Mi amor por ella || A.L

5. Un "impulso"

OMNISCIENTE POV

ANTHONY LARUSSO NO CREÍA EN EL AMOR A PRIMERA VISTA. Es más, directamente no creía en el amor. Pero esa creencia se desvaneció en cuanto vio a esa rubia al frente de su casa.

Hace cinco meses que ambos adolescentes se conocían. Formaron una linda amistad pero era evidente que Anthony deseaba más que eso. Pero también sabía que debía ir despacio con Juliette, ser paciente con ella y que todo vaya a su tiempo, porque el amor debe ser así.

En estos meses, al ellos ser mejores amigos, están la mayoría del tiempo juntos. No tanto en la escuela, pero fuera de ella, son realmente inseparables. Si Juliette no está en la casa de Anthony, él está en la suya. Pasan todas las tarde juntos, haciendo tarea, jugando videojuegos, entre otras cosas.

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Hoy, viernes, es el último día de la semana, lo que indica que mañana será la salida de Juliette y Anthony. Cosa por la que el pelinegro estaba muy ansioso.

El receso es algo que Anthony amaba, pero últimamente ese opinión cambió, ya que en todos los recesos, Juli estaba en la misma mesa junto a Emily y Kenny. Con la pelirroja no había problema, pero Kenny...

— Vamos, amigo, ¿no harás nada? Te va a quitar a Parker. — dijo Zack.

— No puedo hacer nada, Zack. No somos nada para hacerle una estúpida escena. — respondió Anthony mientras miraba a ambos adolescentes riendo.

Emily estaba en el baño, lo que fue peor para el pequeño LaRusso, ya que eso hizo que Juliette y Kenny convivieran más en el descanso.

— No son pareja, pero eres su mejor amigo. — argumentó el rubio.

— ¿Y?

— Eres un completo idiota. — Anthony se quedó pensando mientras miraba a los adolescentes.

No podía contener su enojo, no soportaba verlos juntos, menos si se veía a la rubia feliz de eso.

Kenny se acercó a Juls y puso un mechón de su cabello atrás de su oreja, lo que hizo que Anthony explotara. El pelinegro se paró de su asiento enojado, decidido a hacer que Kenny pare con sus coqueteos.

— Hey, no. ¡No me refería a que reacciones así! — exclamó Zack, tratando de detener a su amigo, cosa que fue inútil.

Anthony se acercó a los adolescentes para tomar del brazo a Juliette y tironear de él, haciendo que ella se levantara. LaRusso se encargó de alejarlos de la cafetería para que se encontraran en el pasillo.

— ¡Hey! ¿Qué te pasa? Estábamos hablando. — gritó Juliette. La cual fué ignorada por el pelinegro, el cual seguía caminando rápidamente, y como no la soltaba, ambos se movían en camino a una dirección desconocida.

Técnicamente no la ignoraba, él estaba pensando qué hacer o qué decirle cuando se detengan. La rubia se seguía quejando y preguntándole qué le pasaba.

— ¡Anthony, me duele! — gritó. El llamado hizo que él parara de caminar y se girara para verla.

Al tratar de ver sus ojos, vió como los de ella estaban centrados en su brazo. Anthony la soltó y logró ver cómo su brazo estaba ligeramente rojo.

— Y-yo... Lo siento, Juls. Espérame aquí, no te muevas. — el pelinegro se fue y en cuestión de segundos volvió con una pequeña bolsa de hielo, la cual puso en su brazo e hizo un poco de presión.

— Lo siento, Juliette. No sé que me pasó, yo... Fue un impulso, perdón, en serio. Por favor, perdóname, no lo hice queriendo es que... — habló rápidamente hasta que la rubia lo interrumpió.