× Capítulo 6 ×

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°Narrador Universal°

Una vez lo suficientemente lejos del grupo, Neteyam se dispuso a hablar.

Neteyam: ¿Cuál es tu problema?— Apenas pronunció las palabras un brazo voló para colocarse justo al lado de la cara de Neteyam, golpeando el árbol en el cuál ahora se encontraba acorralado. Este se estremeció, pero no perdió su postura.

Aonung: No tengo un problemas Neteyam... Pero no has entendido lo importante que eres para mi~ — Hablaba pesado mientras una mano empezaba a acariciar su rostro. — Y detesto verte tan sonrojado con el idiota de Lío. — Dijo serio para luego agarrarlo firme del mentón, obligando a mirarlo. — ¿Me vas a decir que te gusta? — Sus palabras morían en el cuello de Neteyam, ya que empezaba a bajar por este. — ¿Tus sentimientos hacia mi han cambiado...? — Susurraba.

Neteyam: Aonung yo- Mm~ — El Metcayina lamió su hombro. — Aonung~ ¿Que- ¡Hip! — Neteyam pego un brinco, se tapo la boca buscando no gritar, al menos que el grupo no escuchará.

Aonung le había proporcionado una fuerte y profunda mordida en el hombro del menor, provocando que brotará sangre. Este la lamió como si de miel se tratara, relamiéndose los labios. Volvió a dónde Neteyam, acercando su rostro al contrario. El Omaticaya temblaba con la boca cubierta por sus manos, sus ojos estaban llorosos por la herida, pero sus mejillas sonrojadas por la persona que la había provocado.

Aonung: Ma'teyam... — Decía mientras levantaba sus manos y con delicadeza las retiraba las del contrario de su rostro. — Quiero ser tuyo...~ — Suspiraba cerca de su oído. —Para que finalmente seas mío y de nadie mas...~ — Deseaba mientras empezaba a dejar pequeños besos cálidos por su rostro. — Porfavor... Ne'teyam... Eligemé... — Pedía, casi imploraba. Aonung en un movimiento rápido e inesperado agarro el rostro del contrario para comenzar a besarlo.

Era un beso demandante, posesivo, era un sentimiento embriagante, el deseo y amor pero a la vez la nostalgia y una combinación extraña entre alegría y aflicción se posaban en la boca de Neteyam. Este por alguna razón lo amaba. Amaba que al fin alguien lo amará, la posesividad le era exitante, y la aflicción y amor le eran tiernas, nunca pensó sentir tales sentimientos por otro na'vi, el ser correspondido parecía algo sacado de un cuento de hadas... Se sentía tan irreal... pero no le importaba, amaba a este macho, más de lo que debería... Sentía que siempre que estaban juntos se volvían uno, a pesar de casi nunca haber convivido de esta manera antes, sentía como si la misma Eywa los hubiera conectado... Sentía que había nacido para estar con el... Que había Sido creado para el... Y lo amaba. Amaba el ser correspondido... Amaba el sentimiento de ganarse su amor simplemente por existir, sin tener que hacer algo para merecer ese amor~ Era lo que siempre había querido... Y ahora que finalmente lo tenía se sentia... feliz~.

Los brazos del tez morena se enrollaron en el cuello del más alto, este en respuesta agarro sus muslos para alzarlo. El beso continuaba, igual de demandante, sus resparaciones ahogadas que se encontraban para luego volver a fundirse en el calor de sus bocas, todo tan rápido... Y a la misma vez lento... El ambiente, fuera de volverse tierno, se empezó a volver caliente... casi exitante...Neteyam, el cuál tenía su dedos enredados en la cabellera del contrario, jala de esta para detener el beso. Sus ojos se encontraron, ambos igual de acalorados, la mirada de Neteyam demostraba dominación, fue cuando Aonung entendió la fuerza de su amante, pero su mirada tampoco se suavizó, en el reflejo de sus ojos se pudo ver la naturaleza salvaje del aguamarina, lo salvaje y duro que puede ser... Ambos seres tan dominantes... Pero Aonung estaba dispuesto a demostrar su posición, al igual que Neteyam...

Neteyam: Cuidado pecesito~ El que acepte ser la hembra no significa que bajé la guardia...~ —Tarareó pícaro, mientras apretaba el agarre de sus piernas alrededor de las caderas del contrario.

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