goodbye.

156 23 33
                                    

-Sí Stan, no tienes que preocuparte, voy a estar bien. No va a pasar nada.- Marsh me miraba con esos ojos preocupados, pobrecito, le había dado un susto de muerte.

-Cualquier cosa llámame, estaré pendiente al teléfono, recuerda que te dejé un poco de comida en la nevera. Iré a buscar mis cosas y volveré, será poco tiempo.

-Si, ya entendí.- Sonreí un poco cuando el azabache se separó de mí.

-Nos vemos Craig, te prometo que no tardaré.- Él se despidió de mí y salió por la puerta, la pequeña sonrisa que tenía se desvaneció lentamente.

-Ya se fue Ken.- El ángel apareció por la puerta, tampoco se veía muy feliz.

Había pasado un día desde lo ocurrido, Stanley se mantuvo junto a mí todo el rato, le pedí por favor que no le dijera a mi madre por ahora, luego tendría el valor de admitirle lo que intenté hacer, después de disculparme por mi actuar claramente. Sin embargo, ahora tenía que tomar la decisión más difícil de mi vida, dejar ir a Kenneth.

-Aún no puedo creer que esto esté pasando, ¿de verdad tienes que irte?- Sentí su dulce tacto sobre mi rostro, incluso cuando era un ángel, podía transmitirme calidez.

-Es lo mejor, lo mejor para los dos.- Limpié la pequeña lágrima que salía de sus ojos, siempre me había maravillado el peculiar color dorado que tenían.

-¿Qué pasará contigo? ¿Estarás bien?- Él asintió.

-Claro que estaré bien, ¿sabés por qué? Porque tú lo estarás, y porque ansío más que nadie verte feliz de nuevo.- Nuestras manos se unieron, no quería dejarlo ir nunca.

-No sé si pueda volver a serlo sin ti, ¿qué va a ser de mí cuando no te tenga cerca?

-Craig, nunca estarás solo, incluso si no puedes verme, siempre estaré junto a ti, porque te amo.- No pude evitar romper en llanto y abrazarlo, jamás nadie en la vida me había demostrado tanto cariño como él.

-Te amo Kenneth, mi corazón siempre va a pertenecerte.

-Y el mío a ti Craig Tucker. Gracias, gracias por todo, fuiste todo para mí. P-Podre descansar en paz al fin. Jamás te olvidaré.

-Me encantaría decir lo mismo.- Él se rió y besó mis labios, supongo que este iba a ser nuestro último beso.

-Nunca lo olvidarás, mi amor siempre vivirá dentro de ti. Hasta el último de tus días.- Acaricié su cabello, tan hermoso como siempre, Kenny tenía un aura majestuosa. Al menos agradecía haber sido bendecido con un ser tan divino como él.

-Antes que te vayas, ¿p-podrías cantarme?- El ángel se sonrió, asintiendo entre lágrimas.

-You are my sunshine...My only sunshine.- Las manos de Kenneth me llevaban al balcón, donde suponía, sería nuestro último momento.- You make me happy, when skies are gray.- Él limpió mis lágrimas con sus suaves dedos, podía sentir como poco a poco comenzaba a elevarse.- You'll never know dear, how much I love you.- Sus manos comenzaron a desprenderse de las mías, me estiré lo más posible para que no se fuera, sin embargo, poco a poco comenzaba a desintegrarse en un aura dorada.

-Please don't take my sunshine away...- Terminé de cantar, ya que mi amado había desaparecido en el viento. Fruncí el ceño al estar completamente solo en el departamento.- N-No...no voy a olvidarte.- Me volteé, tomé rápidamente una lapicera y un papel.- Yo voy a- Cuando la lapicera tocó el papel, mis lágrimas lo mancharon.- ¿Q-Qué?- Toqué suavemente mi rostro, observando la humedad de mis dedos.- ¿Por qué estoy llorando?- Mis ojos regresaron al papel, ¿qué estaba haciendo? Iba a anotar algo que no tenía que olvidar pero...ya lo había olvidado.- Estás demasiado estresado Tucker.- Dije hacia mi mismo, me rendí y deseché la hoja mojada, si lo había olvidado es porque no era tan importante.

my dear angel - crennyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora