CAPÍTULO I: EL CHICO RUBIO

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No había pasado siquiera un minuto, cuando Stephen cayó en cuenta de que el tiempo corría en su contra. En contra de la humanidad entera. Se irguió y...

¿Adónde coño habían mandado al chico?

¿Wakanda? No.

¿Kamar-Taj? No, no.

¿Adónde...? ¡Queens!

Strange alzó sus manos, listo para abrir un portal, y se detuvo en seco.

Aquel muchacho era bueno, pero tosco y frío como la piedra. Llegar a su hogar después de... ¿cinco años? No: diez años de haberlo recluido en New York completamente a su suerte. Diez años sin saber nada de él. ¿Aún viviría allí? Mierda: ¡qué estúpido había sido! Al rubio no le valdría su perorata sobre el fin del mundo a manos de Ultrón, si lo encontraba. Ni siquiera le dejaría explicarle la gravedad de la situación. Lo echaría a golpes. Lo maldeciría por ser un mal amigo. Al chico solo le valdrían (tentando a la suerte) unas disculpas. ¡Unas disculpas! Con lo bueno que era, Stephen Strange, para esas cosas.

Maldijo a Wong. Luego, pensó en sus palabras: «¡Reúnelo a él, Stephen, y a cuantos más puedas!». Bueno, pues eso haría. El Hechicero Supremo nunca le dijo que empezara por el chico. Antes se haría de una buena acompañante.

Stephen abrió un portal. Desde el otro lado, una mujer joven, alta y esbelta, con una caja de manzanas en manos, lo vislumbró dudosa. Si ese chico rubio no aceptaba sus disculpas, un poco de brujería lo haría entrar en razón.

El rubio de Queens (Naruto Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora