Cinco: Un viaje por Cosmópolis

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Tal vez ser mesero no era tan emocionante como esperaba. Aprender el menú del desayuno, los entrantes, el almuerzo, el especial del día... la lista se hacía interminable para ser sus primeras horas. Pensar que mientras aprende, solamente iba a tomar turnos de la mañana, así tenía una hora para aprender a organizar y las reglas a seguir.


Porque preparar los ingredientes, no era muy rápido. Se notaba que jamás sostuvo un cuchillo antes o quitado la piel a una banana.

Si fuese sus hermanas, esto de seguro les hubiese sido fácil. Ellas son mucho más talentosas para aprender cosas nuevas.

Cariscos tiene la costumbre de contratar recién llegados. Por ello sus clientes más fieles guardaban mucha paciencia cuando un joven como nuestro joven pulpo entra al restaurante.

Quienes nacieron en estas tierras desérticas, daban el esfuerzo de ayudarlo en comprender varios platillos y el significado de diversas palabras mayormente usadas por los inklings del área. No fue fácil, Tintelia tenía una forma diferente al hablar y significados que tal vez en la ciudad o el resto del mundo significasen otro.


Puri, por otro lado, era muy impaciente. Odiaba que otros descansaran mientras las puertas estaban abiertas, encontrando a menudo trabajo para todo aquel que quisiera tomar un respiro. Cada vez que nuestro joven pulpo pasaba cerca, le hacía recitar la preparación de cierto platillo del menú.

No le gusta repetirse, pero tampoco hablar un idioma más fácil de comprender para los octolings. A pesar de hablarlo tan perfecto, Puri los obliga a agudizar el oído.

¿Cómo podía ser tan firme? Es el primero en llegar al restaurante y el último en irse. Trabaja más de diez horas, pero se apunta a todos los planes de quien lo invite.

Dicen que Puri pertenece a la familia Skih, el clan de la prosperidad. Una unión de dos familias conformada de campesinos y la otra de apasionados culinarios.

Skih no es un clan reconocido por forasteros. La verdad no fue hasta que Puri lo sentó para explicarle mejor el poder de cada familia en este lado del desierto que aprendió de su existencia.

Los Hohojiro, Onaga y Manta se encargaban en unir todas las familias en festivales y organizar los tributos. Skih patrocinaba gran parte de estos eventos y participaban de manera voluntaria en negocios de comida.

Era entendible que Puri fuese habilidoso. Desde jóvenes son inspirados a seguir los pasos de sus ancestros.

El negocio prosperó gracias a que reconocen el logo del Clan Skih pintado en el ventanal de cristal. Una estrategia que tomó el dueño cuando lo contrató. Desde entonces, la tienda se maneja de acuerdo al horario de Puri. Si decide tomarse el día libre, el restaurante también lo haría. No valía la pena tenerlo abierto si su cocinero estrella no se encontraba.


El problema era ese ¡Puri no descansa!

Han pasado ocho días y Tres no podía más.

Se golpea la frente con su casillero y aun así no le dolía, al revés, le causaba alivio. Estaba demasiado cansado. Puri notaba todos sus errores sin siquiera estar viéndolo. Era exhausto tenerlo respirando todo el tiempo detrás de su cuello.

Sus extremidades se encontraba débiles. Apenas y podía sostener su forma terrícola, por ello recientemente duerme en su forma pulpo acurrucado en las aletas de Escamitas.

Se deja caer en su hamaca sacando lo que últimamente se volvió su pasatiempo. Espiar en el teléfono móvil de su jefa. La capitana guarda muchas fotos y videos que ha tomado por años. Tantos que solo ha podido observar hasta llegado tres meses. Cada noche entraba a su galería a consumir las mismas fotos que lo llenaban de alegría.

¿Que sucede con la capitana?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora