difícil elegir tampoco"

Con ropa azul en mano se dirigió a la ducha y se quedó un momento de más en el agua caliente, su gato lo esperaba en el suelo del baño.

"Ahora que lo pienso nunca te puse un nombre" ya cambiado y limpio, sentado en el borde de su cama.

"No"

"Oh" lo pensó por un momento "¿Quieres uno?"

"¿Quieres darme uno?"

"Si" el gato movió la cola, como si lo estuviera pensando.

"Bien" respondió acercándose a su dueño.

"Um, veamos que nombre te quedaría" miro al gato entrecerrando los ojos "Haruka" dijo sin más "Te queda bien"

"Niño ¿sigues vivo?" sonó una voz a través de la puerta.

"Desgraciadamente" el hombre entro sin más, mirando al niño atentamente.

"No eres una persona mañanera por lo que veo" fue dicho con sarcasmo por el mas viejo de la casa "como veo que ya estas listo, ven vamos a comer" salió de la habitación claramente esperando que Dazai lo siga.

Una vez en el comedor la mesa para seis personas tenía dos platos de panqueques con dos frutillas encima y miel, a su lado un batido de frutilla.

"No estoy seguro de que clase de desayuno tienen los niños de tu edad" hablo mientras se sentaba "Tendrás que conformarte con eso, si no te gusta eres libre de morir de hambre hasta la hora del almuerzo" y sin esperar comenzó a comer.

Al niño le costo un poco subirse por su cuenta a la silla, pero con un poco de esfuerzo más un empujón de su gato el joven logro subir, Dazai miro atentamente a su padre en este universo, el gato simplemente acostado al lado de su amo en el suelo, listo para apoyarlo en cualquier momento.

"Nunca nos presentamos anoche" ambos dejaron momentáneamente de comer "Tu nombre" no fue una petición, fue una orden.

"Dazai Osamu, señor" Dazai miro al hombre con fingidos ojos nerviosos.

"¿El gato necesita algo?" era una pregunta valida.

"No, es parte de mi habilidad, puede comer y dormir, pero no lo necesita" el hombre asintió en comprensión.

"En tres días iremos a comprobar a un contacto mío si realmente eres mi hijo" levantándose de su asiento con calma al ver la hora "hoy iras de compras con uno de mis empleados" tomo su gabardina y se detuvo en la puerta "Pórtate bien hoy" y se fue.

Quería morir, el universo dijo no. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora