TaeHyung es el dios más hermoso del Olimpo, además de que posee el poder del amor de los mortales.
JungKook, es el Dios de la guerra, destructivo, impulsivo, y totalmente temido. Los demás dioses lo odian por su comportamiento tan impaciente.
Pero t...
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TaeHyung veía angustiando la guerra bajo de él.
El campo de batalla era un lugar horrible. Cuerpos yacían muertos, a nadie le importan mientras seguían luchando.
Cada uno tenía guerreros de su lado.
JungKook era un buen guerrero, sus destrezas no dejaban de sorprenderlo en lo más mínimo.
TaeHyung sintió una presencia familiar. Y volteando a ver, vio a Diomedes, un guerrero de Hani.
Hani estaba enviando al guerrero.
TaeHyung no iba a mentir, aquel chico era simplemente un guerrero sin igual. Su habilidad era muy buena.
Miro a todos lados buscando a su hijo, y se sintió aliviado al ver que llevaba ventaja en su pelea. Sin embargo su tranquilidad se esfumó en cuanto vio a Diomedes acercándose a dónde estaba Eneas.
─ Ten confianza papá, Eneas es un buen guerrero, aparte, está acompañado. ─ Eros alentó a su padre, tratando de tranquilizarlo.
─ Sí, sí, hay que tener confianza. ─ TaeHyung inhaló y exhaló, y en cuanto miro de nuevo al campo de batalla se sintió desmayar.
El acompañante de Eneas estaba muerto, y Eneas estaba muy herido.
─ ¿Pero como paso esto? ─ TaeHyung ignoro a los gritos de su hijo, bajando rápidamente al campo de batalla.
Tomo a Eneas con cuidado, viendo cómo estaba malherido. Con cuidado trato de desaparecer, pero sintió un corte en su mano.
Gimió de dolor, volteando a ver una lanza, que era de Diomedes.
El icor salió rápidamente de la herida, la sangre especial de los dioses. Aquello lo distrajo de su huida.
Diomedes se acercaba rápidamente.
De pronto, Apolo apareció en medio de los dos, separando a Diomedes de él.
─ Basta Diomedes, TaeHyung huye rápido.
TaeHyung le hizo caso, escapando en una niebla junto a su hijo.
JungKook estaba a unos metros, y presenció todo. Lleno de ira se acercó a Diomedes.
─ Hey, te reto a una batalla Diomedes.
Diomedes volteo a ver, viendo a JungKook.
─ Acepto.
La batalla termino como se esperaba. Con los consejos de la diosa de la sabiduría, y por el impulso de Jungkook al estar enojado, JungKook resulto herido.
TaeHyung dejo a su hijo al monte Ida, tenía que volver antes de que Zeus se enterara, y debía seguir vigilando a Paris.
Después agradecería a Apolo por ayudarlo.
Beso la frente de su hijo, volviendo a su hogar para seguir observando.
─ ¿Noticias YeonJun?
─ Padre perdió contra Diomedes, todo avanza tan rápido que es imposible ver lo que pasa en casa uno de los lugares.
TaeHyung asintió, buscando a Paris con la mirada, suspiro aliviado al verlo sano y salvo.
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Paris y Melenao luchaban, mientras TaeHyung mordía su dedo nervioso.
Paris iba a morir, era obvio.
Paris era su protegido en la guerra.
De inmediato se involucró de nuevo, y lo envolvió en una espesa niebla, lo llevo a Troya junto a Helena, y tan rápido como llego, se marchó.
Con esto era su primer paso para que los Aqueos ganarán.
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TaeHyung curaba las heridas de Jungkook.
Los griegos al final ganaron la guerra, con el tan famoso caballo de madera que terminó por dale la victoria a los griegos.
─ Esto fue humillante. ─ JungKook suspiró, con la cabeza agachada.
─ Hiciste un gran trabajo, eran oponentes fuertes. ─ TaeHyung acaricio la mejilla de Jungkook quien se dejó caer en la cama del rubio.
─ siempre encuentras la manera de hacerme sentir mejor, gracias lindo.
TaeHyung le guiñó un ojo.
La puerta fue abierta abruptamente, por dónde entraron Deimos y Fobos.
─ Papá, no podemos creer que hayas ido sin nosotros. ─ Se quejo Deimos, apretando sus puños.
─ Es injusto. ─ Le siguió su hermano Fobos.
JungKook cómo pudo abrió sus brazos, y ambos niños fueron con su padre, dándole un abrazo.
─ Zeus no quería que los dioses se involucraran, yo soy una cosa, pero ustedes no pueden sufrir el castigo de su abuelo.
Ambos hermanos se vieron y asintieron muy a su pesar.
─ ¿A la próxima nos llevas?
─ Por supuesto que sí mis campeones.
TaeHyung sonrió enternecido ante la imagen.
El caos al final había parado.
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