¡Hogwarts reacciona! (invitados especiales)

Cap. 16

- continuemos - Ágata hizo desaparecer las mesas y de nuevo la gran sala volvió a ser como hace una hora atrás, todos prestaron atención a la pantalla.

Era la torre de astronomía, cuatro sombras corrían para poder llegar más deprisa, algunos pensaron de inmediato que se trataba de los Merodeadores, sin embargo, se podía ver con claridad una enorme luna llena sobre el cielo oscuro.

- dense prisa - Regulus estaba realmente emocionado, Barty le seguía con una sonrisa enorme, Lucius y Severus desde atrás los observaban mientras daban bocanadas de aire tratando de recuperar el aliento.

- me recuerdas - hablo despacio el rubio - ¿Porque estamos a mitad de la noche, en pijama, muriendo de frío, en el punto más alto de Hogwarts, arriesgando a qué otro prefecto nos encuentre? -

No bastaron palabras, Severus solo señalo con la cabeza en dirección de los más jóvenes.

Barty dando saltos lleno de entusiasmo y Regulus aguardando con emoción mientras miraba su reloj de bolsillo.

La escena era realmente tierna.
Sirius no podía creer que Regulus luciera así, era, como ver al niño que corría en su dirección pidiéndole jugar, le recordaba al niño que se escondía tras su espalda cada vez que escuchaba a su madre gritar.

Los demás estudiantes tampoco cabían en su asombro, ese cuarteto de pretenciosos narcisistas adinerados (bueno, excepto uno) se comportaban de una manera que nunca antes hubieran imaginado.

- ¡Ahí está la primera! - grito Regulus señalando el cielo, y todo cobro sentido, una estrella fugaz cruzo la oscuridad y poco a poco, otras la siguieron.

- una lluvia de estrellas - suspiro Petunia, encantada por tal escena, llevo a su pecho aquella bufanda verde que tenía sobre sus piernas.

Se quedaron en silencio, disfrutando del espectáculo.

- ¿Quieren pedir un deseo? - pregunto Barty.

- que infantil - Lucius no se escuchó muy convencido de sus propias palabras.

- rubia amargada - acuso Regulus, Severus aguanto la risa.

- yo deseo que mi padre muera pronto -

- ¡Barty!, si lo dices en voz alta no se cumplirá -

- ¡Me lleva la-! -

Severus alcanzó a tapar su boca mientras se llevó su dedo índice a los labios, se quedaron en silencio logrando escuchando el suabe sonido de unos pasos.

- ¿No es demaciado tarde para que los prefectos incluso estén por los pasillos? -

- creo que sin duda es un profesor, no un prefecto -

Los Merodeadores miraron con más atención la pantalla, nunca se enteraron de algún castigo siendo impuesto a las serpientes, eso significaba que lograron huir de ahí, pero, ¿Cómo?

Lucius y Severus se miraron un momento, no estaban dispuestos a perder ningún punto esa noche, tampoco podían permitir que castigarán a los menores.

- Salten - ambos demandaron.

- ¡¿QUÉ?! -

- ¡¿Pero es la torre más alta?!, ¿Cómo podrán sobrevivir a eso? -

Barty fue el primero en lanzarce  en picada, Regulus le siguió de cerca, Lucius y Severus lo hicieron juntos.