lucifer.

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El Sr.Garrison hablaba y hablaba, ya no veía la hora para volver a mi casa. Kenny me estaba esperando, le encendí la televisión y allí se quedó, como si de un niño se tratara. Dejé escapar una pequeña risita, era tan tierno.

Había pasado un mes desde que Damien nos visitó, las cosas entre Kenny y yo no podrían estar mejor. Días junto a él y noches enteras de sexo, esperaba que mi madre no me escuchara, porque pensaría que era un adicto a la masturbación.

Tenía la graduación a la vuelta de la esquina, aún no entraría a la universidad, quería ver de lo que era capaz por mi propia cuenta sin ningún tipo de estudio. De todas formas, podría empezarla más tarde, por ahora me concentraría en la hermosa relación que estábamos forjando mi ángel y yo.

Mi vista en el reloj se vió repentinamente atraída hacia otra parte, sentí como mi miembro se despertaba en tan solo segundos al contemplar semejante belleza. Kenneth ingresaba al salón sin preocupación alguna, el problema no era ese, el verdadero inconveniente era que estaba completamente desnudo.

Sin nada que lo cubriera podía ver a la perfección todo su precioso cuerpo iluminando todo el cuarto. Mordí mis labios para resistir cualquier impulso, ¿cómo se le ocurría ser así de cruel? Lo asesinaría en cualquier momento.

El rubio actuaba despreocupadamente coqueto, mientras recorría su cuerpo con sus manos. Era tan sensual que no podría jamás resistirme a él.

-Craig Tucker, ¿está prestando atención?- Dí un pequeño saltó en mi asiento, intentaba mirar al señor, pero no podía mantener mi mirada sobre él por más de dos segundos porque enseguida se volvía al sensual cuerpo de mi pareja.

-S-sí, estoy escuchando.- El adulto se volteó a ver hacía el punto en el que tanto estaba mirando, pero claramente no se encontró con nada.

-Si continúa viendo el reloj el tiempo no pasara más rápido, no se distraiga.- Asentí reiteradas veces, pero en el momento que me dejó de prestar atención, regresé mi mirada a Kenneth. Entre en pánico cuando lo vi acercarse.

-Que irrespetuoso de su parte no prestar atención a su maestro Sr.Tucker.- Aparté mi mirada de él con la mayor fuerza de voluntad que mi cuerpo poseía.- Sería una pena que tengas una repentina erección en este momento.- Quería decirle al ángel que dejara de torturarme así, porque sufriría la mayor humillación de mi vida.- Estás transpirando Craig.

Sentí sus caricias sobre mi cara, como su mano tomaba mi mentón y poco a poco bajaba por todo mi cuerpo. Claramente Kenneth no tuvo que hacer mucho, porque mi pene ya estaba más duro que las tetas operadas de Cartman en cuarto grado.

Trague duro al sentir su pie sobre aquella zona, para mi suerte no estuvo mucho tiempo allí. Pero había cantado victoria muy rápido, los labios del más bajito se acercaron peligrosamente a mí.

-Me tienes muy dejado Craig, ¿qué no te gustaría tocarme? O aún mejor, ¿no te gustaría que yo te toque?- Ahora el de ojos azules besaba diferentes partes de mi cuerpo.- Podría hacerlo aquí, aquí, incluso aquí.- Cuando sentí que estaba llegando a mi erección, alcé la mano repentinamente.

-¡P-puedo ir a-al baño Sr.Garrison!- Sentí todas las miradas sobre mí, pero la única que me importaba era la coqueta de ese precioso ángel.

-Bah, vete, pero no tardes mucho.- Asentí y prácticamente corrí fuera del aula.

-¿Estás loco Kenneth? ¿Tienes alguna idea lo vergonzoso que sería si alguien me ve teniendo una erección de la nada?- El de ojos grises solo estalló en risas.

-Eso lo hace más sexy mi querido Craigy.- Miré para todos lados y metí al ángel dentro del armario del conserje.

-Va a ser algo rápido, no quiero ausentarme mucho.- El de ojos grises comenzó a besar mi cuello rápidamente.

my dear angel - crennyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora