Ninguno ha tenido pareja.

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No pudo sacar de sus pensamientos el escrito de Kaworu Nagisa.
Incluso entre sus sueños ella parecía leerlo una y otra vez.

A Sakura le parecía extraño, el mismo Nagisa le había dicho claramente que aún no sabía que tipo de chica era la que buscaba en realidad para vivir el amor.

¿Cómo era posible que alguien que aún no sabía lo que quería podría expresar sus sentimientos por escrito y de esa forma?.

Mogami nunca había tenido pareja. Pese a que varios chicos ya se le habían declarado antes, Sakura los rechazó sin dudar debido a que los estudios se habían vuelto su prioridad, al igual que ayudar en el negocio de sus padres los fines de semana.

-¿Será buena idea preguntarle acerca del tema a Nagisa?. -. Se preguntó mientras observaba el jardín de la escuela desde la ventana de uno de los pasillos. Suspiró. -No. Él ni siquiera sabe que leí su escrito, ni siquiera se enteró que lo traté de despertar.

Sin querer recordó como se veía Kaworu mientras dormía la noche anterior en el aula.
-Él tenía una expresión tan tranquila en su rostro. Definitivamente parecía un ángel.

Y de alguna manera Kaworu si parecía un ángel al ser tan bueno y amable con todos en la escuela.

-Nagisa llama la atención de cualquiera con facilidad... -. Volvió a decirse Sakura. -Se roba la atención de quién sea... Se robó por completo mi atención---...

Calló abruptamente al darse cuenta de lo que acababa de decir. Si lo pensaba mejor era bastante repentino.

Sakura nunca había tenido pareja.

Rechazó a muchos chicos porque no estaba segura de lo que quería, al igual que Kaworu rechazaba a muchas chicas constantemente porque no había estado seguro de lo que quería.

Decidió no pensar más en esas cosas y regresar mejor a su salón, pero al momento de dar media vuelta chocó con alguien que no esperaba.

-Ay, lo siento... -. Pronto sintió que unos brazos la sostenían con suavidad para evitar que se cayera.

-No te preocupes, ¿Estás bien, Sakura?.

Esa voz... Efectivamente, era Kaworu con quién había chocado, y era él precisamente el que la estaba aún sosteniendo para evitar que la castaña se cayera.
Pronto sintió su cara arder por la vergüenza.

-¡Si!... E-estoy bien... Nuevamente l-lo siento, Nagisa.... -. No entendía porqué ahora estaba tartamudeando. Era la primera vez que le sucedía.

-¿Segura que te sientes bien, Sakura?. -. Volvió a insistir él. -Estás toda roja como si tuvieras fiebre. Puedo llevarte a la enfermería si así lo deseas.

-Ya te dije que estoy bien. -. Respondió ella alejándose de Kaworu enseguida. -No tienes por qué preocuparte tanto.

Nagisa no respondió más que con una de sus gatunas sonrisas dando a entender que se alegraba de que su compañera no estuviera enferma.

Si antes el albino le parecía guapo ahora entendía perfectamente porqué todas las chicas de la escuela se volvían locas por él. Y también le parecía lindo verlo preocupado así por ella. Le hizo sentir que ahora eran bastante cercanos.

Quizás, como eran ya buenos amigos, podría preguntarle sobre lo que había escrito la noche anterior. Existía una posibilidad de que Nagisa le confirmara algunas cosas.

-Oye, Nagisa, ¿Recuerdas la charla que tuvimos sobre que te sentías incompleto?.

-Si, por supuesto. ¿Qué sucede con eso?.

-Bueno... Verás, -. Explicó con una sonrisa nerviosa. -Ayer que me quedé tarde aquí en la escuela te descubrí dormido en el salón.

Cuando quiso contarle al albino lo demás, éste la interrumpió abruptamente, y en medio de disculpas se alejó de ella enseguida.

Una Victoria Milagrosa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora