Remind me (Aki x tu)

Capitulo 4

Me desperté por otra pesadilla, bastante agitada, la verdad es que se volvían a hacer bastante frecuentes y no me volvía a dormir, el insomnio a veces me comía viva por eso tenía mis pastillas para dormir.

Volví a soñar en cosas del pasado en cuando asesinaron a mi padre, sabía perfectamente quien lo había hecho así que por otra parte acepté el trabajo para poder vengarme.

No sabía que hacer ni como encontrarlo, pero daré todo de mi, las pocas cosas que recuerdo de mi padre es qué siempre fue bueno conmigo y me amaba y me protegía y ahora me tocaba a mi hacer justicia por el.

Salí de mi habitación para dirigirme a la cocina a por un vaso de agua y así poder digerir mejor la pastilla, cuando en el camino escuché un ruido de la habitación de Aki, estaba ¿llorando?.

Al parecer todos tenemos un lado de sensibilidad por muy serios que seamos,todos somos humanos me dije para mi misma.

Tomé el vaso de agua con la pastilla para dormir y caí en un sueño profundo hasta que amaneció.

A la mañana siguiente,fui a la cocina y me encontré a Aki haciendo el desayuno. Lo noté un poco cambiado: aún que su expresión seguía seria, sus gestos parecían como si estuviese más animado.

—Buenos días, ¿Quieres que ayude en algo?— le pregunté algo adormilada.

—No hace falta gracias— me dijo el con la misma expresión sin quitar la vista de lo que estaba haciendo.

Cuando estábamos desayunando en silencio, él decidió romperlo y decirme:

—Hoy tenemos el día libre, ¿te apetece que demos un paseo juntos?—

Teníamos el día libre, pero aún así me sorprendió su pregunta.

—Por mí está bien, mientras que no se tome como una cita— le respondí.

La verdad que no me gustaba el tema del amor, preferiría que fuese solo unos compañeros saliendo para conocerse no románticamente.

Aki y yo pasamos el día juntos, me lo pasé bien le conocí mejor y le tenía más confianza, era un buen compañero.

Si le contase a mi tía lo de hoy se haría unas falsas ilusiones, no iba a pasar nada romántico entre Aki y yo así que ni se lo piense.

Tampoco tendría pareja, no tuve ningún desamor en mi vida solo que no me llamaba la atención tener un romance.

El día a día conviviendo con mi compañero se volvieron bastante agradables, ya no había tanto silencio incómodo como antes, nos poníamos a hablar de cualquier cosa sin importancia.

Me gustaba convivir con el, ya que teníamos ideas parecidas, era un muchacho bastante interesante pero se notaba que callaba algunas cosas, yo también lo hacía.

Unos días después nos llamaron a la oficina de Makima, a lo que Aki y yo nos presentamos sin saber de qué se trataba.

—Hola, veo que vuestra convivencia es buena—empezó Makima.

—Bueno, intentamos que sea agradable la estancia— Le respondí mientras le sonreía.

—Tengo que deciros algo a los dos, espero que lo llevéis bien— continuó Makima.

—¿De que se trata?— preguntó Aki.

—Voy a asignaros a otro compañero de piso— Dijo Makima.

Tanto Aki como yo nos sorprendimos, pero al menos yo me dispuse a aceptar a ese compañero.

Makima nos lo presentó, su nombre era Denji tenía pelo rubio y unos dientes afilados, tendría unos 16 años.

—Bueno, espero que lo acepten en su casa— volvió a repetir Makima.

—¿No iba a trabajar contigo Makima? No creo poder vivir con ellos dos— Dijo el rubio.

Luego desvió la mirada hacia mi y la bajó un poco ¿me estaba mirando las tetas? me sentí un poco incómoda con su mirada encima de mi a lo que Aki lo notó y se puso delante de mí quitándole el campo de visión a Denji.

—De hecho pensándolo mejor, si que podría vivir con vosotros solo por que Makima me lo pide— dijo el chico.

Luego le susurré a Aki un "Gracias" por la acción que había hecho, él no dijo nada y los tres nos fuimos de la oficina.

Aproveché para desviarme un poco de ellos y dirigirme a una tienda antes de seguir, no sin antes avisarles de que los vería en casa.

Estuve un rato, un maldito rato de compras, cuando Makima me avisa de que vuelva a la oficina.

—Esta mujer no se cansa de nosotros o que—me dije para mi misma.

Cuando volví para la oficina, me encontré a Denji, sosteniendo a Aki de un brazo, dándole un argumento a Makima sobre lo que acababa de pasar.

Resulta que los dos idiotas se empezaron a pelear y Denji casi deja a Aki estéril a golpes.

—Os dejó un rato solos ¿y ya la armáis? Parecéis niños pequeños— les dije Justo cuando estábamos saliendo de la oficina de Makima.

—No se os puede dejar solos, a saber que haréis si yo no estoy ahí— continué mientras le daba una colleja a cada uno.

Ambos se quejaron pero no me importó, estaba enfadada con ellos y es mejor que no me hablen hasta dentro de un rato.

Llegamos a casa, sin decir nada yo seguía un tanto enfadada y no les hablé hasta que vino Aki a disculparse.

—Lo siento, no pude evitarlo me enfadé con él y...— no le dejé continuar y le respondí.

—¿que te dijo?— le dije sin mirarle.

—Es que a él le gusta la señorita Makima y se cree que le va a hacer caso y pues me enfadé con el— dijo hacía esa confesión.

—Entiendo, ¿y a ti ella te gusta no?— le pregunté.

—Bueno, exactamente, no lo sé... pero ese idiota se merecía esa paliza— dijo el con una pequeña sonrisa.

—Pero acabaste perdiendo y ahora no puedes tener hijos, tremenda la paliza que te metió el— le seguí el juego.

—¡Oye! ¡No tiene gracia!— me dijo.

Yo seguí metiéndome con él y riéndome, ya me daba bastante igual que me hubiera cabreado con ellos antes, y sentía que me iba a divertir más con Denji en casa.