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Al verlo ahí se quedó sorprendido, ¿Qué hacía tan tarde en la calle y con comida? Ignorando sus pensamientos lo ayudó a recoger la comida del suelo, se le había caído todo.

- Wonie hola, ¿Qué haces por aquí? Me preocupaste en la tarde... - el rubio lo miraba enternecido.

La mirada de su amigo le dolió, se sentía peor que nunca y realmente no tenía ganas de nada.

- No quiero ir a mi casa. - fue lo único que soltó.

Una suave risa llegó a su persona, miró a su amigo y lo vio señalar su bolsa de ramen. - Entonces ven a la mía, estoy solo y esto es mucho para mí.

Atónico no pudo procesar su respuesta cuando el chico de rulitos jaló su mano. Suspirando lo siguió, no quería ir a casa, tal vez ir con él lo calmaria un poco.

- Está bien... Gracias Sunoo. - habló despacio y siguió a su amigo hasta llegar a su camioneta.

- Eres como mi hermano pequeño Wonie, no me gusta verte así, ni siquiera sé que te ocurre.

Estando ya ambos dentro del vehículo se puso en marcha. No pudo contestarle a Sunoo, no podía simplemente fingir que se sentía agradecido con él, no podía fingir que nada sucedía. Era un traicionero, estaba arrepentido, no merecía estar siquiera ahí.

Mirando por la ventana cerró los ojos y una lágrima bajó, giró rápido su rostro para no ser visto y se limpió, no se haría la víctima, él sabía lo que hacía, lo único que era, era egoísta.

- Wonie llegamos, sígueme, tengo un gatito así que ten cuidado, se comporta como un perro no quiero que te asuste. - el rubio bajó y avanzó hacia una mansión enorme, nada comparado con su departamento de cuarta.

Lo siguió nuevamente y se sorprendió por el jardín de la entrada, era grande. Nada menos que esperarse del hijo de un reconocido empresario.

Cuando entraron por la inmensa puerta un fuerte aullido lo hizo saltar, miró al responsable y era un gatito naranja que le mostraba sus colmillos u garritas, demasiado tierno.

- Es lindo. ¿Cómo se llama? - preguntó agachándose para acariciar al animal que le mordía el dedo.

Un silencio se escuchó, nadie habló.

- Se llama Lilo. - la gruesa voz contestándolo lo dejó quieto en su posición.

No quería girar, se supone que sólo serían Sunoo y él. ¿Qué hacía ahí?

- Jungwon había ido por agua, quier- , Ah? ¿A qué hora llegaste, Jay? - Sunoo volvió a aparecer y su tono era sorprendido.

Se dignó a pararse y miró a Jay mirarlo fijamente mientras Sunoo tenía dos vasos en su mano.

- De hecho, acabo de llegar, la reunión se canceló Sun, la publicista nunca llegó. - el hombre caminó hasta su "pareja" y le dió un pequeño beso.

¿De qué reunión habla? Es un idiota.

Ciertamente no se esperaba ver a Jay tan pronto, pero fue tan iluso al no creer que visitaría a su novio después de verlo a él.

- Ah bueno, que horrible que hayas ido por nada, despidamos a esa mujer. Pero bueno Seongie. ¿Te quieres quedar conmigo y Wonie a ver una película? - el chico habló en tono tierno.

Me largooooo.

Definitivamente se iba a ir pero a la mierda si seguía ahí.

- Mmm Sun, sabes acaba de surgi-

- ¡Claro amor! Trae las papitas de la cocinaa. - Jay le ganó y se quedó callado.

- ¡Me deben una ambos! Ya vuelvooo. - y el rubio desapareció en la cocina dejándolos solos, lo que menos quería definitivamente.

Miro a todos lados tratando de calmar sus emociones pero una voz lo sacó de sus pensamientos.

- ¿Qué haces aquí? No me digas que te surgió un repentino arrepentimiento y viniste a contarle a mí pareja. - una risa burlona salió de Jay y lo dejó helado.

"Pareja" quería reírse pero evitó hacerlo, se sentó en un sofá frente al proyector de la sala de Sunoo y luego lo miró. - No todo se trata de ti, maniático. - contestó firme.

Jay iba a protestar obviamente pero su pareja entrando en escena con unas papas fritas lo detuvo y fui a ayudarlo.

- Gracias por ayudarme Seongie, hice un desastre en la cocina, luego ambos me lo limpian porfi. - dijo riendo el rubio.

Por su parte solo suspiró, quería que todo acabara e irse de ahí.

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Sus ojos se cerraban, ni siquiera sabía cómo seguía despierto después de que Sunoo pusiera la saga completa de "Toy Store" para revivir la infancia según él.

Definitivamente estaba aburrido, la pareja no dejaba de besarse y se sentía hasta incómodo. Pero para su suerte solo quedaban 3 minutos para la ultima película acabe, miro su teléfono y ya era media noche, suspiró y se levantó.

- Sun ya casi acaba, iré a llevando las bandejas para lavar e ir a mi casa. - dijo y llevó lo dicho hacia la cocina.

- Oh, claro Wonie. - contesto el chico sonriéndole fugazmente para ver nuevamente la escena de los juguetes sacrificándose y lagrimear.

Al llegar comenzó a lavar y era cierto que el chico había hecho un desastre, comenzó a limpiar y torpemente tumbó una espátula.

- Qué tonto eres Jungwon. - se dijo a sí mismo sarcásticamente.

Se estiró y una mano le alcanzó el utensilio. Alzó la mirada y Jay estaba frente a él. - Sí eres tonto de verdad. - re afirmó.

Receloso se levantó y siguió haciendo la limpieza.

- ¿No me hablarás? Vamos, no me gusta estar así contigo, Jungwon. ¿Cuánto debo esperar a que se te pase, eh? - el contrario se le acercó silencioso.

Estaba más que indignado.

- ¡No entendiste que lo nuestro acabó para siempre o qué! - alzó un poco la voz y lo miró enojado.

Jay sonrió. - ¡Eso! Mírame así, tus ojos me vuelven loco.

Sin pensarlo se iba a ir pero fue jalado como de costumbre por su "amante".

- No te irás esta vez. - lo amenazó serio.

Iba a protestar pero un beso siendo robado bruscamente lo calló, intentó separarse pero el contrario se aferraba a él con fuerza y se debilitaba. Quería llorar.

- ¿Jay?

Su corazón dejó de latir cuando escuchó la voz de Sunoo por detrás de él y los ojos saltones de Jay mirando.

Estaba jodido.

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VAMOOOOO! Actu porque ando mal JAJA full exámenes y enferma pero quise volver🥹🥹 perdón x la espera de verdad 🫶

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⏰ Última actualización: Jul 01 ⏰

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Lσʋҽɾ | jaywon Donde viven las historias. Descúbrelo ahora