⍣ 𝙿𝚛𝚘𝚖𝚎𝚜𝚊: 𝚂𝚞𝚒𝚌𝚒𝚍𝚒𝚘 [𝙺𝚊𝚣𝚞𝚃𝚊𝚔𝚎] ⍣

Capítulo 11 (⁠｡⁠•̀⁠ᴗ⁠-⁠)⁠✧

Takemichi había pasado un buen tiempo en el hospital, le dieron la información a su especialista en psicología, sí. Un medico de confianza gracias al hospital, debido a la pérdida de sangre Kazutora tuvo que dar de su sangre un poco más, está agradecido con él. Tal vez hubiera muerto, quiere estarlo. Pero sabe que al menos alguien no lo dejará morir tan fácilmente. Acaba de confirmar, por ahora quiere disfrutar de la sensación de cuidado, de ser cuidado y que se preocupen por él. No puede recordar la ultima vez que se sintió de esa forma, claro, sabe que su amiga Hina le quiere, pero sabe honestamente que no es como si ella se interese mas allá para ser llamada mejor amiga, solo lo tiene porque es la única amiga mujer que tiene.

Mientras viva se promete a sí mismo disfrutar las pequeñas cosas que le ofrece la vida, mientras algo esté tomando su mano no la soltará hasta que esa misma cosa lo abandone y deje caer en el abismo nuevamente, no desperdiciara esa sangre que le dieron e ingresó a sus venas.

Ha aprendido varias lecciones en la vida, pero nunca puede salir de ese circulo que se volvió vicioso a su alrededor, y es irónico porque se siente cansado y pesado en sus hombros y no sabe que hacer para dejarlo y salir de aquella espiral que lo consume por dentro y poco a poco por fuera. Su estomago se siente cerrado de repente, no permitiendo el paso del apetito voraz que solía tener antes de que su vida se arruinara.

Suspiro.

En este momento se encontraban caminando por las calles, podían haber tomado un aventón e ir directamente a la casa de alguno de los dos, pero simplemente lo consideraron y negaron. Querían un poco de aire fresco, ambos lo necesitaban. La ansiedad se apoderaba de ellos en el tiempo encerrados en esa sala blanca con luces amarillas y llenas de aquel aire acondicionado lleno de incienso a pino con las cortinas claras permitiendo que la luz de la ventana se filtrase perfectamente.

Estaban hartos, habían pasado muchas veces encerrados en esas salas blancas, aunque uno de ellos la pasaba encerrado en una celda y tenía que cumplir con su condena e ir a rehabilitación, así que no había muchas opciones, pero ciertamente era desagradable en muchos aspectos.

_ Cuéntame lo que te molesta, no te obligaré a hacerlo, quédate tranquilo. _ comenzó a hablar aquel chico bicolor. Su voz sonaba suave y nada cansada.

_Hm. _ afirmó takemichi en un tono bajo. No quería hablar de eso por ahora, se sentía un poco avergonzado de que el chico a su lado tuviera que cargar con él, se sentía mal por eso. Además, no era aconsejable hacerlo ahora, no a podido ordenar sus pensamientos y emociones hasta volverlas claras como el agua, necesitaba tiempo.

Los ojos de ambos estaban fijos en el camino, hasta que kazutora decidió parar, haciendo que por reflejo takemichi también detuviera su caminar.

_ Pasó algo? _ preguntó en un tono plano, pero claramente se sentía preocupado.

De seguro recordó que tiene algo importante que hacer.

_ Espérame aquí, no te muevas.

Sin esperar respuesta salió corriendo dejándolo parado en medio de la acera. Miró a ambos lados notando que algunas personas lo veían mientras pasaban, rascó su mejilla nerviosa dando una risa tímida, estaba comenzando a inquietarse por el mirar y susurros de las personas a su alrededor.

Cuando lo vio acercarse notó que escondía algo entre sus manos, estaban detrás de su espalda. Y antes de que pudiera preguntar la razón por la que salió corriendo tan de repente puso algo esponjoso en cerca de su rostro.

_Para ti. _ respondió mientras daba una sonrisa leve y respiraba agitado de tanto correr.

Era algodón de azúcar.

Sus ojos comenzaron a brillar después del primer bocado. Hace mucho no comía uno de esos.

_Está muy bueno! Muchas gracias por esto, kazutora-kun.

Agradeció sinceramente al chico a su lado, si habían retomado su caminar.

Sintió en sus hombros un peso adicional, era uno de los brazos firmes de kazutora abrazándolo un poco.

_Dediquemos este día a distraernos un poco. Podríamos ir a la feria.

_Creí que teníamos problemas para ver gente.

_ Sobre eso. es cierto, pero podríamos superarlo entre los dos, muchas cosas nos afectan, pero espero que podamos sobrellevarlos. _ Dijo sin mirarlo.

_ Lo pensaré.

_Oh, vamos... entonces vamos a comer algo en las tiendas callejeras. _ reprochó_ enserio, solo quiero pasarla contigo.

Aquella declaración hizo que se ahogara con el azúcar del rico dulce esponjoso, dando como resultado grandes y fuertes golpes nada cuidadosos en su espalda. Y la hermosa risa de fondo de kazutora.

Está claro, se está burlando de él.

Pero no se sentía molesto, al contrario. Quería que siguiera así un poco más.

No podía evitarlo, no desde que decidió disfrutar todo lo que pudiese.

_Bien, iremos a la feria mañana por la noche, pero. Con una condición.

La risa paró poco a poco.

_Um, aceptaré las condiciones.

_ Iremos al martillo volador.

De inmediato recibió una exclamación de terror. Se sentía divertido por dentro.

_ ¿Estás loco, y si se va la luz? ¿Y si nos quedamos colgados?

_ Ah, vaya. no esperaba que tuvieras miedo de aquella cosa.

_ Ey! No tengo miedo.

_ Entonces está decidido.

_Bien, te demostraré que no tengo miedo.

Resopló divertido. ¿Dónde está el aterrador chico de los cuales se escuchaban habladurías? Tonterías, era muy dulce, tan dulce como aquel algodón de azúcar que le entregó.

_ Hm, claro. _ no pudo evitar reír un poco, de verdad era muy dulce, y aun mas con la cara de determinación que tenia en ese momento, era algo de apreciar.

Sonrío ante la vista que tenía, pudo ver qué le devolvía la sonrisa con la misma intensidad.

N/a: por favor no me linchen, estoy tratando de apegarme al horario, pero por ahora no e podido hacerlo. Estoy un poco ocupada con muchas cosas. Y no e podido cumplir como corresponde. Pero espero les guste este capítulo.

Los quiero mucho, por favor, cuidense!.