•°•☘︎ ɪғ ᴏɴʟʏ ☘︎•°•
Mérida Greenwich busca huir de sus obligaciones como princesa, lo que hace que termine en el bosque de Jericó siendo perseguida por guardias, pero siendo guiada por la naturaleza hasta una academia nombrada como Nevermore co...
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Movía la cabeza con suavidad mientras escuchaba la última canción de la lista. Enid la miraba ansiosa por una respuesta en cuanto la canción se acabara, le había mostrado su banda favorita de K-pop.
No eran conocidos, pero amaba con todas sus fuerzas las canciones de CIX.
En especial Here for you y Movie star.
Una era súper sexi y atractiva, mientras que la otra era tan cursi y romántica que no podía dejar de escucharla.
Mérida sonrió asintiendo con la cabeza cuando acabó la canción.
—Tienen linda voz, y la letra es bonita.
—¡Sí! —gritó en victoria.
Ya le había mostrado tres grupos y algunos cantantes, y ninguno la convencía por completo.
—¿Cómo se llaman?
—CIX. No son tan conocidos como NCT, Seventeen, Stray Kids, BTS, pero son buenos.
La puerta se abrió dejando ver a Yoko agitada y con sus gafas de sol dobladas. Mérida soltó una risa.
—¿Qué sucede?
—¡Mis padres vendrán por mí para una cena!
—Okey, ¿Y por qué el terror?
—¡Que no los veo hace siete años!
—¿Cómo por qué no vería a sus padres en siete años?
—Tuvimos unas peleas.
—¡Dios santo! —Enid se puso de pie para empezar a dar saltos de desesperación con Yoko por la habitación y alrededor de Mérida.
El hada sonreía con amplitud sintiendo que las chicas estaban exagerando, pero luego recordó que ella había mandado una amenaza a su madre por parte de los guardias. Sí, no era que tuviera una relación, materna muy buena.
Minutos después, se encontraban revolcando el closet de Yoko buscando algo para que la chica pudiera ponerse. La cena era de noche, por lo que estaban buscando algo que no fuera muy descubierto y que quedará con una chaqueta de cuero color morado.
A Mérida le gustaba como Enid y Yoko tenían colores exactos para vestirse, con Enid eran rosas y amarillos, todo color que llamara la atención.
Yoko, por otro lado, eran colores más oscuros y que pasaran desapercibido, eso sí, nunca faltaba algo morado en su ropa.
Mérida... bueno, ella apenas tenía ropa en ese lugar, pero... tenía amigas con padres generosos que al momento de enterarse de la situación del hada, les dijeron a sus hijas que de ahora en adelante, también le mandarían dinero a Mer hasta que tuviera suficiente dinero.
Greenwich se sentía incómoda, había pasado de ayudar, a ser ayudada, sin embargo, no era tan orgullosa como para no recibir ayuda cuando sabía que la necesitaba.
