Capítulo IV

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·Cástor·

Las 14:30.

Cassandra me levantó irritada porque en pocos minutos vendría el coche que nos transporta al instituto y yo estaba tirado en mi cama. Xander no estaba y el despertador estaba hecho añicos en el piso.

-Me quedé dormido...

-No me digas- Ironizó Cassandra- Vistete, haras que todos lleguemos tarde -Salió de mi habitación y me cambié la ropa. Comí los restos de unas papas fritas y decidí tardar un poco demasiado en el baño, sólo para fastidiar a Cassandra.

Bajé y efectivamente Cassandra me estaba partiendo en dos con la mirada. Le sonreí burlandome y subí al carro tirado por caballos rodeado de una neblina oscura que venía a recogernos todos los días de semana. Me senté frente a Alyssa quien parecia que no tuvo una muy buena noche.

Cuando llegamos ayudé a Lori con sus libros y desperté a Aly sobresaltandola.

Entramos al instituto, teniamos matemáticas con la arpía de nuestra profesora.

Odio estar en el salón. Está repleto de telas, alfombras y cortinas con diseños variados, no podías ver las paredes. Esto era porque la luz, aunque sea tenue en el Tártaro, molesta a los instructores. En vez de pupitres tenemos sofás y mesas. El salón se ilumina con una araña en el techo de donde colgaban varias telarañas y otras arpias.
Pero creo que el peor salón es el de Demonología y Estudio de Seres de la Antigua Grecia, porque tiene estantes repletos de especímenes disecados.

En esto estaba cuando recibí un codazo de Alyssa y me di cuenta que la instructora habia entrado a clases. Se la veía feliz, de esa forma macabra que solo le pertenecía a ella. Seguro que viene con una evaluación sorpresa o algo por el estilo.

·Cassandra·

Hice callar a mis hermanos para prestar atención en la clase. A este paso jamás llegaría a pasar de nivel y tendría que quedarme con ellos y sus niñerias. Sobretodo Cástor. Enserio, no sé cómo hizo para pasar todas las clases si la mayor parte del tiempo está durmiendo o bromeando. Supongo que Alyssa y Xander lo ayudan. Hablando de este último, debería ser más discreto al salir si no quiere ser bombardeado con preguntas de sus hermanos. A mi me llamaron meses atrás y nadie se dio cuenta de que yo no estaba en la casa.

Quizás en realidad nadie se preocupó por mi...

Aparto ese pensamiento de mi cabeza y empiezo a anotar lo que la Sra. Uya habla y escribe en la pizarra.

***

Después de clases, Cástor, Elora y yo volvimos a casa. Alyssa se quedaba una hora más a limpiar cortinas como castigo.

Bajamos del carro de estilo griego y entramos en la casa. Me encerré rápidamente en mi cuarto antes de que Cástor empezara a fastidiarme. Elora completaba su tarea en el comedor por lo que por fin tendría la habitación para mi sola.

Abrí mi gran ropero y saqué una caja asegurada con candados escondida entre mi ropa.

Era lo más preciado que tenía. Me lo obsequió mi Padre. Porque y lo cito "confía en mí". Estaba por abrir mi caja cuando escuché:

-¡CASSIEEE!- Era Cástor desde la cocina- ¡TENGO HAMBRE Y NO HAY NADA PARA COMER!

Gruñí. ¿Es que no puede dejar de molestar ni siquiera un segundo?

Le pedí a un guardia de afuera que buscara de comer y este se marchó enseguida mientras mi gemelo seguía insistiendo. Elora habia vuelto al cuarto ya.

Minutos después de que dejaran comida en nuestra puerta aparecieron Xander y Alyssa. Él parecía molesto y subió a su cuarto sin decir nada. No sabía si era por el castigo de Alyssa o por lo que le mostraron esta mañana. Le pregunté a mi hermana pero esta no me contestó.

Subí al cuarto de los chicos. De todas formas iba a averiguar lo que le sucedía. Lo quiera o no, nosotros dos somos un equipo apartir de ahora.

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⏰ Última actualización: Feb 22, 2016 ⏰

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