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Capítulo 11

La mañana empezó con un buen desayuno. A Lena no le gustaban las mañanas, sólo necesitaba una dosis de cafeína fuerte y ya estaba lista. Sam era igual que ella, pero al parecer las hermanas Danvers necesitaban un desayuno que incluyera montones de tortitas cubiertas de sirope de arce. Un montón de ellas.

Alex y Kara discutían sobre quién se iba a llevar la última de las tortitas mientras Lena intentaba ocultar su sonrisa tras la taza ante lo doméstico de la situación, entonces Eliza preguntó.

"Kara, ¿cuándo se nos unirá J'onn?".

Por lo que parecía Kara había ganado la disputa ya que sus mejillas estaban llenas, parecía una ardilla sobrealimentada. Una ardilla que a Lena le gustaría besar y lamer el jarabe que goteaba de su boca.

"Tenía que ocuparse de unas cosas en la DEO, pero ha dicho que estará aquí antes de la ceremonia".

Miró a Lena, Lena le ofreció una pequeña inclinación de cabeza y una pequeña sonrisa. Kara se había ofrecido a enseñarle los alrededores, pero Eliza detuvo a Lena diciendo que "da mala suerte ver a la novia antes de la boda". Lena no pudo decir que no a la mayor de las Danvers, así que ella y Eliza terminaron paseando cerca de la cabaña y Kara se quedó atrás con Sam, entablando una acalorada conversación sobre animales que terminó con Kara admirando las fotos de la infancia de Ruby. Alex también se quedó con Kara y Sam, tratando no tan sutilmente de restarle importancia a su interés por Sam.

Kara había traído el Libro de Rao, para leer antes de la ceremonia con el fin de meditar y se dio cuenta de la forma en que Sam miraba por encima del libro como si estuviera tratando de darle sentido un par de veces.

"Es una especie de libro de oraciones, suelo leerlo cuando estoy ansiosa. Tiene un efecto tranquilizador en mí, supongo que es la costumbre".

Sam recorrió las inscripciones del libro con la mirada, frunció el ceño y apretó los labios.

"Sí... creo que puedo leerlo".

Alex levantó la cabeza de donde estaba sentada sobre la mesa.

"¿Cómo puedes leer kryptoniano?".

Sam suspiró. Tal vez no tenía que esperar hasta más tarde, después de la boda. Así que les habló de sus habilidades recién descubiertas y de que no tenía ni idea de dónde venía. Kara parecía entusiasmada con la idea de que Sam fuera kryptoniana y le aseguró que iba a ayudarla a entender sus poderes y a encontrar a su familia. Alex se mostró más escéptica ya que había hecho algunas preguntas, pero parecía sincera cuando le ofreció ayuda para buscar a su familia en la base de datos de la DEO.

Sam tenía sentimientos contradictorios hacia ella, quería reprender a la alfa por la forma en que trataba a Lena pero también había algo muy... intrigante en ella, como que Sam no podía evitar que su corazón se acelerara cuando pillaba a Alex mirándola con unos brillantes ojos marrones. Era un fin de semana precioso, a pesar de estar lejos de Rubí; realmente estaba disfrutando de su estancia allí, Kara y su familia parecían un grupo de buenas personas, de verdad. Estaba contenta de estar allí, era principalmente para apoyar a Lena pero al ver a Kara y como trataba y miraba a Lena, había empezado a sentirse más tranquila con el hecho de que se casaran tan pronto.

Mientras tanto, Lena se sentía sorprendentemente tranquila, por primera vez en los últimos meses o incluso en los últimos años sentía que una extraña sensación de calma se apoderaba de sus sentidos. Las habituales voces en su cabeza que le decían que le esperaban muchos problemas se habían atenuado un poco, era algo tan extraño; saborear la paz entre el caos que la aguardaba. Disfrutaba de la compañía de Eliza, había un silencio agradable entre ellas mientras paseaban por el hermoso bosque.