Capítulo I

364 18 0
                                    

·Alyssa·

-Es imposible pelear bien contigo- Se quejó Cástor -Deberías cuidar tu lado izquierdo- Añadió derribando a su hermano

Xander se levantó inmediatamente del frío piso de la arena.

- Mejor cállate- Gruñó

-Pensé que eras un rival digno- Rió el pelirrojo

- Eso es todo- Xander derribó a Cástor quien no paraba de reir.- ¿Te parece divertido?

-Oye, yo sólo te motivo, ¡No me digas que no te sirve!

-Ya, otra vez.

-No, déjame respirar un momento- Cástor se levantó con la ayuda de su hermano.

Yo estaba sentada en una de las bancas alrededor de la arena observando el combate cuando Xander me hizo una seña con la cabeza.

-¿Y tú?

-Espera- Dije mientras escribía las últimas palabras de mi ensayo sobre la evolución de los centimanos. Cuando acabé me dirigí hacia la arena.

-¿Lista hermanita?- No esperó mi respuesta y atacó.

Si bien yo sabía defenderme, no pude contra mi hermano mayor. Verán, él es más fuerte y hábil, pero yo soy más rápida. Entonces pensé en esquivarlo hasta que se canse de perseguirme y luego atacar. Gran error. Él nunca se cansa, por lo que yo me rendí primero.
Me miró decepcionado.

-¿Podrías siquiera esforzarte?

Le dirigí una mirada cansada.

- Eres aburrida.

Cástor se acercó.
- Vamos. Practica conmigo.
Me puse en posición de ataque.

Cástor es muy bueno enseñando y me tuvo paciencia. Finalmente luchamos entre los tres hasta que nos interrumpió Cassandra.

-Cástor, nuestro Padre quiere verte- No saludó, como era su costumbre e inmediatamente se fue, sin asegurarse si Cástor la seguía.

-Uff- se quejó Cástor .- Bien, nos vemos luego- Se encaminó hacia la puerta de atrás- Y mejor dúchense, huelen fatal.

Xander y yo subimos a nuestros respectivos cuartos. Él compartía habitación con Cástor y yo con las otras chicas, Cassandra y Elora.

Cuando llegué a mi cuarto todo estaba perfectamente ordenado y Elora dormía tranquila en su cama. O al menos eso parecía, porque apenas me oyó entrar se levantó y saltó a mis brazos.

-¡Alyssa!- Exclamó abrazándome

-Hola Lori- La acuné en mis brazos, la dejé sobre su cama y me senté a su lado- ¿Qué has hecho hoy?

-Hoy conocí al nuevo INS TRUC TOR- dijo pronunciando con cuidado- Y fue muy bueno conmigo- A la niña se le caían los párpados Pero era algo aburrido.

-Y qué te enseñó el...- Elora se había quedado dormida mientras hablaba.

Me levanté con cuidado de no despertarla.

Le tenía un cariño especial . Me recordaba a mi misma cuando la veía a ella. Tiene siete años y acaba de llegar. Su cabello y sus ojos son plateados y es una niña adorable. Es mi hermana más pequeña.

Mi relación con mis otros hermanos está muy bien, aunque casi no hablo con Cassandra. Pero ella es así, distante y fría. Todo lo contrario a Cástor, que es su gemelo. Físicamente son tan parecidos, pero sus personalidades tan diferentes. Me recuerdan a los dioses Apolo y Artemisa (nunca los he visto, sólo los estudie).

Cástor se lleva bien con todos, hasta con el instructor de combate, el tío Jápeto. Pero especialmente con Xander. Él y Cástor han sido desde niños los mejores amigos y suelen hacer todo juntos.

Xander es el mayor, tiene 15 años. Él es muy bueno conmigo, es tranquilo y es con quien paso la mayoría del tiempo.

Los cinco tenemos clases y entrenamientos diarios programados por nuestro Padre. Tenemos instructores, y la mayoría son monstruos que quedaron atrapados en el Tártaro. Me va muy bien en mis clases por cierto, porque no hay muchas cosas que hacer aquí abajo sin que algún monstruo o titán nos este vigilando.

Cassandra entró de improviso en la habitación, con cara de desagrado.

-Tu turno- Anunció y se encerró en el cuarto de baño.

Se refería a mi turno de hablar con mi Padre y eso me ponía los nervios a flor de piel.

Me dirigí hacia las escaleras que llevaban hacia la salida de la enorme construcción en donde vivíamos. Esperé a quien me llevase a ver a mi Padre. Traté de calmarme al ver que el titán Crío y un semidiós a su lado se acercaban a mi.

- Caminen- Ordenó Crío y emprendimos viaje.

Caminamos media hora sin decir palabra, solo se oían los habituales sonidos del Tártaro: llantos y lamentos.

El semidiós que nos acompañaba era rubio, alto, debía tener la edad de Xander y tenía una cicatriz que le recorría el rostro. Si estaba nervioso no lo demostraba.

Unos kilómetros antes de llegar, Crío se detuvo.

-Prosigan- Dijo sin mirarnos.

Avanzamos en un silencio aún más incómodo que el anterior.

No sabía que hacia este chico aquí, o por qué iba a hablar con mi Padre.

Cuando finalmente llegamos, el ataúd donde se conservaba Cronos brillaba débilmente.Realicé una reverencia y el semidiós me imitó.

-Levántate hija mía- Resonó la voz del titán- Y tú también, Luke Castellan.- Ambos obedecimos de inmediato.

-Señor...- empezó el llamado Luke Castellan.

-Hablaré contigo luego- Interrumpió Cronos bruscamente- Acércate Alyssa

Presentí que no le era grata mi presencia, lo que me puso más nerviosa. Recibí un leve empujón de parte de Luke para que me acercara a Cronos. No me había dado cuenta de que me quedé pensando. Me acerqué a Cronos.
Me dió el sermón de siempre, que debemos luchar contra los dioses y no acobardarnos, defenderlo, agradecerle y honrarlo en todo momento y bla, bla, bla. Sólo que esta vez fue más corto, haciendo notar que tenía prisa. ¿Irónico, verdad?

Me pidió que me aleje, pero que esperara al semidiós para indicarle el camino.

Noté que mi padre no puso la más mínima atención en mi, lo que me ofendió un poco. Pero calmé mis nervios, después de todo había salido bien.

Pasaron alrededor de diez minutos hasta que el tal Luke volvió.

-Bien, regresemos- Pidió ansioso

-Me llamo Alyssa-Respondí presentándome más fría de lo que deseaba sonar- ¿Y tu nombre?- Ya lo sabía, pero considero los modales importantes.

-Luke Castellan- Me tendió la mano para saludarme apresurado. El muchacho no parecía tener ganas de hablar, asi que respeté su decisión.

Se separó de mi a mitad del camino para encontrase con Crío. Supe que se dirigía a las Puertas. Me vi tentada a detenerlo y preguntarle qué hay allá afuera. ¿Más monstruos? ¿Más dioses y titanes? Porque eso no está escrito en ningún libro que yo haya leído. Pero obviamente no lo hice, como dije antes, estamos constantemente vigilados.
Llegué a mi habitación luego de una cena ligera, e inmediatamente me fui a dormir, desilusionada por una oportunidad que no pude aprovechar. Rara vez nos visitaban criaturas que tenían un vivo recuerdo del mundo exterior por lo que éste semidiós me resultó muy curioso. Quizás me atreva a preguntarle a Cronos sobre él la próxima vez que lo visite.

Mientras tanto debería dormir un poco, mañana nos espera un día agitado.

Los Hijos de CronosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora