Obsessed| yandere!gojo x oc

tell me

MEGUMI NO PODÍA EVITAR la preocupación que le estaba comiendo los huesos de hacía ya semanas, la desaparición de Gojo parecía no tener fin y los altos mandos estaban con los nervios de punta, pero demasiado testarudos como para hacer su desaparición oficial.

¿Acaso no sería admitir que Gojo Satoru, el portador de los seis ojos se había rebelado y escapado de sus garras? Lo mejor sería esperar que por alguna casualidad volviera, pero rápido, porque el nivel de maldiciones estaba incrementando con un paso voraz y se les estaba saliendo de las manos.

El debía admitir que a pesar de que Gojo le parecía molesto e infantil, era lo más cercano que tenía a una figura paterna, y que dentro de todo le tenía cierto aprecio y cariño, aunque eso no lo admitiría en voz alta incluso en su lecho de muerte. Se le subiría el ego hasta el cielo a ese anciano. Así que su mejor curso de acción ha sido buscar a Gojo Satoru en los últimos lugares que había sido avistado, aunque todo esto sin fruto alguno, lo que lo dejaba cada vez más frustrado y con ganas de asesinar a su profesor.

Cuando lo encuentre lo voy a crucificar, maldito idiota, pensó, sin detenerse y percatarse de su entorno por la furia que sentía, chocando con alguien en el camino.

Megumi se detuvo inmediatamente, avergonzado, pues la mujer con la que había chocado parecía muy triste al ver su comida, que solo consistía en helado y chelates, ahora parecía vomito de borracho tirada en el suelo, manchando unos papeles que tenía antes en sus brazos.

—¡Lo lamento mucho señorita! Déjeme ayudarla por favor— Lleno de vergüenza el de cabellos oscuros se apresuró a recoger el maletín y los audífonos de la mujer, quien lo miraba con curiosidad, sin decir ni una sola palabra.

Con cuidado ella se levantó y pareció buscar unas papeletas que tenía colgadas a su cuello con un collar. Fushiguro se le quedó viendo, extrañado ante la actitud de la mujer.

"Hola, mi nombre es Hika, soy muda, lamento cualquier inconveniente. Gracias por tu ayuda" eso era lo que se leía en aquel papel púrpura fosforescente que casi deja ciego a Megumi, quien simplemente asintió, comprendiendo la situación y le entregó sus pertenencias.

"¿Sabe lenguaje de señas?" Preguntó Megumi, de forma tosca, pues normalmente no era necesario emplearlo con Inumaki porque podía descifrar lo que quería decir aunque fueran solo ingredientes de comida.

"Creo que sí, en fin, me voy porque perdí a mi gato. ¿Tenía un gato siquiera?"

"¿Qué?" Asustado Megumi cuestionó, aunque la mujer no parecía ni de lo más preocupada, sumergida en su propio mundo.

"Había una nube muy blanca y bonita que me seguía a todos lados, me caía muy bien, era buena gente. Pero de repente se esfumó, será mejor que compre más pastelitos"

Lo único que entendió del despreocupado lenguaje de señas que utilizó la mujer fue, "mataste a mi gato, tuvo una buena vida". Enserio Megumi necesitaba mejorar su lenguaje de señas, pero eso lo haría más tarde.

Porque en ese instante Fushiguro tenía miles de pensamientos en la cabeza, ¿como debía de sentirse la pobre mujer ante la muerte de su gato? ¿Cómo Megumi no se dio cuenta de que traía a su mascota a un lado y por su culpa el gato escapó?

Por cierto, la supuesta, pobre mujer en desgracia estaba más preocupada rascándose la nariz que llorando por su mascota perdida, pero Megumi estaba sumergido en su desgracia como para notarlo.

"Oh por cierto, necesito que ayudes a Nube, si es que no se fue al cielo, claro. Está triste ultimamente, debe volver a su hogar"  señaló Hika jugando con los bordes de su falda. Megumi, nuevamente no supo de que estaba hablando la mujer y decidió no comentar nada para no quedar como estúpido. Sin embargo, parece que falló en el intento, porque la mujer suspiró y sacó una pizarra de su maletín, junto con un plumón rosado y comenzó a escribir con una letra, un poco, por lo menos decir, fea y descuidada.