One/Shots || Eddie Munson +18

"𝓟𝓵𝓮𝓪𝓼𝓮 𝓭𝓪𝓭𝓭𝔂" +18

Advertencia: digitación, semi público, burlas, torcedura de papá, degradación leve

Resumen: Has estado bromeando con tu novio, Eddie. Todo el día y, de camino a casa después de una fiesta, finalmente se cansó.

Has estado molestando a Eddie todo el día, ya sea que estabas chupando una paleta helada de forma seductora, gimiendo su nombre en voz baja en su oído cuando nadie estaba mirando o como en este momento, sentándote en su regazo y retorciéndose un poco demasiado.

Estabas en una fiesta y todos se habían reunido para jugar algunos juegos de beber y drogarse.
Te sentabas en el regazo de tu novio retorciéndose cada pocos minutos solo para provocarlo un poco más.

"Lo juro por Dios, si te mueves una vez más nos vamos", amenazó en tu oído, haciéndote sonreír.

Te detuviste un rato por no querer irte tan temprano de la fiesta.
Todos estaban jugando a girar la botella, finalmente había caído sobre ti, te levantaste del regazo de Eddie y caminaste hacia el chico al otro lado de la habitación, besándolo tan fuerte como pudiste, podías ver a Eddie en la esquina de tu ojo lanza puñales.

Ahora estaba realmente molesto.

Perfecto

Regresaste al regazo de tu novio, retorciéndose para volver a ponerte cómodo, a lo que Eddie colocó sus manos firmemente sobre tus glúteos para mantenerte en tu lugar y mostrarles a todos que eras suya.

Después de otros diez minutos, la botella volvió a caer sobre ustedes dos, Eddie decidió que ya había tenido suficiente de ustedes dos jugando este juego, casualmente los levantó de su regazo, tirando de su brazo para salir.

"Lo siento chicos, nos vamos", gritó también, y todos se encogieron de hombros, continuando el juego.

"Uf, Eddie, quería volver a jugar", te quejaste golpeando su pecho mientras le impedía caminar hacia el auto.
Sostuvo con fuerza tu muñeca, empujándote y arrastrándote contra el auto.

"Has estado jugando todo el puto día t/n", podías ver la molestia en su rostro, la pura necesidad.
Pero se contuvo.
Moviste tu mano hacia su entrepierna, agarrando cada bulto creciente que se formaba.

"Bueno, parece que te gusta", Eddie tomó tu mano de nuevo, harto de tu comportamiento, y te dio la vuelta para que tu cara quedara aplastada contra el auto.

"Tengo muchas ganas de follarte aquí mismo", murmuró, presionando firmemente tu clítoris a través de la tela de tu vestido.

"Entonces hazlo"

No lo hizo, sino que te empujó al lado del pasajero del auto y se alejó de la fiesta.

"Solo tenías que dar un paso más, ¿no?", Gruñó con las manos agarrando el volante con firmeza, brindándote una vista perfecta de sus bíceps.

"Solo estaba jodiendo, Eddie", respondiste algo seductora, extendiendo tu mano y colocando tu mano cerca de su pene.

"No seas tan bromista", se rebeló, acomodándose en el asiento mientras acercabas tu mano a su bulto.

"Pero me gusta molestarte, Eddie", alcanzaste el interior de sus pantalones ahora agarrando su polla.

"Estás pisando hielo, cariño", te miró cuando te detuviste en un semáforo, el brillo rojo hizo que su ira se viera aún más intensa.

También te hizo pícaro e incluso más cachondo.

Comenzaste a acariciar su pene dolorosamente lento mientras él continuaba conduciendo, sus ojos parpadeando hacia ti cada pocos segundos. Aprovechaste el poder que tenías mientras él tenía que mantener la vista en el camino.

"Joder, t/n, no me hagas detenerme", te advirtió mientras acelerabas el paso, si no parabas pronto, estabas seguro de que se echaría crema en los pantalones.

Estabas tan concentrada en tu puntería que no te diste cuenta de que Eddie se estaba deteniendo hasta que fue demasiado tarde.

Rápidamente, se desabrochó el cinturón de seguridad, se inclinó para agarrarte y ponerte sobre su regazo, boca abajo, con una mano subiendo por la parte interna de tu muslo mientras la otra forzaba tu cabeza cerca de su polla.

"¿Crees que es gracioso, eh, enrollar a papi todo el día?", Exigió meter un dedo en tu agujero y hacer que chillaras.

"Sí, es gracioso papi", te reíste, arrepintiéndote instantáneamente de lo que habías dicho mientras te obligaban a bajar sobre su polla, la punta golpeó la parte posterior de tu garganta y provocó que se formaran lágrimas en tus ojos. Su otra mano te tocó con fuerza.

Después de un minuto, te dejó tomar un respiro, sonriendo ante el repentino cambio de sumisión.

"¿Sigues pensando que es divertido ahora, eh?", Te preguntó de nuevo, a lo que sacudiste la cabeza de un lado a otro. Empujó tu boca sobre su pene, girando tu sensible protuberancia mientras añadía otro dedo a tu agujero.
Los sonidos de tus mordazas amortiguadas y tu dulce humedad te excitan aún más.

En este momento todo lo que querías hacer era correrte.

"Sé una buena chica y usa tus palabras cariño, ¿fue divertido?" preguntó por tercera vez, metiendo un cuarto dedo en tu vagina.

Pronto estaría a la altura de las muñecas.

"No papi, no fue así, lo siento", comenzaste antes de que él te callara de nuevo, golpeando su polla en tu boca una última vez antes de retirarse.

Con saña, te obligó a sentarte, con la espalda aún de espaldas a él, las piernas aún abiertas.

Movió tu trasero para que estuviera flotando justo sobre su pene, tus tetas mirando hacia la ventana, haciendo malabarismos mientras te retorcías.

"Siéntate en la polla de papá como una buena zorra", exigió Eddie y podías imaginarlo mordiéndose los labios rosados por la alegría de ver tu coño.

Te sentaste sobre su polla, gimiendo mientras él te llenaba y comenzaba a embestir contra ti, igualando sus embestidas moviéndose de un lado a otro.

"Oh papi", gemiste sintiendo que tu orgasmo se acercaba y queriendo desesperadamente correrte, Eddie te golpeó el trasero llevando su mano anillada a tu cuello, acercándote a él.

"Por favor, ohh por favor", suplicaste, viendo el deleite en su rostro.

"¿Vas a correrte, princesa, hmm?", Bromeó ahora mientras asentías con la cabeza y los labios hacían un puchero.

Después de unos últimos minutos de agonía, finalmente se le concedió el permiso, sus jugos gotearon sobre la polla y los muslos de Eddie mientras bajaba de su altura.
Salió de ti, obligándote a arrodillarte mientras soltaba su semen por toda tu cara, obligándote a lamer hasta la última gota.

Su boca se torció en una forma similar a un gruñido, mientras tiraba de tu cabello con fuerza, mirándote bien.

"Vas a tener una noche ocupada por delante cariño"