Mi amor por ella || A.L

9. Diferente a mí

ANTHONY POV

— ¿HAS VISTO AL CHICO NUEVO? — ME preguntó Zack.

Negué con la cabeza.

— ¿Chico nuevo? Ya casi termina el año.

— Si, por lo que escuché viene de California, es de nuestra edad. Si es cool podríamos unirlo al grupo.

— Si, supongo. — Zack iba a hablar, pero lo interrumpió el timbre, por lo que hay que entrar a clase.

—Nos vemos. — asentí.

☜♡☞

— ¿Quién es? — le pregunté a mí mejor amigo, sentándome en la mesa, junto con el resto de mí grupo.

Hoy pensaba sentarme con Juliette, pero se tuvo que quedar unos minutos con la profesora de ciencias por unos ejercicios.

— Es ese de ahí. — señaló a un chico un poco más bajo que yo, rubio, cabello lacio y ojos claros.

Diferente a mí.

— Uhm, interesante. —

— Llámalo, dile que se siente aquí. — le ordenó Zack a otro amigo. — El pobre no tiene amigos.

Nuestro amigo se acercó al rubio y le habló, señaló nuestra mesa y Zack le saludo, él asintió. Ambos se dirigían hacia nosotros.

— ¡Hola!

— Hola... — saludó algo tímido.

— Hey, no seas tímido. Él es Marcus, Liam, Anthony y yo soy Zack. — presentó señalando uno por uno.

— Es un placer. Soy Michael, pero me pueden decir Mike. — "Mike" se sentó con nosotros y nos contó un poco de él.

Empezaban a entrar todos los cursos restantes a la cafetería. Pude diferenciar entrar a Juls con Emily.

Y tal parece, este Californiano también la veía.

— Hm, interesante, Mike. — dijo Zack luego de ver a quien veía Michael. — Ella es Emily, la única pelirroja en nuestro curso.

Mike negó.

— No, la rubia. ¿Cómo se llama? Hoy la vi en clase pero no me atreví a hablarle. — Zack me miró.

¿Qué?

— Ah... Ella  es Juliette Parker, la única pelirroja del curso. La noviecita de Anthony.

— No, no es mí novia. Michael, ella es mí mejor amiga. — el asintió.

— ¿Sabes si tiene novio? — lo miré fijamente.

— No. Pero no está interesada en eso, para nada. — respondí rápidamente, que patético.

— Oh, entiendo...

☜♡☞

Jugaba con mí Xbox luego de llegar de la escuela, hasta que una voz interrumpió mi partida.

— Oh, ¡hola, Anth! No te vi llegar de la escuela. — exclamó mí abuela sentándose al lado mío.

— Hola, abue. — respondí sin ánimos y dejando de jugar.

— ¿Que pasa, mí vida?

— No, nada...

— Anth, soy yo. Puedes confiar en mí. — la miré.

Ya no podía aguantar. Hace ya casi un año que no le he dicho a mí abuela que me gusta Juliette.

Lo único que le dije fue que la he invitado a salir, pero no le dije que me gusta directamente.