i'll never let you go again, like i did

2.1K 223 1
                                    

El dolor en su cabeza, cuerpo y ojos eran inexplicables, cada vistazo, cada movimiento, dolía como un infierno, y la luz de afuera no ayudaba mucho pues llegaba justo en su rostro, provocado que se oculte debajo de las sábanas.

― Has dormido quince horas desde que volvimos, pensaba seriamente en llamar una ambulancia. ― dijo la castaña en el marco de la puerta.―

― ¿Quince horas? ¿qué hora es? ― cuestionó con voz ronca.―

― Llegamos aquí a las ocho y media de la mañana, dormiste a los diez minutos de estar, así que... son las once con veintisiete de la noche.

― Alguien que me mate por favooor. ― hace un berrinche.―

― Tenemos que hablar, pero primero debes de tomar un baño y comer algo, así que levántate. ― ordenó antes de salir de ahí.―

Y salió de la cama, no con rapidez, temía caer al suele por el mareo que tenia secuelas. Fue al baño con paso lento, parecía una anciana cruzando la calle. Al llegar se despojó de todas sus ropas, revelando su cuerpo desnudo en el espejo enfrete de ella, al terminar de verse fue a la regadera y abrió la llave para que comenzara a caer el agua como si fuera lluvia.

Mientras tanto la castaña estaba preparando algo para la rubia, tenia ya cerca unas aspirinas con agua, bebida energética y comida, mucha comida. Pensaba en hablar ella primero pero eso haría que Rosé se libre de todo problema asi que lo considero y lo mejor era que su menor hablara primero, tenia que saber que las cosas se resuelven hablando. Dio un suspiro vago al aire y limpio sus manos con el trapo cerca de ella. Escucho la puerta de la habitación de la rubia abrirse y la vio, con un short y una playera holgada, con su cabello húmedo.

― No tardaste.

― Estuve ahí por treinta minutos. ― se acercó a la barra donde ella esta.―

― ¿Enserio? se me fue rápido el tiempo. ― dijo para si misma.― Toma asiento, es mejor que comas algo.

― Gracias. ― le da una sonrisa.―

― Ten. ― le entrega el agua con la aspirina dentro de esta ya disolviéndose.― Para que se te quite el dolor de tú cabeza.

― Gracias.

No se habló más, no quería presionar pero se sentía de los nervios no poder hacer esto mas rápido.

A ratos veía como Rosé disfrutaba su comida, como prácticamente la devoraba y fue ahí que se dio cuenta que su plato ya estaba vacío, se sorprendió pero no duró mucho esa sorpresa pues recordó que la australiana comía demasiado rápido.

― ¿Hablamos? ― preguntó tímidamente la menor.―

― Claro. ― acepto la castaña.―

― Ven. ― tomó su mano por detrás de la barra y me hizo dar la vuelta hasta llegar a ella, para luego ir a la sala de estar.―

― Rosé, primero que nada, espero que nunca, pero NUNCA, vuelvas a beber como lo hiciste ayer. ― acomodó su cabello detrás de su oreja.― Y segundo, espero que entiendas que las cosas se solucionan hablándo o se dicen a tiempo para que no haya un mal entendido como el de ayer. Quiero que hables, que te expreses y me digas las cosas como son. ― acarició la mejilla de la contraria.― Explicarme las cosas Roseanne.

― Bien... puesss, bueno. ― da un suspiro pesado.― No quería que te enteraras de esa forma, no quería que vieras mi celular y encontraras esos mensajes, ya los borré y bloqueé. No sabía como decirte las cosas, decirte que aún habían mujeres que me buscaban para hacerlo conmigo. ― comienza a jugar sus manos.― Se me olvidaba a veces y cuando quería hablarlo contigo no encontraba las palabras o el momento, sabía que este tema te incomodaba, sabias de mi fama de que estaba de en cama en cama, como si no tuviera una propia, pero todo eso se acabó cuando me dijiste que te gustaba o gusto. ― mira a los ojos de la castaña, apartando los en seguida.― Y se que esto no va a servir para lo anterior pero quería hablar desde que comenzamos, porqué quizás para ti sea muy pronto, pero realmente estoy enamorada de ti, ver desde hace seis años como estabas con alguien mas me dolía, saber que no podía decir nada por miedo de arruinar nuestra amistad, de que odies, me sentía como una mierda ver como estabas con Jongin, de cómo Taehyung o Ji-yong te coqueteaban. Toda esa fama se creó para olvidarte, lo cual fue imposible pues cada que te veo mi corazón se sigue acelerando. ― deja de jugar con sus dedos.― Ninguna de esas mujer de las que me mandaron mensaje para que me las cogiera, me interesan, soy una idiota por lo decírtelo antes todo esto pero quería aprovechar. ― mira a la castaña de nuevo.― Tú, Jennie, solo tú vales la pena.

Esas palabras dejaron sin aire a la mayor, suficiente para tirarse a la menor y comenzar la a besar desesperadamente, siendo correspondida al instante.

― Entonces... ¿si o no terminamos? ― preguntó entre el beso Rosé.―

― Claro que no. ― se separo del beso para mirarla.― Es más, mañana nos casamos a primera hora.

― ¿De verdad? ― la voz y sus ojos llenos de ilusión la hizo sonreír de ternura.―

― Me gustaría pero lo más cercano para casarnos sería dentro de un mes.

― Yo espero el mes. ― le dio un cesto beso.―

― Perdón.

― ¿Hm? ― preguntó confundida.―

― Por no dejarte explicar, me sentía tan dolida que no estaba pensando bien, me deje llevar por esa tristeza e ira.

― No hay por que perdonarte, si yo hubiera hablado no hubieras pasado por eso.

Y comenzaron a besarse de nuevo, un beso apasionado y tierno.

― No te dejaré ir como lo he hecho anteriormente.

Until I Found You ( Chaennie )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora