Una Historia Del Loto y el Té

CAPÍTULO 4. EL SENTIMIENTO ARDE Y QUEMA.

Eran un niño con un temperamento exasperante, un adulto débil y un dragón del tamaño de una montaña.

El dragón movió su cola, con un movimiento afilado cortó el aire, rompió rocas. Se dirigió a golpear a Ne Zha, el chico fue rápido y evitó el golpe que estaba dirigido al pecho, la expresión de Ne Zha empeoró.

Tang tembló y las cosas no podían seguir así, en primer lugar, Ao Bing y Ne Zha debían continuar su lucha donde él no estuviera. En segundo lugar, esto no era parte del plan. Ne Zha cayó de pie en la arena, derrapando y quedando enfrente de Tang.

Tang lleno de la arena salada y agua, se arrastró hasta el chico: "¿Cuándo puedo irme?"

La expresión de Ne Zha se torció, se enfureció y se enfureció.

Ao Bing se lanzó en un ataque, su boca se abre lentamente para devorar a Ne Zha. El chico punk se puso en posición de ataque, miró hacia atrás y se encontró con el rostro de Tang, sabiendo que ese monje no podría hacer nada.

Ne Zha agarró a Tang por la cintura quitando a ambos del camino, sostener al monje, para Ne Zha fue tan fácil como sostener una pluma. Con Tang en brazos lo único que hizo Ne Zha fue esquivar y esquivar por cada ataque de Ao Bing.

Los rugidos del dragón casi hicieron que los oídos de Tang sangraran, los ataques eran de hielo helado, que en el momento que Ao Bing abría la boca lanzando rayos de luz fríos. Aunque Ne Zha lograba evitarlos a la perfección, el hombro de Tang fue alcanzado, helando su aliento y sus huesos se congelaron.

"Quizás el pelear no sea la solución en este momento."

Ne Zha resopla. "¿Cómo si ese dragón estuviera interesado en hablar?"

'Estoy dando ideas, dijiste que me mantendrás a salvo.' Tang llora.

Otro ataque de Ao Bing y Ne Zha logró darle un golpe con los pies, sacando momentáneamente de combate al dragón.

"Qué tal si me dejas en la playa..."

Ne Zha miró directamente los ojos de Tang: "¿Vas a abandonarme?"

Tang sintió que su idea sonaba como un posible: 'Yo me iré, aprovecharé y no, no me importa lo que te pase.'

Y para el chico, sonó como una traición, Tang sabe que Ne Zha tiene un espíritu leal, si le debía algo alguien lo pagaría, si tenía amigos en apuros, Ne Zha los ayudaría. Por el momento no le contestó a Ne Zha.

Ne Zha tomó esto como algo negativo y se enfureció. "¡¿Tu?!"

"No." lo encaró, lo mejor era mantenerse en buenos términos. No era el momento ni el lugar para una pelea.

Cuando menos lo esperaban, Ao Bing rugió, agitando su cola y lanzando un golpe directamente a ambos. Tang con su espíritu de supervivencia era huir, pero estaba en brazos de Ne Zha, amarrado a cuerdas apretadas. Y luego estaba su instinto por ayudar, así que no estaba seguro de lo que hacía cuando lo hizo; poniéndose enfrente de Ne Zha y recibiendo el golpe.

Tang luego lo pensó bien: '¿En qué estaba pensando?'

Terminó arrojado lejos, enviado al agua, zambulléndose en el mar. Trató de mantenerse en la superficie del agua, casi imposible con los brazos y piernas atadas, el mar estaba con olas furiosas, por los movimientos del dragón y el mismo Ne Zha, el asunto empeoró. Tang terminó hundiéndose y tragando agua, buscando con la mirada a Ne Zha.

Y solo encontrándose con la mirada preocupada del chico, antes que otra ola lo cubriera. Tang se hundió en el mar con el último recuerdo: Ne Zha tratando de llegar con él, el chico preocupado de ojos llorosos.