Lσʋҽɾ | jaywon

O4

Ya habrían transcurrido unos 20 minutos desde el incidente del baño, todos estaban en la mesa comiendo sus respectivos pedidos. Por su parte Sunoo y Riki eran los que más hablaban, Jay contestaba casualmente y el evitaba interactuar.

Jay era un idiota muy confiado, seguro pensaba que lo iba a perdonar después de golpearlo. Lo odiaba tanto en esos momentos.

— Wonie. — la voz de Sunoo lo sacó de trance. — Estás algo distraído, ¿No te gustó la comida? — preguntó.

La comida era lo de menos, literalmente estaba comiendo un manjar bendecido por los ángeles, el problema era Jay.

— No es eso, solo estoy preocupado porque dejé las llaves de mi auto en el escritorio de mi oficina. — respondió y claro, no estaba mintiendo del todo, había dejado su llaves al aire libre.

Una risita salió de Sunoo y Riki lo acompañó, se estaban burlando de su desgracia, iba a golpearlos.

— Siempre tan distraído. — sonrió. — ¿Te parece si vamos ahora? Ambos acabamos. — Riki lo miró directamente y se extrañó al verlo fruncir el ceño mientras miraba su rostro.

— Supongo que s-

— Esperen que acabemos, es de mala educación irse si los demás no terminan de comer. — Jay miró a Riki y sonrió. — ¿Acaso no te enseñaron modales?

Mierda, no ahora.

El ambiente se tensó y el buscaba un hueco para esconderse de por vida.

— Jay-shi~ no seas así y déjalos ir. — pausó y miró a Jungwon, guiñandole el ojo derecho. — Tal vez ambos quieran un momento a solas o simplemente se van a buscar su llave, no dudes de tus trabajadores. — Sunoo finalizó y codeó a Riki quién estaba totalmente fastidiado.

¿Estaba arreglando la situación o la estaba empeorando?

El silencio volvió y Jay suspiró profundo mirando a Nishimura.

— Entonces váyanse. — bocifero Jay fastidiado, estaba evitando su mirada.

— ¡Bien! Gracias jefecito. — respondió. — Hmm, Wonie espérame aquí, iré a cancelar la cuenta, recuerda que yo pago esta y tú la próxima. — agregó riendo.

Iba protestar y decirle que pagaría su parte pero fue interrumpido por una voz chillona.

— Riki espérame, también iré a cancelar de una vez mi cuenta y la de Jay, de igual forma ya nos falta poco. — avisó Sunoo jalando a Riki y ambos desapareciendo de su vista.

Prefecto. Ambos solos y con un Jay no al 100% calmado.

— ¿Intentas cambiar los papeles entre los dos? Invitarlo a él y amenazarme a mí. — giró su rostro y lo miró. — Me divierte y me arde la sangre de la rabia.

Los ojos profundos mirándolo lo intimidaron y bajó su mirada.

— No debería importarte. — murmuró.

La risa de Jay lo tensó y sintió la mano del contrario acariciar delicadamente sus muslos.

— Claro que me importa, a caso... ¿No recuerdas lo que le pasó a tu "ex novio" por lucirse delante mío? — Jay apretó su muslo y se aguantó soltar un quejido.

Y claro, recordó a lo que Jay se refería y lo miró asustado, no estaría pensando hacer eso de nuevo.

— T-tú dijiste que había sido un error... — mierda, estaba temblando y a nada de llorar.

Jay se acercó lo suficiente como para sentir su respiración en el odio y tensarlo aún más.

— Disparar a alguien no debería ser considerado un error. — respondió sonriendo cínico.