There's something about Sonic

𝕮𝖆𝖕í𝖙𝖚𝖑𝖔 5

Tails despertó en un lugar parecido al Green Hills descolorido de antes, pero esta vez el cielo estaba repleto de nubes negras y el cielo ahora era rojo, mientras gotas de sangre caían como lluvia. Tails estaba demasiado confuso, hasta llegó a pensar que todo eso era un sueño. Se levantó y comenzó a buscar cómo salir de ese lugar. 

Fue caminando mientras más gente y animales muertos aparecían en su camino, Tails tragó saliva y trató de no vomitar. 

Tails: Creo que si voy volando será mejor...

Dicho esto, comenzó a volar. Mientras miraba a todos lados en busca de alguna salida o algo familiar escuchó la misma voz de antes decirle:

...¿Te gusta lo que he creado?...Yo lo considero una obra maestra...MI obra maestra...Oh, aquí viene mi parte favorita...

Dicho esto, todo se quedó en silencio. Tails seguía volando hasta que notó como alguien le agarraba y le arrastraba hacia una palmera que se estaba incendiando. Tails trató de mirar quién o qué lo empujaba, pero no vio nada. Antes de que se diese cuenta, se le quemaron las colas, perdiéndolas al instante. Tails sólo podía gritar de dolor y agonía. De repente la voz nuevamente.

...Los jugadores sucios merecen un castigo...

Tails no tenía fuerzas para continuar, pero no se dio por vencido. Se levantó como pudo y siguió caminando. Trató de sacar su teléfono para llamar a alguien, pero se estropeó al momento, haciendo que dejase de funcionar. Era como si ese lugar tuviese algo mágico que hacía explotar todo lo tecnológico. 

Al final encontró una puerta, esta estaba en medio del camino. Demasiado raro. ¿Por qué habría una puerta en medio de la nada? Tampoco llevaría a ningún lado, sólo es una puerta. Pasó por ella y para su sorpresa, era como un palacio, muy bien cuidado, con cortinas enormes de terciopelo de color magenta, un suelo geométrico con lo que parecía ser la cara de un demonio o algo. Era reluciente y podías ver tu reflejo en el suelo.

Tails: ¿Qué es este lugar?

Una voz detrás de él le habló.

Stanley: ¿Una nueva alma?

Tails se giró rápidamente. Allí vio lo que parecía otro Tails, pero en blanco y negro, con una cuenca vacía con un ojo de color rojo enorme. Llevaba un sombrero y una fregona.

Stanley: Heh, perdona todo este desastre...X acaba de comer y es un tanto...descuidado...

En la zona en la que ese Tails extraño estaba había un gran charco de sangre y este parecía estar limpiándolo.

Stanley: Soy Stanley, por cierto.

Stanley le extendió la mano y Tails dudó un momento, pero al final accedió y le dio la mano, pues parecía bueno.

Tails: ¿Sabes qué es este lugar?

Stanley: Este es el palacio del gran X, o Lord X...Aquí es donde él descansa y allí fuera, de dónde vienes tú, es su zona de juegos. Él controla absolutamente todo aquí. 

Tails: ¿Lord X? ¿Quién es ese?

Stanley: Oh, pensé que ya lo sabías. X es el creador de todo este mundo y de su gente. Para ello siempre toma la forma de un tal Sonic The Hedgehog.

Tails: Entonces...Amy tenía razón...

Stanley: No sé de quién me hablas, pero lo que sí puedo decirte es que no puedes estar aquí mucho tiempo. Tienes que ir con él, y no es alguien muy paciente que digamos...

Tails: Oh...Está bien...Uh...¿Por dónde tengo que ir?

Stanley: Todo recto. Tampoco se lo ha currado mucho a la hora de distribuir este lugar.

Tails: Bien, gracias...

Tails siguió su camino, pero mientras pasaba por los largos pasillos llenos de estatuas de quien parecía ser Lord X se topó con un Sonic disfrazado de bufón, este era terrorífico. Tenía la cara de color blanco, con unos ojos muy abiertos. Al final de cada púa tenía un cascabel y su vestimenta era muy medieval y rasgada.

Kofuku: ¡Ohohohoho! ¡Hola, nuevo amigo! ¿Quieres jugar un rato? 

Este se veía amistoso, pero su apariencia no decía lo mismo.

Kofuku: ¡Soy Kofuku! Uno de los 7 guardianes de X. Y cómo habrás notado, yo me encargo de hacer reír a todos los mortales que vienen aquí.

Kofuku extendió su mano, pero en vez de una mano tenía un pincel enorme, pero Tails pudo ver que sus manos estaban ocultas en la vestimenta. Tails le dio la mano. Se veía simpático.

Tails: Un gusto...Uh...Ahora no tengo tiempo para jugar...Tengo que ir a ver a un tal Lor-

Kofuku: ShHhHhHhHh...¡No digas su nombre en voz alta! 

Kofuku pareció alterarse. Miró a todos lados, se acercó a Tails y le susurró.

Kofuku: Puede oírte...

Se alejó de Tails y comenzó a dar saltos de alegría.

Kofuku: ¿Así que tienes que ir a ver a nuestro gran y poderoso X? ¡Hehehe! ¡Déjame acompañarte, mortal!

A Tails no le inspiraba mucha confianza, pero no tenía de otra, a fin de cuentas, él es un guardián de Lord X y él sabe lo que hace, supongo. Kofuku enrrolló su brazo con él de Tails y comenzó a dar brincos y correr.

Kofuku: ¡Heheheehe! ¡Es por aquí! ¡Hehehehe!

Su voz era como la de un maniático. (Para ser más directos, la voz de Daycare Attendant)

Fueron corriendo por un pasillo muy largo. Tails sólo podía escuchar la risa maniática de Kofuku. Parecía estar pasándoselo bien. Finalmente pararon en frente de una puerta enorme con una X gigante dibujada. Kofuku soltó el brazo de Tails.

Kofuku: ¡Bueno, joven mortal! Este es el final de nuestro viaje. Ten mucho cuidado...

Su tono de voz se volvió serio. Tails tragó saliva.

Kofuku: ¡Hehehehehe! ¡Si el gran X quiere verte en persona debes de ser alguien muy importante! 

Su tono volvió a ser el mismo de siempre.

Kofuku: ¡Espero poder jugar contigo algún día!

Dicho esto, se marchó dando brincos. Tails sólo suspiró. Se giró hacia la puerta y tocó tres veces. Estas se abrieron de par en par. Cuando entró pudo ver a dos erizos más, pero estos eran mucho más altos. Uno era verde y el otro era amarillo. En el medio había un trono y encima de este reposaba un Sonic mucho más pequeño, con cuencas vacías y puntos rojos, con una X marcada en su pecho. Tenía toda la pinta de ser Lord X. 

Tails se acercó a Lord X, pero en un visto y no visto, los dos guardianes se acercaron a Tails, impidiendo dar un paso más.

Lord X: Tranquilos...

Los dos guardianes se apartaron para mirar a su jefe.

Lord X: Hola...viejo amigo...