trece.

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Había sido una tarea más difícil de lo que creyó, pero Nyra al fin había podido escabullirse de la casa de los Sully sin ser detenida en el intento. Se lanzó al agua, buscando poder encontrarse con su Ilu sin que nadie la atrapara, y sonrió ampliamente en cuanto vio a Lynx acercarse a ella con rapidez.

Sólo habían pasado unos cuantos días sin verse, pero Nyra extrañaba a su amiga. El vínculo entre ellas siempre fue fuerte, desde el día en que se conocieron. La na'vi abrazó el cuello de su amiga al ver que la Ilu hacía sonidos felices al encontrarse nuevamente.

Sin mediar palabra, la fémina formó el vínculo entre ellas, y pronto se vieron nadando con rapidez por las aguas cercanas a la aldea. No saldría del arrecife, pues sabía que sería un acto irresponsable de su parte. Solo disfrutaría el frescor del agua contra su cuerpo por unos cuantos minutos más, antes de volver a la casa de los Sully.

Sospechaba que Neytiri y Jake la regañarían en cuanto la vieran llegar, pero no le preocupaba. Le hacía feliz que se preocuparan de ella. Le hacía sentir apreciada e importante.

A lo lejos vio a Kiri, en la orilla de la playa, moviendo sus pies mientras veía un par de moluscos hundirse en la arena. Sonrió suavemente, notando que la conexión que tenía con Eywa era algo sinigual, único e incomparable. Nunca había visto a alguien como Kiri. Llegaba a pensar que ni siquiera Ronal, la Tsahik de la aldea, tenía un lazo tan especial con Ewya como la hija de los Sully. Y le asombraba.

Sabía, sin embargo, que era motivo de inseguridad para su amiga. Lo'ak y Neteyam se lo habían dicho con anterioridad. La menor apelaba a que era demasiado distinta al resto de los na'vi, y que eso le hacía sentir como si fuese rara. Así que Nyra se había propuesto demostrarle a Kiri que eso no le hacía rara, ni un fenómeno, sino que le hacía especial.

Se dispuso a acercarse a ella, buscando saludarla, cuando vio a lo lejos a Ao'nung y su grupo acercarse a la na'vi del bosque. Así que, sabiendo que eso no significaba nada bueno, se apresuró, dispuesta a evitar problemas.

—Sólo estamos diciendo que eres... rara — escuchó a Ao'nung apenas estuvo cerca. Vio con tristeza la expresión frustrada de Kiri. Gracias a las afirmaciones de su tonto amigo, las inseguridades de su amiga se veían reforzadas.

—Ao'nung, ya basta — susurró, evitando que el futuro Olo'eyktan jugara con la cola de su amiga. Dio un manotazo fuerte a la mano ajena, y luego le empujó con suavidad, alejándole de Kiri—. Ya es suficiente.

—Miren quien llegó — exclamó el hombre, con una mirada dolida. Nyra no entendía qué era lo que había hecho para hacerle sentir así, pero no se sentía culpable—. La nueva hija de los Sully.

Nyra rodó sus ojos, y se alejó de la escena con la mano de Kiri entre las suyas. No quería verse envuelta en un escándalo, pero no dejaría a su amiga sola. Sin embargo, antes de poder seguir caminando, el fuerte agarre de Ao'nung la detuvo.

"La historia se repite" pensó graciosamente la fémina, recordando la escena que armó Ao'nung con anterioridad, de la cual pudo salir gracias a Neteyam y Lo'ak.

—Tenemos que hablar — recordó el hombre, mirándola intensamente. Nyra sabía que buscaba intimidarla, por lo que le observó de la misma forma, negándose a caer en sus juegos otra vez.

—Estaba dispuesta a arreglar las cosas — susurró, soltándose de su agarre—, pero justo ahora acabas de perder la oportunidad. No voy a hablar contigo cuando siempre estás dispuesto a hacerme daño. Háblame cuando madures y dejes de ser un niñito caprichoso.

Rotxo se acercó a sus amigos, inseguro, e intentó alejar a Ao'nung de Nyra. Sabía que el asunto de los Sully y la cercanía de ellos con Nyra era un tema sensible para el hijo del Olo'eyktan, y temía que Ao'nung le hiciera daño a su amiga.

DREAM OF YOUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora