el unico heroe

parte 3

Su respiración se atasco en su garganta a la vez que un par de pequeñas manos se posaban en su pecho, repentinamente poniendo una gran cantidad de fuerza hacia él e irremediablemente enviándolo hacia atrás a la vez que su equilibrio se perdía, obligándolo a caer al suelo con un golpe sordo tras él

Cerrando los ojos con un leve dolor en su mitad inferior al golpear el suelo, Izuku rápidamente ignoro el dolor físico que sentía a favor de abrir sus ojos y mirar a la responsable del suceso

- n...no te vuelvas a acercar a mi... - susurro Katsuki con una mirada aparentemente molesta, ocultando, lo mejor que podía, la culpa que le causo ver las pequeñas lagrimas en la comisura de los ojos del peliverde

- k...kacchan? – llamo el infante con duda clara en su tono, confundido sobre lo que ocurría en aquel momento al igual que el resto de infantes a su alrededor, siendo la más notable la peliverde de ojos abiertos que los miraba completamente congelada en su lugar a pocos pasos del dúo

- sa...sabes? tu nom...nombre no solo se puede leer como Izuku – declaro temblorosamente a la vez que bajaba sus extremidades superiores hacia los laterales de su cuerpo, apretando con fuerza sus puños mientras veía con pequeñas lagrimas al peliverde – también se puede leer como... deku... - continuo apretando sus puños aun más, lentamente generando que sus nudillos perdieran la tez clara natural de la infante a favor de ganar un blanco levemente enfermizo por la fuerza ejercida

- kacchan... - llamo el peliverde una vez más, su voz saliendo suave y temblorosamente a la vez que veía a la niña peliceniza

- y... e...eso... te qu...queda muy bien... ya... ya que tú... eres un deku! – grito a la vez que sus lagrimas caían suavemente por sus mejillas, repentinamente dándose la vuelta y corriendo a su máxima velocidad lejos del patio donde se encontraban

Mirando la espalda de la infante, Izuku extendió su mano hacia ella por puro reflejo, generando que su visión se vea cubierta por su extremidad a la vez que le permitía ver entre sus dedos como la niña se alejaba cada vez más de él, dándole un sentimiento de hundimiento en el centro de su estomago

- izu! – grito repentinamente una voz femenina que conocía a la perfección, sintiendo como un par de brazos rodeaban su cuerpo y lo abrazaban con fuerza

- ...por qué...? – susurro temblorosamente a la vez que, sin que él lo notara, las lagrimas caían silenciosamente por sus mejillas

Sin embargo, ninguna respuesta le fue dada por la infante peliverde que lo abrazaba, dejando el lugar en un silencio sepulcral ante la extrañeza repentina de lo ocurrido

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- k...kacchan? – llamo una voz tras la temblorosa niña peliceniza, repentinamente obligándola a girar la cabeza con temor que solamente se incremento al ver la levemente larga cabellera peliverde

- Kaede... - susurro por lo bajo, rápidamente poniéndose de pie con la intención de escapar del lugar, solamente logrando dar un par de pasos previo a ser tacleada fuertemente, tirándola al suelo a la vez que la responsable se sentaba en su espalda, manteniéndola en el lugar

- porque hiciste eso? – susurro con tristeza y molestia a partes iguales, mordiendo su tembloroso labio inferior al recordar la mirada perdida de su hermano – porque fuiste mala con Izu? – reclamo con una voz más fuerte de lo normal sin llegar a gritar

Sin embargo, la peliverde solo obtuvo como respuesta el giro de cabeza realizado por la peliceniza, apartando su rostro de la infante lo mejor posible a la vez que ella misma se mordía su labio inferior para contener el imperioso deseo de llorar tanto por el dolor físico de la caída asi como por lo que había hecho varios momentos atrás