CAPÍTULO 4: UNA MERA ENFERMEDAD.

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-¿Y si la llevamos al hospital? Allí sabrán que hacer. -dijo Liam, su corazón palpitaba rápido.

-No. -dijo Derek. -De momento no. Es más... ¿qué haces tú en mi coche?

Derek podía llegar a ser un poco... molesto. Liam aparto un mechón de pelo de mi cara.

-Cuidarla. -dijo Liam. Su corazón se había estabilizado. El coche se paro y Derek me cogió otra vez. Camino durante un rato y luego me dejo encima de una cama. Braeden me cambio de ropa y me puso una camiseta ancha que olía a Derek. Liam se quedo un rato sentado en la cama y cogiendo mi mano, mientras Derek y Braeden se iban a buscar a alguien.

-Amanda, gracias por obligarme a que me quedara en el árbol. -dijo Liam. -Los demás están muy preocupados por ti. Scott ha ido a su casa a llamar al Señor Argent. Kira y Lydia han ido a buscar a Deaton. Stiles y Malia han ido a Eichen House a ver si Peter sabe algo. Y Derek y Braeden han ido a buscar a Satomi creen que ella puede saber algo acerca de lo que te sucede.

Madre mía, este chico no se callaba. Era muy frustrante, Liam no paraba de hablar me empezó a contar lo que paso el año pasado con la lista negra y el susto que se dio con los berserkers. Vamos que ciertamente si que era un cachorrillo. Al poco rato llego Stiles y Malia sin nada nuevo, a Peter no le importaba como estuviera solo le importaba el mismo. Se quedaron hasta que fueron llegando los demás. Scott llamo por teléfono diciendo que el Señor Argent no sabía que pasaba y que se iba a buscar a su madre. Lydia y Kira llegaron acompañadas de Deaton.

-¿Por qué no la habéis traído directamente a la clínica? -pregunto él algo molesto.

-Derek no la quería llevar a ningún sitio, no después de lo de Cora. -contesto Stiles.

¿Cora? ¿Qué le pasó a Cora? Llevaba como una hora tendida en la cama y ya podía mover los dedos de los pies. Eso era un progreso, claro que lo era y de los grandes. Deaton me inspeccionó por si llevaba alguna herida o algo. Liam, que se había alejado de la cama fue llamado por Deaton.

-Rómpele un brazo. -dijo Deaton firmemente.

-No, no puedo. -se negó. Pero sin decir nada, escuche a Malia levantarse, si acercó me oprimió el brazo con las dos manos y las hizo girar hacia el lado opuesto. Se escucharon dos tremendos chasquidos, el cubito y el radio. Por suerte no dolió demasiado, pero comencé a notar como se curaba. Y con ello por algún motivo me desmaye perdiendo completamente el sentido.


***


Cuando me desperté me di cuenta de que podía abrir los ojos y moverme. Me dolía todo pero aun así me incorporé. Pude ver a Derek dormir en el sofá y como comenzaba a revolverse hasta despertar.

-Buenos días hermanita. -dijo él sonriendo, cosa que desde que estaba aquí aun no le había visto hacer.

-Buenos días. Mm... ¿Cuánto tiempo he estado así? -pregunte extrañada. La cara de Derek era de cansancio pero no de no dormir sino de no hacerlo bien.

-Tres largos días. -contesto. Mi tripa comenzó a sonar.

-Lo noto. -respondí alzando las cejas.

-Tranquila, creo que hay algo bueno por aquí. ¿Qué te apetece gofre o napolitana?

-Lo segundo. -conteste, escuche como Derek la metía en el microondas menos de un minuto y luego me la trajo calentita.

-Muchas gracias.

-De nada.

Me la comí bien a gusto y mi tripa lo agradeció. Había estado tres días inconsciente.

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