Sid, un hombre divorciado quien se había separado hace dos días de su ex esposa. Estaba a punto de contraer matrimonio con una mujer que a su vista, era perfecta.
Colocó el anillo en su dedo y ambos aceptaron estar toda su vida juntos, cosa que al parecer al hijo de su ahora esposa, repudiaba.
─ Te odio─ le dijo el chico al mayor y este le soltó una cachetada.
─ No vuelvas a faltarme al respeto mocoso─ advirtió y Johnny miró a su madre para que lo defendiera. Laura solo apartó la mirada y desde ese día, Johnny supo que nada sería igual.
─ Púdranse ambos─ exclamó antes de ir a su cuarto con furia y dolor.
Y si, Johnny tenía razón. Desde ese día las cosas nunca fueron iguales para él; Sid lo golpeaba cuantas veces quería y su madre solo miraba como si el anciano estuviera haciendo lo correcto. Una vez llegó a casa y Sid solo lo jaló por el pelo, diciéndole que lo tenía harto, que ya quería que se fuera de casa y Johnny solo tenía 17 años.
Cuando cumplió 20 años, Laura falleció y el idiota de Sid se encontraba realmente enfermo.
─ ¿Hola?─ preguntó Sid al teléfono y Johnny, quien estaba fuera, escuchó todo─ ¿Lucille?, ¿qué sucede con ella?─ ¿Lucille?...─ ¿qué?, yo no pue- no puedo hacerme cargo de él─ Johnny frunció el ceño─ apenas y puedo sostenerme yo solo─ Johnny entró a la habitación y le sonrió con maldad a su padrastro─ ¿qué haces aquí?, ¿no ves que estoy en una llamada importante?─ Johnny de acercó y le arrebató el teléfono.
─ ¿Hola?
─ Hola señor Sid, solo quería saber la posibilidad de que usted se haga cargo de mi, mi madre ha muerto y bueno... lo último que dijo fue que lo llamara
Johnny se confundió, parecía un chico jóven, así que al mirar a Sid, este desvió la mirada.
─ Soy Johnny, ¿con quién tengo el gusto?
─ Daniel... el señor Sid es mi padre─ Johnny abrió en demasía los ojos y sonrió.
─ Mucho gusto Daniel, con gusto te aceptaremos aquí─ colgó y Sid lo miró con odio.
─ ¿Qué es lo que crees que haces?─ preguntó molesto y Johnny no dejó de sonreír.
─ Si ese chico es hijo tuyo, como dijo, eso quiere decir que es de tu descendencia─ le explicó─ y por todo lo que me hiciste, ese chico va a pagar. Después de todo es un Weinberg─ el viejo miró a Johnny como si estuviera loco y Johnny ignoró esa mirada─ apuesto a que es igual de horrible y maldito que tú, después de todo... es tu sangre, no?.
Eso fue lo último que dijo antes de cerrar la puerta de la oficina de Sid.
Unos días después, Johnny le dijo a Sid que si no firmaba, lo mataría de hambre y Weinberg con miedo lo hizo el día correspondiente.
─ ¿Dónde está?─ preguntó Lawrence queriendo echarle un vistazo al menor y este se abrió paso de los hombres que lo habían llevado hasta ahí.
─ ¿U-Usted es Johnny, verdad?─ Lawrence sonrió. Ese chico era una verdadera belleza, ¿cómo podía ser hijo de Sid?─ gracias por dejarme venir aquí─ comentó con una pequeña sonrisa de nervios.
─ No hay de qué Daniel, vámos, entra y ponte cómodo─ el moreno hizo lo orenado, pero antes se despidió de ambos hombres que lo habían acompañado.
Al estar en la habitación, Daniel suspiró y miró hacia la puerta donde estaba Johnny parado observándolo.
─ Señor Johnny, le prometo no ser una molestia, cuando tenga trabajo me iré de aquí, lo juro─ Lawrence no quitó en ningún momento su sonrisa y eso incomodó un poco a Daniel.
─ No hay prisa Daniel, después de todo esta también es tu casa─ LaRusso asintió sin mirarlo a los ojos─ ¿y por qué decidiste dejar a tu madre?, ¿ella hacía cosas indebidas o algo así?─ preguntó con burla escondida y Daniel se tensó por un momento.
─ Mamá murió hace unos años, estuve en casa de una amigo todo este tiempo─ explicó y Lawrence dejó su sonrisa comemierda para transformarse en una cara de arrepentimiento─ el Señor Miyagi me dejó vivir con él algún tiempo y cuando las autoridades se enteraron, iban a mandarme a un orfanato─ comentó y Lawrence suspiró algo arrepentido de su plan.
Pero el hecho de que ese chico fuera Weinberg, hizo que su furia aumentara y volviera a su papel de maldito.
─ Tu mamá debió ser muy bonita─ comentó Lawrence acercándose y Daniel asintió ante el recuerdo.
─ Lo era, era muy hermosa─ comentó y Johnny le acarició la mejilla a Daniel.
─ Te pareces más a ella que a Sid, seguramente─ Daniel quitó la mano del rubio y retrocedió.
─ S-Señor Johnny, ¿qué-?─ Lawrence lo acorraló en el muro y Daniel se sintió muy asustado.
─ Es una lástima Daniel, por que Sid fue un hijo de puta conmigo... supongo que te toca pagar sus platos rotos─ comentó y Daniel trató de escapar.
─ ¡Yo no tengo nada que ver en eso!─ gritó y Johnny lo ignoró, soltándole una bofetada─¡yo no hice nada!─ gritó e intentó cubrirse para evitar más golpes.
Johnny miró este gesto con culpa y comenzó a respirar con dificultad al verse reflejado en el chico. Se alejó con miedo de volverse como Sid y en cuanto Daniel se dio cuenta de la actitud de Johnny, intentó acercarse.
─ Señor, ¿está bien?─ preguntó y Lawrence corrió hacia la puerta para salir de la habitación y encerrar al más bajo dentro─ ¿señor?─ el moreno intentó abrir la puerta y al ver que estaba bajo llave frunció el ceño─ señor, déjeme salir por favor, le prometo que no soy como Sid.
─ Te quedarás ahí hasta que yo lo diga─ advirtió el rubio antes de irse lejos de esa puerta y Daniel intentó abrir la puerta con fuerza.
Fin :D
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