Tres: Fracasar con Estilo y Decepción

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Pronto la mañana alcanzará el puerto de El Pez Ciguato, una de las bahías más pequeñas y poco transitada de toda Tintelia. A pesar de su fina arena oscura y la brisa limpia, su descubrimiento era casi nulo para aquellos que disfrutan un día en la playa.

Un astillero de concreto y metal se encontraba en su alto con sus puertas abiertas, permitiendo a cualquiera ver en su interior los botes y lanchas utilizados por los trabajadores de la zona. Por otro de sus lados, y en vista al mar, se había una improvisada construcción de escaleras de metal y casilleros oxidados. Todos siendo ocupados mayormente por pulpos dormidos.

Tal vez era demasiado temprano, incluso para los que madrugaban. Toda la bahía se encontraba en un silencio que solo el agua interrumpía por sus débiles olas entrometerse. Era la hora perfecta para la inquilina del casillero 363. Sin nadie despierto, podía navegar en la internet en busca de cosas vergonzosas tales como escuchar las noticias de cuchicheo o leer aquel comic de romance juvenil.

Vestía su uniforme amarillo y sus botas impermeables. Minutos atrás se había preparado para su jornada al igual que organizado su pequeño casillero. Le dolía las rodillas luego de llevar diez horas seguidas corriendo de un lado a otro y cargado a más de veinte criaturas irresponsables. Sin embargo, aun con un agotamiento notable por sus bolsas debajo de sus ojos, 363 despertó como cada madrugada sin ninguna queja. Tal vez no con las mejores energías o el humor como para leerse una novela gráfica, pero al menos tenía la suficiente fuerza mental para leer los nuevos blogs de celebridades creados ayer mientras se encontraba trabajando.

No esperó el regreso de sus Idols luego de años separadas. Había escuchado varios sencillos y tenido la oportunidad de ver los trabajos de Mar en la televisión, pero era refrescante el escuchar la voz de ambas juntas en una nueva canción.

Shiokaze No Hoshi... Era un título muy sereno como su composición. Quedaba bien para la hora que era.

Se decide salir de su casillero dejando por un momento su dispositivo en su bolsillo para así cerrar la puerta metálica.





- ¡AY! -escucha un agudo chillido debajo de ella.

Al dejar caer su cabeza, ve los pies de su vecino 343. Chequea su bolsillo y su teléfono no estaba. Toma sus guantes y camina al piso 17 viendo entonces al octoling frotándose su cabeza.

Estaba cubierto de papeles y varios periódicos. Con solamente verlo, podía entender lo que estuvo haciendo toda la noche. Es algo común que chicos como él lo hicieran cuando no tienen experiencia con la vida fuera del distrito pulpo.

Recoge varios papeles encontrando la famosa guía de Hachi. Nadie la leía. En gran parte porque él te daba un discurso del folleto recién entras a su refugio, aunque jamás vio a ese joven pasar más de cinco minutos con su líder.

Recoge varios papeles más antes de entregárselo.

- ¿A qué hora te fuiste a dormir? -le pregunta intrigada de por qué hay un salmónido dentro de su casillero mirándola con uno de sus ojos.

El joven levanta sus dedos comenzando abajarlos hasta dejar solo dos arriba.

- No dormí mucho...

Se le escapa una risita. Eso le traía recuerdos de cuando llegó.

- Necesitas descansar para recuperar tus fuerzas si quieres avanzar en el día. Vamos, te llevaré a que comas algo.

Se aparta para así darle el espacio al chico de cerrar su casillero. Baja primero teniendo a su lado aquel salmónido que aleteó hasta estar a su lado ¿Acaso esto puede pasar? No la trata de salpicar con agua sucia.





¿Que sucede con la capitana?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora