Daniel (Omega)
Johnny (Alfa)
─ Johnny, llévalo a su casa, está muy mal─ pidió una maestra al ver como el alumno LaRusso desataba sus feromonas, causando que varios Alfas quisieran acercarse con otras intenciones─ confío en ti─ oh... no debió.
Johnny corrió al estacionamiento casi aguantando la respiración, pero no estaba funcionando...
Mierda, ¿por qué los omegas eran tan débiles?, ¡¿ninguno podía llevar a Daniel a su casa?!
Dejó de pensar en aguantar la respiración y su error comenzó desde ahí...
Su nariz se movió, logrando distinguir entre sus fosas nasales el dulce olor de la vainilla que venía del cálido cuerpo del omega en sus brazos.
Miró al omega casi inconsciente en sus brazos y después su auto, corrió a este, abrió la puerta y ya dentro, se dispuso a hacer los asientos para enfrente para estar más comodos, no estaba dispuesto a desaprovechar el celo de LaRusso ahora que su olor lo había atraido.
Daniel estaba sentado en la orilla de los asientos, se veía tan tierno y sexy, hasta cierto punto era como un pequeño ciervo bebé y con esos shorts cortos, dejaba poco a la imaginación.
Lo miró y no se aterevió a hablarle o decirle algo, simplemente se fue contra el, lo acorraló y comenzó a besarle el cuello.
─Ah~, J-Johnny─ jadeaba con los ojos dilatados mientras hacía su cabeza hacia atrás, dándole más espacio para lamer o besar en su cuello.
─Tranquilo, te follaré como quieres─ dijo burlón, hasta cierto punto, sabía que le gustaría.
─ ¡NO!, espera, ¡solo llévame a casa!, ahí están mis sup-─ sin dejar que termine, lo besó... se separó y...
─ No haré eso... no pienso dejarte así de necesitado─ lo miró coqueto y el moreno parecía perdido entre una decisión y otra.
Luchaba contra su celo...
Comenzó a quitarle la playera, Daniel cedió y cuando lo logró, sonrió admirando su pequeño cuerpo.
─ ¿T-te gusta?─ preguntó LaRusso sonrojado mientras el rubio lo miraba, casi devorándolo con la mirada.
─ Eres precioso─ se aproximó a los labios del omega y lo besó siendo correspondido con gemidos entre este.
Fue bajando a sus rosados pezones, los cuáles comenzó a succionar y el azabache solo pedía por más.
─ ¡Porfavor!... sigue... ¡necesito tu polla!─ gritó, haciendo el rubio lo mire con perversión.
─ ¿Quieres que te coja como puta, no?─ dijo comenzando a bajar el pantalón del más bajo, Johnny bajó su rostro y Daniel aprovechó que soltó sus manos, para empujar su cara, a lo que lo tomó de nuevo de las manos con más fuerza.
─ Johnny, ¡solo quiero mis supresores!─ el rubio no escuchaba, estaba lleno de lujuria y esto lo cegababde tal manera que no dejaría ir a LaRusso sin tomarlo... hacerlo suyo...
─ ¿Así que te portarás mal?, pues yo también puedo portarme mal─ dijo bajando su boxer y haciendo que él abra los ojos como platos─ ¿pero que tenemos aquí?─ dijo viendo su miembro. Lo tomó con una mano y él otro se tensó, comenzó a masturbarlo, subía, bajaba y lo único que Lawrence podía ver era la expresión en su cara; Tan inocente y suplicante, lo que lo motivaba a seguir haciendo lo suyo.
Escuchaba también sus gemidos y constantes balbuceos provenientes de su boca la cual besó. Pero qué hacía?, LaRusso era sexy. Se separó y Daniel de nuevo lo miró excitado.
