PRÓLOGO

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Doctor Strange miró a Wong, contrariado. El hombretón calvo, de pie a su vera, le devolvió una mirada cansada, casi destruida. Reed Richards había muerto.

El líder de los 4 Fantásticos, considerado por muchos como el hombre más listo en el mundo, así como un gran esposo y padre, y un héroe ejemplar por sobre todas las cosas, descansaba a treinta metros bajo tierra con un enorme agujero en el pecho. Sus ojos vacíos clavados en su asesino: Ultrón.

La máquina se elevó en el aire y divisó al resto de los superhéroes.

—Este es el destino de toda plaga —dijo con su voz férrea y oscura—. Siempre lo ha sido. No pueden evitarlo. No, no podrán. —Los ojos biónicos de Ultrón brillaron de un rojo sangre—. Porque seré yo quien se encargue de ello.

Con un grito enfurecido, la Antorcha Humana, Johnny Storm, se abalanzó sobre el autómata, en una explosión de fuego. Y la pelea volvió a retumbar. Spider-Man, La Avispa, Black Bolt, Capitana Marvel, Hulk y Namor enzarzados de nuevo en una contienda que, tanto Strange como Wong, veían perdida.

Stephen cayó de rodillas:

—Este es el fin...

—Aún no, mi amigo.

Wong se agachó a su altura y formó un círculo mágico. Pese a su estado, aquel a quien Stephen Strange consideraba su hermano, el Hechicero Supremo, pudo abrir un portal hacia el Sanctum Sanctorum y sonreír.

—¿Planeas que huyamos? —Strange se burló—. Todos nosotros...

—Cierra la boca y escucha. —Wong lo sujetó por el hombro, con fuerza, y de un solo empellón lo echó al otro lado del portal—. ¡Tienes que buscar al chico! ¡Al rubio! ¡Reúnelo a él, Stephen, y a cuantos más puedas! ¡Deben detenerlo!

Entonces el portal se cerró.

El rubio de Queens (Naruto Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora