03. Elias.

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Canción: All too well. (Taylor Swift)

Nos van a detener, la fiesta se ha salido de control y los vecinos han llamado a la policía. Miro desesperada a Abelardo y él comprende que es momento de irnos, Uziel nos sigue, y así salimos caminando de aquel residencial.
A unas cuadras, se encuentra la plaza, y no puedo evitar recordar a Manuel, porque fue exactamente aquí en donde lo dejé tirado por ir a buscar a Dez, me río por el recuerdo tan incomodo, y para cuando giró mi mirada para ver a mis amigos, ambos ya están siendo interrogados por los guardias.

—¿Qué pasa? -una voz externa de hace presente, y nos obliga a todos a mirarlo, es Elias, el hermano mayor de Abelardo.

—Hay una fiesta clandestina con alcohol y drogas dentro de la privada, los vecinos llamaron a la policía y nos han pedido que no dejemos ir a nadie que sea externo al residencial -pongo los ojos en blanco al escuchar cómo el guardia ha descrito una estupida fiesta de niños de secundaria.

—Él es mi hermano -señala Elias a un Abelardo asustado y confundido —Y es menor de edad, créame que yo sería el primero en saber si es que él ha venido a una fiesta como la que describe.

Parece que esa excusa es suficiente para dejarnos ir, Elias camina junto Abelardo justo detrás de Uziel y yo.

—Son las cinco -murmura Elias demasiado molesto —Y apestan a alcohol, ¿qué vamos a hacer cuando lleguemos a casa?

—No bebí nada, fue Ainara, me tiro encima toda su cerveza -me rio al recordar la manera en que nuestra amiga tiró descaradamente su trago encima de la playera de Abelardo.

Elias también se ríe, y algo en mi mente me dice que fue porque lo contagié con mi risa, continúo caminando, ya casi llegamos a la plaza en donde me espera mi tía.

—¿Y ella es Amelia? ¿La que nunca me contestó los mensajes que envié? -me rió de manera tímida y él me sonríe.

No le puedo llamar amor a aquello que duró tan solo unos meses, Elias sencillamente buscaba algo más en una relación que yo no podía darle dada mi edad.
Fueron cinco meses en donde experimente lo que es salir con alguien mayor que yo; las cenas en restaurantes, las salidas en auto y las funciones de cine de terror.

La última noche en la que salí con él mi padre nos recogió, él estaba molesto porque yo había preferido entrar a ver una película a ir con él a un motel. Para cuándo el auto se detuvo frente a su casa, él abrió la puerta de un modo violento y la cerró con más fuerza de la necesaria. No le importo pararse debajo de la lluvia, creo que lo único que quería era no pasar ni un minuto más conmigo a su lado, lo siguiente que supe de él fue dos días después, me envió un mensaje de texto diciendo que era demasiado inmadura.

Demasiada inmadura para estar en una relación contigo, pero es que jamás se te pasó por la cabeza que esa inmadurez se debía a la diferencia de edades que existían entre nosotros. Te odio, porque siempre voy a recordar lo cobarde que fuiste al terminar con mis sentimientos por un mensaje de texto de tan sólo tres renglones.

Peonias en invierno.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora