𝕮𝖆𝖕í𝖙𝖚𝖑𝖔 3

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Amy horrorizada cayó al suelo, con lágrimas en sus ojos. ¿Qué era esa cosa? ¿Cómo sabía su nombre? ¿Cómo sabía quién era ella? Tenía la mente abrumada, pero esa situación de peligro extremo no le dejaba pensar con claridad. Se arrastró hacia atrás, sin romper el contacto visual con esa cosa. Fue manoseando el suelo en busca de un arma o algo parecido, pero sólo habían papeles tirados. Esa cosa que se hacía llamar Lord X se acercaba a ella lentamente mientras sus ojos se ponían completamente negros y abriendo su boca a un nivel sobrenatural. De esa profunda boca comenzaron a salir lo que parecían manos, dos sujetaban la mandíbula y un tercero se estiraba hasta llegar a Amy. Amy pensó que iba a morir, pues antes de que esto ocurriese, Amy cerró la puerta con llave y por el miedo no la podía sacar de su bolsillo. Cerró los ojos con fuerza esperando su final...




Pero unos golpes en la puerta comenzaron a sonar junto a una voz muy familiar para Amy.

Tails: ¿Amy? Abre la puerta, me he enterado de que Sonic ha venido a visitarte.

Amy y Lord X se miraron y este volvió a transformarse en Sonic. El proceso de la transformación no fue muy bonita que digamos. Para ser una criatura fuera de este mundo era demasiado orgánico. Amy abrió la puerta delicadamente y con una mirada aterradora le susurró a Tails.

Amy: Te lo dije, esa cosa no es Sonic...¡Ha intentado matarme!

Tails: Amy, no seas exagerada.

De repente Sonic se asomó por la puerta.

Sonic: ¡Hey, Tails! ¿Te apetece ir a por unos Chilli Dogs?

Tails se quedó en silencio por un momento y miró a Amy, esta estaba aterrorizada y con los labios le decía que no vaya.

Tails: Sí, claro, ¿por qué no? A fin de cuentas, no tenemos nada qué hacer. Eggman lleva mucho tiempo sin atacarnos. Eso me asusta un poco.

Sonic: Tranquilo, viejo amigo. Me tienes a mí, así que no hay nada qué temer. Ese gordo de mierda nunca podrá derrotarme.

Tails miró a Sonic más confiado y asintió con una sonrisa. Sonic le revolvió un poco el pelo y se marcharon. Mientras Amy miraba con temor a Sonic, este se giró y le mostró su verdadero rostro, con una sonrisa muy siniestra y retorcida, con intenciones muy malas. Amy supo que Tails estaba en peligro.

Amy le echó valor y se dio cuenta de que sólo ella podría derrotarlo, o al menos mandarlo muy lejos de Mobius. Se metió en su casa, se ató las púas, formando una coleta alta como la de Surge y se llevó una mochila con un cuchillo pequeño y comida. Se dispuso a salir de su casa, pero con las prisas y la seguridad de sí misma olvidó cerrar la puerta.


Amy fue al taller de Tails, donde encontró su mazo (porque lo mandó a que se lo mejorase) y un par de armas más, junto a una brújula y un localizador. Con eso y un chip sabría dónde encontrar a ese tal Lord X. Sólo le faltaba encontrarlos y ponérselo sigilosamente. En seguida recordó que fueron a por Chilli Dogs, por lo que supo en seguida en cuál de todos estaban. No dudó un minuto más y se marchó hacia el puesto favorito de Sonic. 

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