N.city - [NCT]

11. invierno en verano.

— Por favor SeHun, déjame tenerlos, ellos necesitan una madre, me necesitan a mí.

Era la cuarta llamada que atendía de la pelinegra ese día, su ex pareja rogando por querer TENER a sus hijos después que ella los abandonará y se fuera de nuevo a su país.

— Minnie, sabes lo que hiciste, eres una desconsiderada, desapareces, ¿Y ahora quieres total control sobre los gemelos? No me jodas, te permito verlos, porqué se que por más que los quiera lejos de tí, también son tus hijos, pero no te permitiré separarlos de mi, definitivamente estás demente — El pelinegro en ese ataqué de rabia, colgó la llamada, frustrado paso la mano por sus cabellos.

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Nicha Yontararak, o Minnie, como le gustaba que le llamarán a la linda tailandesa, la conoció en la universidad después de lo sucedido de la mamá de su primer nene, pensó que no se enamoraría de nuevo, pero cayó complemente enamorado de en ese entonces la rubia.

Después de apenas 2 meses de haber sido novios.

Apenas estando acabando sus estudios en la universidad.

Vaya, Minnie había quedado embarazada.

De gemelos.

Oh SeHun, siempre siendo el ser más suertudo del mundo.

A razón del embarazo de Minnie, decidieron que debían vivir juntos, para poder estar al pendiente de la embarazada y que pudiera también estar con su pequeño TaeYong que apenas y podía coger un biberón entre sus pequeñas manos.

Los primeros meses fue un sueño.

Hasta que en el quinto mes, llegó la depresión a Minnie, la rubia no comía, no salía del departamento, y una vez intentó hacerle daño a su pequeño TaeYong cuando esté solo lloraba porque tenía hambre.

En esos meses fueron eternos para él, lidiar con su novia en ese estado fue agotador, poco a poco, su ansiedad no pudo hasta el punto que decidió buscar ayuda médica, pasando así su ex pareja meses en el psiquiatra hasta que mejorará, tal vez teniendo en brazos a sus niños la mujer cambiaría su depresión.

Pero ese día no llegó.

Al menos no en ella.

SeHun no pudo sostener a sus cachorros el primer día, ni el segundo ni él tercero. Estos habían nacido bajos de peso, debido a la mala alimentación de Minnie, y necesitaban estar en la incubadoras hasta que ganarán peso, y debían estar en constante vigilancia.

Hasta que después de una larga semana, SeHun fue el primero en sostener a sus dos niños, de peculiar abundante pelo azabache, tan pequeños con una bolsa de arroz, y de caritas idénticas.

—Mi lindo MinJeong y mi hermoso Ten —Se dirigió hacía los niños en sus brazos.

Ambos tenían mamelucos idénticos, y solo se diferenciaban por un gatito en ellos, mientras que el de Ten era un gatito blanco, el de MinJeong era uno negro con manchas.

—Es linda MinJeong, es una niña, al parecer los ecogramas se confundieron, me dijeron que es niña. Mi hermosa Winter, y mi lindo Ten —Hablo Nicha mientras veía sus dos hijos en los brazos de su padre.

Un mes después, desapareció tan rápido como llegó el invierno, cuando los gemelos lloraban desconsoladamente por alimento del pecho de su madre, también SeHun lloraba en desesperación por no poder darle leche de sus pechos.

—No puedo creer qué los haya abandonado —Hablo BaekHyun con decepción, mientras sostenían a TaeYong en sus brazos dormido.

El castaño fue de inmediato a la casa de su amigo al este resivir una llamada desesperada de parte de él, mientras se escuchaba el llanto de los cuatro detrás de la línea.

Cuando llegó al pequeño departamento que tenía el pelinegro, lo encontró tratando de consolar a sus tres nenes, aunque con más desesperación a los gemelos, que aún estando tan pequeños debía prestarle más atención.

—Yo, tampoco sé porque me dejo, ¿Como pudo dejar a sus hijos? ¿Como pudo abandonarnos? —SeHun tenía la voz temblorosa, se notaba ojeroso, con los cabellos negros desordenados, tenía puesto un pantalón de pijama y un suéter sucio de fórmula de bebé, no parecía aquél estudiante de literatura de veintidós años que todos morían por él.

—Creo que deberías llamar a tus padres, TaeYong apenas va cumplir dos años, y los gemelos apenas dos meses, ya pausaste mucho tus estudios, muy pronto estarás apunto de graduarte, y no puedes abandonar a los niños así como así contratando niñeras —BaekHyun le aconsejó, dejando a TaeYong en la cama del pelinegro, el infante cogió una almohada y la abrazo, eso hizo encoger el corazón de sobre manera.

—No puedo Baek, ya es suficiente con lo que me mantengan, ¿Y ponerles una responsabilidad que no les pertenece por mis errores?

—Tus hijos no son unos errores SeHun, ellos no tienen las culpa de las circunstancias.

—Nunca dije que lo sean, ellos nunca serán un error para mí, lo que hablo son los que YO he cometido, por no elegir bien, por no poder ser suficiente para ellos y brindarles algo mejor —A este punto SeHun de nuevo era un mar de lágrimas.

BaekHyun lo conocía muy bien, estaba desesperado, pero aún así no quería que nadie lo ayudase, quería salir adelante con sus propios méritos y no molestar a nadie en el proceso.

Pero en esa ocasión, en donde no sólo la situación lo afectaba a él, debía dejar su orgullo de lado.

—TaeYon es una madre comprensiva, y el señor MinHo un poco testarudo, pero eres su hijo y querrán ayudarte, además de ser sus nietos y no cualquier persona. Solo quiero decirte que no estas solo, yo también estoy aquí para apoyarte, sabes qué TaeYong es como un hijo para mi también, además de esas dos pequeñas copias tuyas que tienes, no tienes por qué pensar que eres insuficiente, se que ellos nunca pensaran así de tí en su vida.

Y como siempre, después de todo... Baekhyun siempre estaba ahí para él.

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Wow, holaaaa, gente linda de Wattpad, mucho tiempo sin publicar por acá, perdón por el capítulo corto.

A lo mejor ni se acordarán de esta historia, y sinceramente yo tampoco, pero me dieron ganas de volver a retomarla, creo que haré muchos cambios, igualmente, quiero que pueda subir capitulos seguidos.

Sin más, bienvenidos de nuevo a esta historia, gracias por leer.

Wennie.