-Hoy fue el acabose - dijo Yamato mirando a Tk quien sin más levanto una ceja preguntando y esperando respuesta a esa afirmación tacita. Era su día de visita y hacía apenas un par de minutos que atravesó la puerta de entrada cuando Matt decidió soltarse hablando de quien sabe qué.
Matt exhalo ruidosamente antes de continuar su conversación casi unilateral. -No hay nada que no haya intentado y él no lo capta. -Suspiró derrotado dejándose caer sobre el primer sofá de la sala que se interpuso en su camino.
-¿Tan mal fue el asunto? -comentó Tk más por decir algo que por entender las frases inconexas de su hermano mayor.
-¿Quieres que te cuente mis penurias?
-Sí, porque no, -y se encogió de hombros sin llegar a sentarse, sus ojos azules escudriñaban el semblante de su hermano en busca de cualquier pista que adelantara o ayudara a comprender lo que estaba por escuchar. -No tengo nada mejor que hacer y por tu cara seguro que me rio un rato.
-Reírte, pues supongo que sólo tú, porque yo...
-Vamos Matt, no puede ser tan malo -esta vez Takeru intento que su tono de voz dejara asomar la preocupación que comenzaba a sentir debido al gesto derrotado que iba asomando en el rostro de Matt.
-Te cuento y tú me dirás.
Tk asintió y sin más se apresuró a la cocina en busca de colocar en la mesa ratona de la sala un par de bocadillos, un refresco grande, dos vasos y ¿por qué no? dos cervezas por si acaso Esta sería una sesión larga y no pensaba morir de aburrimiento ni interrumpir el monologo, pues el hecho de que Matt decidiera contarle sus pesares sólo quería decir que había llegado al límite.
-Todo empezó hace dos semanas.
Takeru tomó lápiz y papel, quién sabe quizá podría rescatar algo para usarlo de material después en alguna historia, en su clase de redacción siempre terminaba siendo el mejor debido a sus historias, además un buen escritor siempre tiene lápiz y papel a la mano.
-¡Oye! no piensas publicar mis desgracias ¿verdad? -y en su voz dejaba implícita la advertencia.
-Tranquilo nadie sabrá que son tuyas, puedo distorsionarlas lo suficiente para que sean de experiencia popular y bueno, ideas son ideas, además ¿Cuántos años tienes? No es por nada, pero con dieciocho años encima y ya en preparatoria dudo sinceramente crearte un trauma.
-¡Ya! -Soltó no muy convencido y con cierta amargura. -Te decía que mi calvario comenzó hace dos semanas. Todo fue normal hasta eso del medio día, mas específicamente hasta el almuerzo. Tai como de costumbre olvido el suyo y tuvo que ir a recogerlo con Kari.
-¡Ah! Con que a eso salió ella, y luego vino a decirme que... -murmuró el menor casi mordiéndose el labio inferior mientras sus ojos iban entrecerrándose dejando ver la molestia que sentía.
-Tk te recuerdo que...
-Sí, lo siento prosigue.
-Bien, me quedé a apartar lugar para cuando volviera, ya se estaba tardando y estaba por ir a buscarlo cuando vi a tres personas delante mío. Dos chicas y un chico. No sé sus nombres, pero logre identificar al chico de las practicas de soccer de Tai, el simplemente me miro y sin más se fue; sus acompañantes no tuvieron ese tacto. "¿En dónde está Yagami-san?" preguntaron, ¡Dios! No lo sé todo, y no estoy con él todo el tiempo, tampoco tengo un rastreador.
-Poco te falta para ponerle uno -masculló entre dientes Tk.
-¿Qué dijiste?
-No. Nada, continúa.
-Conteste que no sabía, ellas fruncieron el seño y muy molestas se marcharon. Me levante de donde estaba y fui a buscar a Tai. No di ni tres pasos cuando las escuche de nuevo, esas dos consolaban al tercero. Cosas como, "No te preocupes si no pues declarártele hoy ya pensaremos en otra cosa" y luego él contestaba "No, debe ser hoy, porque mañana después del partido Seichiro le pedirá que sea su novio"
-Jajajajajajaja
-No te rías Tk, no es gracioso.
-Bueno, nunca pensé que Taichi fuera tan popular entre su equipo... jajajajajajajaa no me lo imagino en medio de... jajajajajaa vestido de... jajajaja y con... jajajajaja
-No quiero ni saber el término de esas oraciones, -refunfuño apretándose contra el mullido sofá. Con un carraspeo de garganta se aclaró la voz para agregar, - y eso fue sólo el comienzo de la guerra.
-¿Guerra?
-Sí, una guerra para ver quien se le declaraba primero a Tai. -Matt levanto el puño en alto como si retara aun oponente invisible.
-Hermano, tu...
-Tk. ¿Acaso no lo habías sobre entendido?
-¿Entender qué? ¡Oh! ¡por todos los diablos del infierno! -Tk se colocó en pie de un salto y comenzó a dar vueltas como fiera por toda la casa sin mirar a su hermano. -¿Cuándo fue qué? ¿En qué momento tú? No mejor no me contestes.
-No pensaba hacerlo. -Matt se puso de pie y se encogió de hombros mientras caminaba rumbo a su habitación, pues por la reacción de su hermano, tal vez iba a necesitar un tiempo para asimilarlo.
-¡¿Como que no?! Ahora no me dejas así. Y luego. Encontraste a Tai y... y...
-Tk, esta no es una de tus novelas -respondió ablandando la mirada al comprender aliviado que Takeru no encontraba desagradable la conversación.
-Entonces siéntate y termina de contarme -exigió.
Matt un poco renuente volvió a su anterior sitio en la sala y se desparramo en el sofá.
Continuara...
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Cosa de hermanos
FanfictionHablando en confidencialidad, ¿qué tanto puede o debe saber tu hermano de tu vida? Es difícil medir un límite cuando necesitas un aliado sincero con desesperación.