Cómo se conocieron
—Cyno
Estabas recogiendo algunas flores para los Aranara, habías crecido en la pequeña aldea de los Aranara. Escuchaste un ruido y te alertaste, no podían ser los Aranara porque ellos siempre te llamaban así que como usuaria Dendro te preparaste para cualquier amenaza.
Un chico estaba corriendo en tu dirección escapando del juez quien lo perseguía a un poco de distancia, con tu arco lanzaste a una flecha que impactó en la pierna del primer chico lo que hizo que rodara por el piso y el juez pueda alcanzarlo, preparaste otra flecha para el otro chico pero este te miró su ojo visible, miró los tuyo por unos momentos para después sacudir la cabeza y ver a la persona que tenía la flecha clavada. Aprovechaste para irte rápidamente dejando las flores en piso
Días después estabas entrenando con tu arco cuando sentiste una presencia cerca de ti te diste la vuelta apuntando a la persona y ahí estaba otra vez el chico. Fuiste retrocediendo hasta estar cerca de un árbol y correr adentrándose en el bosque
Sentiste como te cogían del brazo deteniendote y haciendo que te voltees y quedar cerca del rostro del peliblanco
—¿Quién eres?—pregunta mirándote, lo pisas fuertemente y sales huyendo
—Tighnari
—_____ por qué no vienes , todo se ve genial desde aquí—uno de los chicos que iba contigo se sube a un árbol para mirar el paisaje—desde aquí se ve la academia
—Solo es una academia como las demás, que tiene de especial—te quejas mirando la fauna no te recistes y te acuestas en el césped—Esto es agradable
—En eso te equivocas, está academia es la de los eruditos y entraremos a ella cueste lo que cueste—afirma el otro chico para subir con su amigo
—Oh genial una escuela donde todos son unos engreídos por tener más conocimientos que una persona normal—suspiras—Olvídenlo no serían capaces de entrar, necesitan prestarle más atención a unos libros que a los profesores
Los chicos se metieron en su mundo así que te alejaste adentrándose al bosque, adorabas la naturaleza pero tú visión de Pyro y manos de mantequilla hacían que terminarás con la vida de cualquier planta. Subiste a un árbol y te recostaste en una rama gruesa viendo todo desde ahí arriba, miraste a la persona delante de ti que estaba en el suelo viéndote, ¿Es una chica o un chico?. Esa pregunta no se iba de tu cabeza hasta que viste sus orejas y las ganas de tocarlas te inundaron
—Oye chico o chica, como sea, me dejas tocar tus orejas—pediste todavía acostada en la rama viéndolo fruncir el ceño y soltaste una risita
—_____ vámonos—grita uno de tus amigos y tú suspirar
—Lo siento las tocaré en otro momento—afirmas y saltas de rama en rama e irte con tus amigos
—Que extraña—dice el chico
