—______-chan sal conmigo—ignoro la voz coqueta del chico—______-chan—en mi consola apareció un gran Game over haciendo que frunza el ceño
—¿Cuánto fue?—pregunté para mirarlo—Oye, responde—chasqueo mis dedos delante de su rostro y este despierta de su ensoñación—¿Cuánto fue que apostaron?—vuelvo a preguntar
—Pero que dices, yo jamás apostaría con un tema así—dice algo rígido desordenando su cabello
—Yuki del aula tres, terminó destrozada porque un chico peliazul jugó con sus sentimientos por una apuesta—levanto un dedo y el se queda de piedra—Mamoru de segundo año terminó en el hospital por intento de suicidio al descubrir que el chico con el que salían lo dejó por una apuesta demasiado barata—levanto un segundo dedo—Y Megumi quién ahora es conciderada un juguete sexual para los chicos ya que alguien jugó con sus sentimientos por una apuesta—entrelazo mis dedos apoyando mis codos en la mesa—Lo siento pero no tienes el mejor historial como para venir a decirme que salga contigo
Termino de decir y veo que no habla por un tiempo suelto un suspiro para levantarme y pasar por su lado
—Lo siento pero no tengo ningún interés hacia tí, o mejor dicho no tengo ningún interés en los chicos 3D—le doy golpecitos en el hombro para salir del aula
Había pasado después de esa conversación y Kaeya no volvió a hablar conmigo, aunque tampoco es que me importe, ahora solo me interesa ganar el nuevo juego otome que me pasó Finish
—_____-chan vamos a comer—al parecer dios no quiere que disfrute mi tiempo con mis husbandos
—Me niego—digo y me pongo mis audífonos ignorandolo
—_____-chan juguemos a los bolos—invita poniéndose delante de mi mesa, lo ignoro entretenida jugando el juego otome. La trama se había puesto interesante
Y así eran mis días, Kaeya invitandome a algún lugar y yo ignorandolo o simplemente rechazandolo, antes de que me diera cuenta ya disfrutaba de estás situaciones y ver la cara desilusionada de Kaeya cada vez que lo rechazo no se ve todos los días.
Hoy era un pésimo día, desde temprano estaba lloviendo y yo en contra de mi voluntad tenía que ir a la escuela, Kaeya no vino a verme en ningún momento y tampoco me saludó cuando pasé por su lado. Además la conexión no quería descargarme los capítulos del juego
—La vida es una mierda, no tiene sentido vivir—digo recostada en mi mesa
—¿Volviste a romper tu consola?—pregunta Finish a mi lado y yo la fumino con la mirada
—No atraigas a la mala suerte pendeja—le recrimino y ella levanta las manos en son de paz
—Yo no soy la que atrae la mala suerte—dice
—No te metas con Bennett que tanto que te gusta
Ella se sonroja y no dice nada. El tiempo pasó como un caracol ya que no tenía conexión para jugar, me sentí feliz cuando en la clase antes del almuerzo la conexión pudo descargar los capítulos que faltaban acaso esto es un milagro o una señal de que mi día va a mejorar. Junto con Finish jugamos ya que la clase estaba libre. Cuando terminamos de leer el antepenúltimo capítulo empiezo a llorar, sin darnos cuenta Kaeya había llegado a mi lado y se preocupó al vernos
—¿Estás bien? ¿Te duele algo?—pregunta sujetando mi rostro
—Kaeya—lloriqueo su nombre y llevo mi mano a mi corazón—Me duele aquí, me ha engañado—digo y sin darme cuenta ya estaba en su hombro llevándome a no se dónde. Yo suelto sollozos que poco a poco van disminuyendo hasta calmarme, me baja y veo que estamos en la terraza—Los alumnos tienen prohibido venir a este lugar
—Lo sé, pero preferiría hablar de esto a solas—asiento limpiando mis ojos—Yo puedo ser mejor que ese tipo
—¿Qué?—me quedo en blanco
—Yo no te engañaré, no dejaré que derrames lágrimas innecesarias, incluso podría entender tus gustos hacia los animes—era casi invisible pero se notó un suave sonrojo en su piel morena*Lindo* fue lo único que pasó por mi mente
—Espera a qué viene todo esto—intento pensar pero por alguna razón mi mente no genera escenarios más allá de un beso. Malditos mangas Shoujo
—Es que no quiero que sufras por algún idiota, aunque no soy nadie para hablar—se pasa la mano por el cuello desviando la mirada
—¿Sufrir? ¿Idiota? ¿Que estás hablando? A mí nadie me lastimó—comento
—Entonces por qué llorabas y me dijiste que el te engañó—choqué mi puño con la palma de mi mano al entender la situación para estallar en risas sonrojando más al chico
—Estaba hablando de uno de los personajes que me gustó mucho de un juego otome. El cabrón se atrevió a endulzarme el oído para apuñalarme por la espalda, literal me me apuñaló con una daga—explico y veo como el sonrojo del chico llega hasta sus orejas—¿Acaso te preocupaste por mí? No debiste hacerlo ya que eso no era parte de la apuesta—digo algo desanimada recordando el porqué de su acercamiento
—Te equivocas la apuesta la perdí desde hace tiempo—lo miro sin entender—Digamos que una Otaku me robó el corazón
—N-no creas que con simples palabras conseguirás algo. I-idiota—me sonrojo, estaba nerviosa—¿C-como puedo confiar en tí?—pregunto desviando la mirada
—No me creas—empieza a acercarse y yo retrocedo hasta chocar con la reja—Haré que confíes en mí y te enamoraré tanto que dejarán de gustarte eso chicos 2D—me acorrala, pegando su cuerpo al mío impidiendo que me vaya
—Sigue soñando—rio y siento sus labios con los míos y después besar mis mejillas
—Dicen que los sueños se hacen realidad