#15: La lluvia sabe porqué

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(Nótese la referencia a Maria Fernández Heredia)

Guarida, 11:00am, clima templado con tormenta afuera. El lugar estaba en silencio, siendo el único sonido el de la fuerte lluvia cayendo hacia el suelo de la entrada de la guardia, siendo casi imposible salir de las habitaciones sin mojarse los pies y/o el cuerpo

En la habitación, Donnie estaba en su escritorio sin hacer en específico nada, simplemente en un momento estático, disfrutando de los suaves sonidos de la lluvia y la humedad que emitía, la cual hacia que la paz de la tortuga aumentara.
Se sentía feliz de que su amado novio estuviera lo suficientemente cómodo para contarle sus sentimientos tan abiertamente

Y hablando de su novio ¿Dónde se encontraba? Bueno, Donnie en toda la noche dudaba si acostarse ahí o dejar a su novio dormir plácidamente en su cama, cayendo rendido hacia la otra opción, pudo dormir, pero no tanto

Usagi se movió entre las sábanas ¿Se había quedado dormido? Sin abrir los ojos el ya sentía que estaba en una suave cama, pero la pregunta aquí era ¿Cual? ¿La suya?

Para comprobar eso abrió los ojos lentamente, no, no era su cama, era la de Don. Pero aún quería dormir, no tenía sueño, pero quería dormir por alguna razón, así que se cubrió la sabana hasta la cabeza tratando de volver a conciliar el sueño, no sabía que hora era pero tampoco le era de mucha importancia

Sus intentos de volver a dormir no funcionaron, así que se sentó en la cama, con la sabana aún en la cabeza crubriéndolo por completo, a la vez gruñiendo un poco por su misión fallida

Donnie escuchó las sábanas moviéndose en su cama, volteando para ver lo obvio, su novio se había levantando, sonriendo al ver cómo se levantó sin siquiera quitarse la sábana, vaya que era un tonto, pero amaba a ese tonto

Se levantó de su silla y caminó hacia la cama silenciosamente, incluso poniéndose de puntillas para no ser escuchado.

Se sentó enfrente de donde se encontraba Yuichi, riendo levemente al ver que este seguía cubierto con su sábana, destapandole con cautela cómo si de un velo se tratase

- ¿Has dormido bien? ¿Te sientes mejor?

Con una cara de cansancio que parece que se drogó miró a Don y con su mayor esfuerzo esbozó una sonrisa. Su pelaje estaba muy despeinado, como casi todas las mañanas

- Buenos días...

Ahora que lo piensa, no recordaba casi nada de la noche anterior ¿Que había pasado exactamente? Habían patinado juntos y en algún momento se quedó dormido, se concentró unos minutos tratando de recordar

Miró hacia su izquierda, se dio cuenta que por el sonido, estaba lloviendo, fuertemente, una gran tormenta

Al seguir con algo de cansancio, bostezó tapándose la boca con la mano, pero luego, un fuerte y repentino trueno lo sacó de sus orejas, haciendo que se asuste y sobreesalte, al mismo tiempo, ese trueno lo despertó al completo

Después del susto, soltó las sábanas, amaba la lluvia, le daba tanta paz y una de las cosas que más amaba es correr bajo de esta, pero no en este caso, con truenos y rempàlagos. Así que ya despierto, salió de la cama y se levantó, estirando su cuerpo en en momento

Este de igual manera se sobresaltó por el repentino trueno, sintiendo un escalofrío por su cuerpo por un segundo, viendo nuevamente al chico con una risa previniendo de sus cuerdas vocales. Veía al chico con su cabello todo despeinado, lo cual le causaba bastante risa, quería peinarlo, pero, por lógica, no había ni un cepillo en la guarida más que los de Splinter, pero, no lo veía "higiénico" usarlo

Digno de tíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora