#19: Amor y hielo

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Tarde, de nuevo

El wey corría con todas sus fuerzas por las calles de la ciudad oculta. No sólo había salido algo tarde, sino que también se había perdido en el camino tratando de encontrar la pista de patinaje sobre hielo, así que la situación no le favorecía, este pendejo debería arreglar ese mal hábito

Le había mandado un mensaje al mutante diciendo que estaba por llegar, odia siempre tener que hacerlo esperar, pero no es su culpa que la alarma estuviera rota

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Donatello no tenía mucho de haber llegado al sitio, el cual estaba repleto de Yokais que rodeaban su entorno, siendo fácil de perder al momento de buscar, al estar entre un mar de personas, se sentía algo asfixiado, pero se mantenía tranquilo en su teléfono mientras esperaba a su amado

Llevaba una ropa para el clima ahora templado que arrasaba la ciudad, un cuello de tortuga (irónicamente) con un pequeño chaleco encima, estos mismos de color blanco y negro, sus pantalones color lila, y un gorro morado oscuro, el mismo que llevó el día que fueron a patinar

Estaba pensando muchas cosas, entre ellas su caparazón, estaba descubierto, nuevamente, al llevar ropa se sentía un poco más protegido, pero esto no quitaba que el chico lo tocara con algo de miedo, tenía un vendaje abajo de su ropa, el cual según el, retenía el dolor

Después de unos minutos, el de orejas llegó a la pista de hielo, algo agotado y acalorado por haber corrido tanto, lo cual no le venía mal por el frío

Buscó por un par de segundos a la persona que alegraba sus benditos días, estaban rodeados de Yokais, por lo que al acercarse sigilosamente no fue un desafío para el conejo

Boo!

Le tomó por los hombros desde atrás, tratando de evitar lo más posible su caparazón, estaba feliz de que finalmente Donnie salga de su habitación, considerando lo que sucedió hace no mucho

Un escalofrío recorrió todo su cuerpo, no estaba preparado para que una mano tocara su hombro, lo cual hizo que el chico diera un pequeño brinco, sintiendo el Jesús en su boca, bien miedoso el nene

⎯Me asustaste idiota!

Dijo en un tono algo molesto, pero solamente era por el pequeño susto que ahora recorría por sus venas, más, estaba contento de ver a Usagi, cambiando esa expresión asustadiza a una suave sonrisa

Duh⎯Musitó, haciendo referencia de que obviamente esa era su intención

Que lindo de tu parte⎯El sarcasmo de su voz era evidente, sabía que venía de un mal rato y de igual manera le asustaba, pero no le molestaba, es más, le gustaba que hiciera eso, para olvidar lo pasado

Lamento la tardanza, mi alarma está rota

Se excusó, al mismo tiempo que tomaba su mano suavemente y lo guiaba a la entrada del edificio

Pfff, ya es típico de ti, no me sorprende Yui-San

Hizo una risita estúpida, ya estaba algo acostumbrado a la tardanza de el conejo a sus salidas, pero no lo culpaba, si tenía una "excusa", la entendería, fuera verdad o mentira

Te seré sincero, nunca patiné sobre hielo antes, irónicamente, pues yo propuse esta salida⎯Acompañó a Don hasta la reservación y pagó por ambos, para luego ir en busca de sus patines

¿Enserio? Pues yo soy EXPERTO! en esto, te puedes alegrar de tener de nueva cuenta a tu increíble maestro, Othello Von Ryan!

Recitó dramáticamente, haciendo una reverencia a si mismo con su voz exagerada al igual que sus movimientos, aunque se maldecia un poco al decir eso, teniendo algo de miedito a que fallara al momento de patinar y se lastimara el o Usagi

Digno de tíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora